El condado de Los Ángeles, California, fracasó por cuarta vez durante la actual pandemia en intentar suspender los servicios de Grace Community Church del Valle, una megaiglesia cristiana.
La fallido intento se produce cuando las encuestas sugieren que los estadounidenses siguen apoyando en general medidas como el distanciamiento social para mitigar el virus del PCCh que causa la enfermedad COVID-19.
Pero las personas se están cansando de ciertas restricciones. Por ejemplo, la gente ahora llena regularmente las playas de California y otros lugares, incluso cuando las normas estatales o locales lo prohíben, también hay muchos reportes de feligreses en todo el país que asisten a los servicios religiosos en persona aun cuando eso significa violar los decretos de salud pública.
La solicitud del condado por una orden de restricción temporal contra la iglesia se escuchó el 24 de agosto y al día siguiente el juez Mitchell L. Beckloff del Tribunal Superior de California en el condado de Los Ángeles rechazó la orden, citando “la ausencia de nuevas leyes o circunstancias” que justifiquen la concesión de la orden.
Beckloff también aclaró que una orden emitida días atrás por una corte de apelaciones del estado no justificaba la concesión de una orden de restricción temporal. El fallo de la corte de apelaciones solamente suspendió la orden de otro juez y dio al condado luz verde para hacer cumplir su propia orden de emergencia de salud pública, encontró Beckloff.
“El tribunal concluyó correctamente que la solicitud renovada del condado de Los Ángeles para una orden de restricción temporal era tanto procesalmente como substancialmente defectuosa”, dijo el abogado de la iglesia Paul Jonna en una declaración. La iglesia está representada por Thomas More Society, con sede en Chicago, un bufete de abogados de interés público especializado en cuestiones de libertad religiosa.
“Este fue su cuarto intento infructuoso de obtener una orden judicial que prohibiera los servicios de culto en el interior de las iglesias de Grace Community Church. Esperamos reivindicar plenamente los derechos constitucionalmente protegidos de nuestros clientes en los procedimientos subsiguientes de este importante caso”.
La consejera especial de Thomas More Society, Jenna Ellis, dijo: “Esto debería indicar al condado de Los Ángeles que los tribunales de California no pisotearán rápida o fácilmente los derechos constitucionalmente protegidos de las iglesias”.
“Sostenemos que su orden de salud está cargando inconstitucionalmente el derecho de las iglesias al culto, y no existe una base racional, mucho menos un interés apremiante, para tratar de cerrar los servicios en el interior en este momento, en particular cuando el condado está permitiendo que los clubes de striptease funcionen y que se produzcan disturbios masivos, y no solicitar órdenes de restricción en su contra”.
La próxima audiencia del caso está programada para el 4 de septiembre de 2020, en la Corte Superior de Los Ángeles.
El pastor de la iglesia John MacArthur dijo que la acción legal contra su iglesia era “un ilegítimo abuso de poder” que “debería sacudir la conciencia de cada cristiano de que las iglesias están siendo asaltadas por nuestro propio gobierno simplemente por tener una iglesia”.
“La iglesia es esencial”, dijo el pastor en una declaración.
“Estamos muy agradecidos con el juez Beckloff por su opinión razonada y por tener mucho cuidado en revisar este asunto tan importante”.
En California, muchas actividades de interior se prohibieron en julio después de que se relajaran las normas y se informara del aumento de nuevas infecciones. Los lugares de culto en el estado están ahora restringidos a un máximo del 25 por ciento de la capacidad del edificio o a 100 asistentes en el interior, lo que sea menor, y se prohíben el canto y los cánticos. Muchas iglesias del estado, y fuera de él, simplemente ignoran las restricciones, diciendo que es su derecho constitucional hacerlo.
En una declaración presentada ante el tribunal, MacArthur dijo que la iglesia, fundada en 1956, suspendió los servicios en persona el 12 de marzo, antes de que el condado o el estado emitiera órdenes de permanecer en casa prohibiendo las grandes reuniones. Los servicios de adoración matutinos y vespertinos, junto con los estudios bíblicos semanales, se llevaron a cabo en línea. Unos días más tarde, cuando se emitieron las órdenes de cierre del gobierno, la iglesia las cumplió, dijo.
Pero después de no celebrar servicios en persona durante 19 semanas, los ancianos de la iglesia votaron unánimemente en una reunión de la junta el 23 de julio para reabrir la iglesia para tales servicios, dijo MacArthur. Los servicios en el interior comenzaron el 26 de julio y enseguida el condado presentó una carta de cese y desistimiento del condado el 29 de julio.
El abogado del condado, Jason H. Tokoro y Amnon Z. Siegel de la firma de abogados Miller Barondess, no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
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