Un luchador de primer año de la universidad estaba en su primer día de trabajo en Walmart cuando ayudó a salvar la vida de un compañero de trabajo.
El 17 de septiembre, Diego Aguilera, de Texas, que asiste a la escuela en Storm Lake, Iowa, estaba siendo capacitado en el departamento de frutas y verduras por un compañero de 60 años.
Luego de abastecer los estantes esa tarde, el estudiante de la Universidad de Buena Vista (BVU) y su compañero de trabajo estaban juntos en un almacén trasero de la tienda cuando ocurrió una emergencia médica.
El compañero de trabajo de Aguilera le dijo que no se sentía bien, informó el Des Moines Register.
“Vi que su cabeza comenzaba a inclinarse hacia atrás y se veía cada vez más relajado”, dijo Aguilera. “Dijo que no se sentía bien y que no podía respirar. Luego su cara se puso blanca y comenzó a sudar”.
Él buscó el pulso o el latido del corazón, pero cuando no pudo encontrar ninguno, comenzó a hacer compresiones en el pecho del anciano.
Afortunadamente, el estudiante de ciencias de la computación había obtenido la certificación en RCP cuando era capitán del equipo de lucha libre de la PSJA Memorial High School en Pharr, Texas.
Pronto, su compañero de trabajo recuperó el conocimiento y Aguilera trató de mantenerlo alerta preguntándole acerca de sus hijos, sus nombres, sus edades y manteniéndolo ocupado, informó el medio de comunicación.
Lugo de unos minutos, el hombre finalmente habló y le dijo a Aguilera que buscara ayuda. El joven empleado corrió al mostrador de servicio al cliente, donde la gerente Kristy Wagner llamó a una ambulancia.
Cuando llegaron los paramédicos, Aguilera los llevó a la bodega trasera donde estaba su compañero de trabajo, y el hombre mayor, cuyo nombre Aguilera no pudo recordar, fue trasladado a un hospital en Sioux City. Allí, se recuperó en cuidados intensivos.
“En mi opinión, no fue realmente aterrador ese momento”, explicó Aguilera más tarde. “Fue más: ¿Qué puedo hacer ahora mismo para ayudar? No se trataba de tener miedo o pensar que no puedo hacer esto. No había tiempo para pensar en eso, tenía que seguir moviéndome”.
El día después del incidente, Aguilera compartió su historia con los entrenadores de lucha de BVU, Shaun White y Mark Rial.
Ambos hombres elogiaron a Aguilera por sus rápidas acciones.
“Te ocupaste del asunto lo mejor que sabías”, dijo White. “Estamos agradecidos de tener a un muchacho como tú en el equipo, podemos aprender de ti”.
“Es bastante sorprendente”, agregó Rial. “Estoy tan impresionado con la madurez. Él está en un lugar nuevo, lejos de casa, así que para hacer eso sin pensarlo dos veces, es bastante increíble”.
“Si te expones a esas situaciones. ¿Sabes qué harías? Espero reaccionar de la misma manera que él”.
Antes de asistir a BVU, el luchador de primer año había asistido a un campamento de lucha libre en Columbus Junction, donde se dio cuenta de la pasión que los habitantes de Iowa tenían por el deporte que él había llegado a amar. Cuando la universidad se puso en contacto con él, firmó el trato. Aguilera firmó oficialmente en mayo y, a mediados de agosto, se mudó a Storm Lake para perseguir su sueño.
La mamá de Aguilera, Diana, había insistido en que su hijo no tenía que trabajar y que debería concentrarse en la escuela y la lucha libre. Sin embargo, viendo lo estresada que estaba su madre trabajando sin parar, aplicó de cualquier modo.
“Doy gracias a Dios que pudo ayudar a su compañero de trabajo. Estoy muy orgullosa de él”, dijo Diana a The Epoch Times. “Siempre ha sido sociable y servicial en cualquier circunstancia. Me alegro de que haya mantenido la calma y haya tomado la iniciativa. Fue una bendición que él estuviera allí”.
“Su compañero de trabajo aún no ha vuelto de su recuperación. Pero dicen que él está bien”.
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