Las caravanas son una invasión a EE.UU. y a México, dice fundadora de ‘Paloma for Trump’

18 de marzo de 2019 Noticias

Paloma Zuniga, fundadora de ‘Paloma for Trump’, explicó en una entrevista a La Gran Época que las caravanas de migrantes centroamericanos que llegan hasta México para cruzar a Estados Unidos no solo son una invasión para EE. UU. sino también a México.

Zuniga, que nació en México pero que también tiene la ciudadanía estadounidense, vive desde hace 10 años en la ciudad fronteriza de Tijuana. Para ella uno de los asuntos más urgentes a resolver es el de las caravanas de migrantes.

“La gente no sabe, la gente cree que son muy recientes, pero no. En realidad, las grandes caravanas han venido por alrededor de un año. Y los residentes de Tijuana están muy molestos. Yo soy uno de esos residentes. Porque no es ahora solo una invasión a EE. UU., también es una invasión a México”.

Antes de llegar a Tijuana el 19 de octubre de 2018, una gran caravana rompió una cerca en la frontera entre Guatemala y México, y luego trató de abrirse paso a través de la policía mexicana en un puente hacia la ciudad mexicana de Hidalgo.

En noviembre de 2018 los migrantes de la caravana eligieron para asentarse una zona muy específica en Tijuana que está junto a la frontera y que se llama Playas de Tijuana.

Los habitantes de Tijuana salieron a hacerle frente a los migrantes porque estaban convencidos que es un error pensar que lo que estaba transitando por Tijuana es solo una caravana de migrantes.

“Nos dimos cuenta de lo que pasaba cuando llegaron en noviembre, se apoderaron de nuestra ciudad, empezaron a tomar recursos. Es una ciudad grande pero se apropiaron de lugares específicos que atesoramos y cuidamos, y que cada día trabajamos duro para que sigan siendo buenos lugares y que sean seguros”, dijo Paloma Zuniga.

Para los residentes del lugar es una zona muy especial por ser tranquila, limpia y segura.

Vista aérea de la valla fronteriza México-Estados Unidos, vista desde Playas de Tijuana, en Baja California, el 11 de enero de 2019. Foto de GUILLERMO ARIAS/AFP/Getty Images.

“Tuvimos una confrontación muy mala con los migrantes y los activistas que ayudan e impulsan estas caravanas’, contó Paloma.

Mientras llegaban los migrantes, los residentes se organizaron para enfrentar la invasión. Fueron al Ayuntamiento, firmaron una petición y se manifestaron en la calle.

“Lo tomamos muy en serio, organizamos a mucha gente, y salimos y exigimos al gobierno que no lo permitiera, especialmente en esa zona”, dijo.

Todo lo que hace Paloma lo vincula con la defensa no solo de la frontera sino con el bienestar y la soberanía de ambos países.

Mexicanos protestan contra la caravana de migrantes de América Central mientras la policía antidisturbios los mantiene alejados del campamento de migrantes en Tijuana, México, el 18 de noviembre de 2018. (Charlotte Cuthbertson/La Gran Época)

“Quiero la soberanía para ambos países. He estado peleando por la soberanía en EE. UU. por muchos años. En 2008 vi una tendencia de lo que estaba pasando con EE. UU. si no actuábamos y hacíamos algo”.

“Lo vi en California. Viví en Los Ángeles y vi gente que ya no quería hablar inglés, que se ofendía si le hablabas en inglés, que traía los aspectos malos de México, los traían a EE. UU. Si buscas una vida mejor, trata de tener una vida mejor, no traigas lo malo contigo, que es lo que vi mucho en 2008”, afirmó.

Por esa razón Paloma vio como una esperanza cuando Donald Trump ganó las elecciones.

“En 2015, cuando el presidente Trump bajó por la escalera mecánica y lo vi señalando el problema, dije, esto es lo que estaba esperando. Quería que alguien realmente se pusiera de pie e hiciera algo”, dijo Paloma a La Gran Época.

En su opinión, la implementación de las ideas del presidente Trump significarían más respeto hacia EE.UU.

Un grupo de migrantes centroamericanos -en su mayoría hondureños- escalan una barrera metálica en la frontera entre México y Estados Unidos, cerca del paso fronterizo de El Chaparral, en Tijuana, Estado de Baja California, México, el 25 de noviembre de 2018. Foto de PEDRO PARDO/AFP/Getty Images.

“Soberanía y respeto. Porque la gente, especialmente en nuestros países, ya no respeta a EE.UU. Yo crecí teniendo mucha admiración y respeto [por Estados Unidos]. Y lo estamos perdiendo. La gente cree que puede andar por todo EE.UU., venir, hacer lo que quieran, aprovecharse, drenarlo y reírse de él. Y a mí no me gusta eso”.

De acuerdo con la página ‘Paloma for Trump’, Zuniga se define como una activista mexicana que ama Estados Unidos, y que llegó al país legalmente a los 10 años de edad.

Sin embargo, ella contó cómo tuvo que esperar casi 10 años para completar el proceso de ciudadanía, y cómo tuvo que pagar las tarifas y esperar su turno en la fila.

“Siento que cada persona que viene a Estados Unidos no solo debe hacer lo mismo, sino también aprender el idioma, asimilar la cultura, respetar y amar a Estados Unidos como yo lo hago”.

Pero la realidad es diferente en la frontera. En febrero de 2019 los cruces ilegales de la frontera aumentaron aún más, con cerca de 66.000 detenciones, según datos de Aduanas y Protección Fronteriza. En enero, la cifra es de casi 48.000.

En lo que va del año fiscal, la patrulla fronteriza ha detenido a casi 268.000 personas en la frontera suroeste. Se espera que las cifras superen los 640.000 en el año fiscal.

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