Una guía al comportamiento incivilizado de la China comunista

Por Peter Zhang
17 de diciembre de 2018 4:15 PM Actualizado: 17 de diciembre de 2018 4:15 PM

Parece que hay dos formas de lógica en este mundo: la lógica que usa la mayoría y la lógica china. Los que leyeron el artículo de Josh Rogin «Dentro del ‘berrinche diplomático’ de China en APEC» en el Washington Post se podrían preguntar por qué la comunidad internacional trata con este Estado canalla como de costumbre, como si fuera un Estado normal y racional.

Quizá estos ingenuos «abrazapandas» de Occidente se podrían poner colorados, o incluso sentirse defraudados, frente al incivilizado comportamiento de Beijing en la reunión de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Papúa Nueva Guinea (PNG), a mediados de noviembre.

Aparentemente Beijing se sintió ofendido por esta cláusula en un borrador para la declaración conjunta de la APEC: «Acordamos luchar contra el proteccionismo, incluyendo toda práctica comercial injusta». Sus cuatro delegados quisieron entrar a la oficina del Ministro de Exteriores de PNG y obligarlo a quitar las palabras.

Para mantener su neutralidad como anfitrión de la APEC, el Ministro de Exteriores de PNG no quiso reunirse con ellos en privado y tuvo que llamar a la policía para alejar a la visita no deseada de su puerta. A pesar del consentimiento unánime de todos los otros 20 miembros de la APEC, solo China objetó esta declaración conjunta, forzando a la APEC a finalizar por primera vez sin publicar una declaración conjunta.

‘Frenesí periodístico’

La pandillesca conducta del régimen comunista en la cumbre APEC fue descrita como un «berrinche diplomático». La periodista de China Central TV (CCTV) en Londres, Kong Linlin, compartió muchos de los rasgos cuando en septiembre realizó un «frenesí periodístico» en la conferencia anual de los Tories sobre los derechos humanos en Hong Kong. Un video muestra a Kong, de 48 años, gritando de manera histérica en la reunión y abofeteando violentamente a un organizador. El video se volvió viral, atrayendo la atención y provocando reacciones de todo el mundo.

El personal de seguridad tuvo que remover físicamente a Kong del sitio de la conferencia, mientras ella insistía en su «derecho a la protesta» en un «Reino Unido democrático». Kong fue arrestada brevemente por la policía y ahora está acusada de agresión.

Sin embargo, su extraño comportamiento fue recibido como «heroico» tanto por la Embajada China en Londres como por su empleador, la estatal CCTV.

No obstante, algunos cibernautas chinos dijeron que el episodio fue «el choque entre lo civilizado y lo inculto». Una publicación de Weibo incluso desafió a Kong a demostrar su derecho a la protesta en el Gran Salón del Pueblo en Beijing para averiguar si China era democrática o no.

Zhang Pu, un escritor chino del Reino Unido, le contó a Radio Free Asia: «Kong Linlin se ha vuelto una celebridad de internet del Partido Comunista. Todo periodista enviado al extranjero por el Partido Comunista Chino tiene ciertos deberes [políticos]».

En otras palabras, lo que hizo Kong en el Reino Unido, por más desquiciado que parezca para el resto del mundo, ha ciertamente complacido a sus supervisores y al partido en Beijing.

James Palmer, quien trabajó para el estatal Global Times, dijo: «Pienso que Kong Linlin estaba poniendo una escena para sus jefes en China, intentando promocionarse dentro de la jerarquía de la prensa estatal china». Para el resto del mundo, este extraño comportamiento ciertamente se ve como una rara forma de avanzar en la carrera.

Desaparición

No mucho tiempo atrás, una familia china creó una escena que causó tensión en las ya tensas relaciones sino-suecas. El 2 de septiembre, llegaron a un hostel de Estocolmo la noche anterior a su reserva, luego gritaron fuerte y acusaron a la policía de brutalidad cuando fueron retirados del hostel. La embajada china en Suecia, y la prensa estatal, comenzaron a atacar a Suecia por discriminación.

Eso ocurrió en el trasfondo de otra situación complicada: Gui Minhai, ciudadano sueco de 54 años que desapareció misteriosamente mientras vacacionaba en Tailandia en octubre de 2015, fue más tarde encontrado bajo custodia policial dentro de China. Gui es uno de los cinco editores en Hong Kong conocidos por publicar «rumores» sobre líderes chinos. Suecia, hasta el día de hoy, no ha podido asegurar su libertad.

Estos días, las «desapariciones» pueden sucederle a cualquiera. En septiembre, Meng Hongwei, presidente de Interpol, desapareció durante una visita a China desde Francia. Su esposa, Grace Meng, dijo: «No estoy segura de que esté vivo», ya que el último mensaje de su esposo fue un emoji de un cuchillo.

