La autora de ‘Cadena de favores’ nunca imaginó que su idea llegaría tan lejos

06 de Junio de 2016 6:08 PM Actualizado: 06 de Junio de 2016 6:08 PM

En los años 90, Catherine Ryan Hyde era una autora poco conocida y con muchas propuestas rechazadas por parte de las editoriales. Pero Hyde no desistió y su innovadora novela “Cadena de favores” (Pay It Forward), publicada en 1999, se convirtió en best-seller nacional. Solo un año después, Kevin Spacey y Helen Hunt, protagonizaban la película que se convirtió en un éxito que generó un movimiento de bondad en todo el mundo.

“En ese momento yo era una autora con muy poca publicidad”, dijo Hyde en un correo electrónico a La Gran Época. “Mi objetivo era simplemente ¡verla un día [Cadena de favores] en alguna librería!… Ciertamente jamás pensé que fuera lo suficientemente poderosa para hacer un cambio en el mundo real”.

El libro se trata de un chico de 12 años que completa una tarea de estudios sociales para “pensar en una idea que cambie al mundo, y ponerla en acción”. Su idea es hacer buenas obras para tres personas y pedirle a cada una de ellas “pagar por adelantado” haciendo buenas obras para otras tres personas más.

Tres buenas acciones rápidamente se convierten en 9, luego en 27, luego en 81, y así sucesivamente.

Hyde describe uno de los primeros momentos tras descubrir que su ficción se había convertido en una realidad, cuando en el año 2000 Buffalo News publicaba un artículo sobre una mujer que perdió el cheque de pago de su automóvil camino a la oficina de correos.

Una pareja encontró el cheque, que era sólo la mitad de lo que la mujer debía, y que iba acompañado por una nota disculpándose por el poco monto del pago y un pedido de prórroga para realizar el pago restante.

Ellos mismos escribieron un cheque por la otra mitad del pago y enviaron los dos cheques en favor de ella. La noche anterior habían visto la película Cadena de favores y quedaron inspirados.

Algunas de las más largas cadenas de favores se registraron en el puente Golden Gate con personas pagando el peaje por otros, o en Starbucks, donde la gente paga las órdenes de las personas esperando en la cola.

Hyde se refleja en cada una de las historias. “Sabes, son muchos. Y muchos son tan grandes, amplios y van aumentando. Sin embargo todavía sigo pensando en la nota que me escribió un alumno de segundo grado”.

“Él me dijo que quería visitar un hogar de ancianos y hablar con los residentes, porque pensaba que estaban solos. Realmente nadie ha superado esto. Por lo menos, no para mí. Es tan increíblemente puro”, dijo ella.

Hyde recibió un pequeño acto de bondad que le dio la primera idea para su libro.

Su coche se dañó y fue ayudada por dos desconocidos a quienes no tuvo la oportunidad de agradecerles correctamente. Entonces comenzó a ayudar a conductores en apuros y a realizar otros actos de bondad en forma de “pago”.

“Me di cuenta que a menudo somos bastante desconfiados con los extraños. Básicamente, se temen mutuamente. Quise crear un escenario ficticio (en el libro) que permitiera ‘pagar por adelantado’ para difundirlo y que la gente entienda que son actos verdaderamente altruistas, es decir, que no existen condiciones”, explica. “Y luego… la vida imita al arte. Y usted podría impactarme con una pluma.

Catherine Ryan Hyde. (Ross Land/Imágenes Getty) Fondo: (Christian Chan/iStock)
Catherine Ryan Hyde. (Ross Land/Imágenes Getty) Fondo: (Christian Chan/iStock)

Hyde estableció la Fundación Cadena de favores en septiembre de 2000, para fomentar el creciente movimiento. Hoy en día, el enfoque principal de la fundación es facilitar copias del libro en escuelas y fomentar debates y tareas que ayuden a los niños a convertirse en adultos bondadosos.

David Goodwin, director ejecutivo de la fundación, dijo: “Estamos tratando de cultivar y enseñar bondad. Esperamos que a través de eso seamos capaces de mejorarnos”.

“En vez de centrarse en ayudar a individuos necesitados como muchas otras grandes organizaciones de servicio social, la fundación se centra en “en enseñar a gente joven sobre la filosofía de bondad entre extraños y el pago adelantado entre los conocidos”, agrega Goodwin.

Esta iniciativa educativa comenzó en el año 2014 cuando Hyde publicó la edición de un joven lector, ligeramente modificada y adaptada a los niños. En septiembre de 2014, la fundación envió unos 300 libros a unas cuantas escuelas, y para otoño de año 2015, se había ampliado a 3.000 libros en 28 escuelas de Estados Unidos, y aumentando.

El 28 de abril fue el noveno cumpleaños de Cadena de favores. El día fue establecido por Blake Beattie en Australia, que desde entonces está trabajando en paralelo con la fundación para promover este movimiento.

Después de tantos años, Hyde dijo que se acostumbró a que su idea se haya propagado, pero a veces todavía se sorprende. “Miro la televisión y cuando menos lo espero escucho a alguna celebridad decir esas tres palabras, y pienso: ‘oh ¿cómo pudo llegar todo eso desde el interior de mi cabeza a todos estos lugares públicos?’”

Cadena de favores fue rechazada inicialmente por su agente, pero Hyde no se dejó intimidar y encontró un editor. Ahora publicó unos 30 libros, perseverando contra la disuasión después de más de 1.500 rechazos. Hyde entrena a otros autores y los anima a soportar la crítica de manera similar.

Hyde describió al “pensamiento confuso” por detrás de Cadena de favores: “Todos decimos que queremos vivir en un mundo más amable. Y no es difícil ser más amable. Sin duda, sería difícil cambiar al mundo entero de la noche al día, pero al despertar en la mañana y añadir bondad al mundo es fácil”.

“Entonces la pregunta es, si todos queremos vivir en un mundo de gentileza, y si la bondad es fácil, ¿por qué no lo hacemos? ¿Por qué no lo comienza alguien?”, concluye Hyde.

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