La marihuana es peor para el cerebro de los adolescentes que el alcohol, confirmó un nuevo estudio.

Los cerebros adolescentes son muy vulnerables y a diferencia del alcohol, al consumir marihuana con regularidad pueden sufrir repercusiones duraderas en su capacidad de pensar, su memoria, el control de la situación y el razonamiento.

«Los aumentos adicionales en el consumo de cannabis, pero no el consumo de alcohol, mostraron efectos concurrentes y retardados adicionales en las funciones cognitivas, como el razonamiento perceptivo, el recuerdo de la memoria, la memoria inmediata y el control inhibitorio», dijo el coautor y estudiante de doctorado en la Université de Montreal, Jean-François G. Morin.

«Fue especialmente preocupante el hallazgo de que el consumo de cannabis se asoció con efectos duraderos en una medida de control inhibitorio, que es un factor de riesgo para otras conductas adictivas, y podría explicar por qué el consumo de cannabis de inicio temprano es un factor de riesgo para otras adicciones«, resaltó el autor.

A su vez la Dra. Patricia Conrod del Departamento de Psiquiatría destacó el hecho de que «algunos de estos efectos son aún más pronunciados cuando el consumo comienza antes en la adolescencia«.

Esa conclusión se hizo al estudiar más de 3800 adolescentes de 31 escuelas de Montreal, Canadá, durante cuatro años, que corresponden al 5% de los estudiantes de la secundaria en la zona.

Se les registró el consumo de marihuana y alcohol y se realizaron evaluaciones para determinar cuáles eran sus efectos en la capacidad de aprendizaje.

Tanto para el alcohol como la marihuana se detectaron efectos comunes de vulnerabilidad en todos los dominios del aprendizaje.

«Más allá de los efectos intoxicantes agudos, el consumo indebido de alcohol y cannabis se ha asociado con deficiencias en el aprendizaje, la memoria, la atención y la toma de decisiones, así como con un rendimiento académico más bajo».

Sin embargo el consumo de cannabis, y no el consumo de alcohol, mostró los efectos neurotóxicos retardados, es decir a largo plazo sobre la capacidad de los adolescentes de ejercer un control inhibitorio ante una situación, y su capacidad de retener la memoria inmediata.

A su vez los adolescentes presentaron efectos concurrentes de deterioro en el recuerdo a largo plazo y el razonamiento perceptivo, con cierta evidencia de sensibilidad del desarrollo.

“Los efectos del cannabis fueron independientes de los efectos del alcohol”, destaca el estudio.

«El cannabis causa deterioro cognitivo y retrasa el desarrollo cognitivo en los adolescentes», cocluyó la Dra. Patricia Conrad.

«Este estudio se centra en los efectos neuropsicológicos del cannabis. Creemos que es importante porque está vinculado a cómo alguien funciona en la vida».

La Universidad de Montreal explica que aunque los estudios han demostrado que el consumo indebido de alcohol y cannabis se relaciona con la cognición deteriorada en los jóvenes, los estudios previos no fueron diseñados para comprender esta relación y diferenciar si el consumo de cannabis fue causal o consecuente a la discapacidad cognitiva.

Este nuevo estudio  fue capaz de mostrar que más allá del papel de la vulnerabilidad en la cognición por el uso de sustancias,» se pueden observar los efectos concurrentes y duraderos del consumo de cannabis en adolescentes».

Las alteraciones de las funciones cognitivas «parecen ser más pronunciadas que las observadas para el alcohol».

Impacto irreversible en el Coeficiente Intelectual

Aparte de los efectos ya mencionados, un estudio que se condujo en Nueva Zelanda, midió que el consumo de marihuana en la adolescencia significó en los jóvenes una pérdida de 8 puntos del coeficiente intelectual.

Además recogió la evidencia que los adictos empedernidos en la adolescencia, una vez adultos, aunque dejaron de consumir la droga, nunca más recobraron sus niveles, según el reporte de National Institute on Drug Abuse.

En cambio los que se hicieron adictos en en la vida adulta al menos no perdieron puntos en su coeficiente intelectual.

“El impacto más grande y a largo plazo del uso de marihuana ocurre en los jóvenes ya que su cerebro aún continua creando nuevas conexiones y madurando en otras formas”.

Según otro estudio citado por National Institute on Drug Abuse, cuando se dio mairhuana a animales antes de nacer, justo después de nacer o durante la adolescencia, estos demostraron “problemas notorios más tarde en la vida al realizar ciertas tareas específicas de memoria y aprendizaje”.

Baja puntuación

Una investigación publicada en JAMA Psychiatry en junio, demostró que los jóvenes que consumían marihuana con frecuencia tenían puntuaciones más bajas en las pruebas de memoria, en el aprendizaje de nueva información y en el pensamiento de alto nivel que involucraba la resolución de problemas y el procesamiento de información, en comparación con los no consumidores.

Para estos resultados, la Universidad de Pennsylvania analizó 69 estudios que involucraban a jóvenes consumidores.

En 2014, otro estudio informó que los adolescentes que fuman marihuana a diario tienen un 60 por ciento menos de probabilidades de graduarse de la escuela secundaria o la universidad que los que nunca consumen, y siete veces más probabilidades de intentar suicidarse, según The Lancet Psychiatry.

La poca advertencia del uso nocivo de la marihuana de parte de la comunidad, ha permitido un aumento del consumo, e incluso la legalización en algunos países.

Aproximadamente el 5,9 por ciento de los estudiantes de 12º grado en EE.UU. informaron un consumo diario de marihuana en 2017, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas para Adolescentes.

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