Lo que augura el monzón migratorio de Biden para Estados Unidos

La anarquía en el país y en el extranjero conduce a la dictadura del Partido Demócrata

Por Steve Hecht
14 de marzo de 2021 6:14 PM Actualizado: 14 de marzo de 2021 6:14 PM

Opinión

El 10 de marzo en el podio de la Casa Blanca, Roberta Jacobson, coordinadora de la frontera sur, enfatizó la promesa del presidente Joe Biden de abordar «las causas fundamentales de la migración desde Centroamérica». Ella y Biden están haciendo lo contrario, creando una avalancha de nuevos inmigrantes que cambiarán significativamente a Estados Unidos.

Las políticas de Biden están empujando a los inmigrantes desde y hacia Guatemala, un país geoestratégico a nivel migratorio. Es la única ruta terrestre desde América del Sur y Central hasta Estados Unidos y tiene una frontera porosa de 595 millas con México.

Biden dijo que «restauraría la humanidad y los valores estadounidenses en nuestro sistema de inmigración». Los migrantes que las políticas de Biden están empujando y tirando hacia Estados Unidos corren el riesgo de ser asesinados, violados y otros abusos por parte de los carteles mexicanos que controlan el transito a través del país. En su camino a México, y finalmente a Estados Unidos, los migrantes viajan a través de una América Central devastada por los asesinatos. Se enfrentan a pandillas provenientes de milicias organizadas por Fidel Castro para fomentar la revolución violenta.

Demasiado para restaurar la humanidad.

Empujar y jalar

Jacobson ha tratado de convertir a los coyotes en un chivo expiatorio para la crisis en la frontera. Sin embargo, Biden ha inducido a los migrantes a emprender el peligroso viaje proponiendo trabajos inmediatos y la posibilidad de obtener la ciudadanía estadounidense. Biden también puso fin a los acuerdos de asilo del expresidente Donald Trump con México y el Triángulo Norte: Guatemala, El Salvador y Honduras. No poder devolver a los migrantes a México o América Central está creando un caos en nuestra frontera.

La situación empeorará.

Biden continúa con las políticas de la administración Obama que encabezó en la región como vicepresidente. Los socialistas internacionales y sus socios estadounidenses llevan mucho tiempo trabajando en la región para crear dictaduras y mantener un fuerte flujo de migrantes a Estados Unidos.

En 2019, la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), fue a Guatemala para mostrar su apoyo a la candidata presidencial socialista Sandra Torres y expresar su desaprobación al acuerdo de asilo alcanzado entre Trump y Guatemala. Otros demócratas, especialmente el senador Patrick Leahy (D-Vt.) y la representante Norma Torres (D-Calif.), se han insertado activamente en los asuntos guatemaltecos en apoyo a los socialistas.

Lo que escuchan quienes aspiran a migrar

Soy un ciudadano estadounidense que ha vivido y hecho negocios en Guatemala durante casi 50 años. Eso incluye casi una década de escribir y reportar, incluso entrevistar a coyotes que hacen el tránsito de ilegales hacia Estados Unidos.

Biden está enviando un mensaje claro a los migrantes potenciales en Centroamérica para que ingresen a Estados Unidos en estos momentos.

Castro apuntó a Guatemala, no solo por su valor estratégico, sino también porque Guatemala proporcionó una base para las operaciones militares de Estados Unidos que buscaban derrotar al régimen cubano desde Bahía de Cochinos. Después de 36 años fallando en derrocar a los gobiernos guatemaltecos para crear una dictadura socialista, las bandas marxistas armadas han cambiado de estrategia. Ahora se enfocan en la subversión interna y dominan la región fronteriza con México. Castro debe estar sonriendo desde la tumba.

Como hombre clave de Obama, Biden abusó del poder de Estados Unidos para darle al ala política del sucesor de la guerrilla, ahora disfrazada de ONG, el control de la Corte Constitucional (CC) y la Fiscalía General de Guatemala. La CC es la última instancia en Guatemala en materia judicial. Biden está presionando a los magistrados para el próximo mandato del CC, que comienza a mediados de abril. Contrariamente a las palabras de Jacobson, el éxito garantizaría un mayor flujo migratorio.

Recientemente, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, subsecretario de la administración Obama, pidió tiempo para prepararse y dijo que los migrantes aún no deberían venir. Es probable que Mayorkas esté preocupado por las fotos y vídeos de los centros de detención invadidos, recientemente rebautizados como «Centros de bienvenida». Con el tiempo, el régimen de Biden podrá procesar de inmediato a los inmigrantes y pasarlos inmediatamente a los autobuses que esperan su llegada.

Las advertencias huecas de Mayorkas y Jacobson y las súplicas de demora no significan nada para los migrantes a quienes las políticas de la administración les han dado un sentido de urgencia para llegar a EE.UU.

Los migrantes saben que, si llegan a Estados Unidos ahora, estarán en el camino hacia la ciudadanía plena y, lo más importante, se les permitirá trabajar legalmente de inmediato. El mensaje es claro: los posibles migrantes pueden enviar a sus hijos ahora y usarlos más tarde como herramientas para obtener la ciudadanía para los padres. Si los padres esperan, las condiciones pueden cambiar y la oportunidad puede perderse.

El pasillo está abierto de par en par.

El cálculo político

Los nuevos inmigrantes no entenderán que fueron los demócratas quienes los expulsaron de sus países de origen y los sometieron a crueles cárteles mexicanos. Los demócratas se encargarán de que esos inmigrantes obtengan el derecho al voto. Agradecidos de estar en Estados Unidos, los nuevos inmigrantes votarán por los demócratas y reemplazarán los votos que los demócratas perderán por su globalismo destructivo.

Una columna reciente del New Yorker dio la bienvenida a la política de Biden y el apoyo que recibe de los miembros vitalicios del Departamento de Estado, los izquierdistas de la ONU y los elitistas europeos. Cuando esta coalición se una, la libertad debe dormir con un ojo abierto. Las caravanas masivas pronto pasarán cerca de mi casa en Guatemala de camino a Estados Unidos.

Steve Hecht es editor general del Impunity Observer en Guatemala.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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