Meng, exviceministro del Ministerio de Seguridad Pública, está bajo investigación por «corrupción y otros crímenes sin especificar», según la declaración oficial del gobierno. Algunos chinos publicaron en internet: «Como viceministro de seguridad pública, Meng hizo desaparecer a otros, y ahora, es su turno de desaparecer».

Buscar refugio

Los 55° Premios Caballo de Oro, también conocidos como los «Oscar» en chino, se celebraron en Taipei el 17 de noviembre. Fu Yue, una directora de documentales taiwanesa, dijo en un discurso de aceptación que Taiwán debería «ser tratado como una entidad genuinamente independiente». Su discurso fue aparentemente bloqueado de la TV en vivo en China continental, pero ha causado un acalorado debate a ambos lados del Estrecho de Taiwán.

Más tarde en la ceremonia, cuando el dos veces ganador del Oscar Ang Lee invitó a Gong Li, una estrella de cine nacida en China y jurado este año, al escenario para entregar los premios, Gong se rehusó, aparentemente por miedo a ofender a Beijing.

De hecho, luego de finalizar la ceremonia de los Caballo de Oro, el grupo entero de actores, actrices y directores de China continental se saltearon la cena de premios. El factor del miedo ha hecho que estos famosos corran buscando refugio y eviten ser el foco de las miradas.

Para demostrar lealtad al partido-Estado, algunos incluso repostearon en su cuenta de Weibo la foto de «¡China, nada menos!» de la Liga Joven Comunista en China. Hay, sin embargo, una complicación: como muchos famosos chinos, Gong ya no es una ciudadana de China y en el listado aparece como actriz de Singapur. Los cibernautas chinos también saben esto, y llaman a los que tienen pasaporte extranjero «patriotas falsos» de China.

Este verano, la conocida actriz china Fan Bingbing desapareció repentinamente de la vista y luego se dijo que fue llevada por la policía por varios meses. Fan reapareció solo después de acordar pagar la abultada suma de USD 130 millones por «evasión de impuestos» y jurar su total lealtad al partido-Estado. Eso ciertamente tuvo un escalofriante impacto en la industria del entretenimiento en China.

La presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, no dudó en comentar en Facebook: «Estoy orgullosa de la ceremonia de los Caballo de Oro de ayer porque acentuó lo diferente de China que es Taiwán».

Escribir el libreto

Voces diferentes y opuestas, ya sean políticas o no, es algo común en el Taiwán democrático, pero obviamente no es el caso en la China comunista, donde los pareceres y opiniones políticas de figuras públicas y famosos deben adaptarse a la línea del partido si quieren sobrevivir allí. La presión del Estado explica por qué muchos han discretamente adquirido ciudadanía extranjera para darse seguridad, incluyendo a la famosa estrella de kung fu Jet Li.

Aunque la gente en China continental y en Taiwán comparten el mismo idioma, cultura y raíces étnicas, los dos sistemas políticos diferentes han nutrido con el tiempo dos tipos distintos de ciudadanos. Esto también parece ser cierto en el caso de Corea del Norte y Corea del Sur.

Estos días, las democracias occidentales se están dando cuenta de que China no ha estado siguiendo las mismas reglas que el resto del mundo. Aún peor, Beijing ahora impone nuevas normas y reglas como quiere, para que otros las obedezcan. Por ejemplo, Beijing puede dictaminar qué películas puede producir Hollywood, según el artículo «Cómo controla China los libretos de Hollywood», que apareció el 19 de noviembre en el Sydney Morning Herald.

El artículo cita la remake del drama de la Guerra Fría «Amanecer Rojo» de 2012, y dice que su libreto original iba a mostrar «enemigos chinos invadiendo un pueblo de EE. UU.» Pero la producción de la película tuvo que ser suspendida luego de que «se filtró el libreto y enfureció a la prensa estatal china».

«Al final, MGM gastó un millón de dólares para borrar digitalmente la evidencia del ejército chino, cuadro por cuadro, y sustituirlos por norcoreanos», decía el artículo.

Como hizo notar George Orwell en «1984», con el comunismo «la guerra es paz, la libertad es esclavitud, la ignorancia es fortaleza». Esta es precisamente la clase de lógica sobre la que opera el Partido Comunista Chino, no solo en el país sino, como vemos de estos ejemplos, también en el extranjero.

John Ruskin, un pensador victoriano, dijo: «La civilización es hacer a las personas civiles».

Aún así, la barbárica dictadura comunista que viola a propósito las convenciones sociales y diplomáticas y la decencia no puede entender lo que significa ser civilizado. Y esclaviza a una población de 1400 millones de chinos. Por el bien de la humanidad, la gente de buena conciencia debería aunar fuerzas para dar fin a este malvado régimen moderno.

El foco de investigación de Peter Zhang es la economía política en China y Asia Oriental. Es graduado de la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing, la Escuela Fletcher de Leyes y Diplomacia, y la Escuela Kennedy de Harvard como Mason Fellow.

Las opiniones expresadas en este artículo son la opinión del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de La Gran Época.

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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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