Además de recibir una licencia sin goce de sueldo, los maestros de la ciudad de Nueva York que se hayan negado a recibir la vacuna anti-COVID no podrán conservar sus beneficios de salud por un año más a menos que renuncien a su derecho a demandar a la ciudad por su orden de vacunación.
Esta condición fue el resultado de un arbitraje invocado por el sindicato de maestros más grande de la ciudad, la Federación Unida de Maestros (UFT). El sindicato promocionó el veredicto del arbitraje como una victoria que obligó a la ciudad a reconocer las exenciones médicas y religiosas a la vacunación. También permitió a los maestros tomarse un año de licencia sin goce de sueldo con cobertura médica continua o renunciar voluntariamente con los días de enfermedad no utilizados pagados y un año de seguro médico continuo.
Pero el comunicado de prensa de la UFT del 10 de septiembre sobre el tema omitió la advertencia de que los beneficios de salud solo continuarían después del 30 de noviembre para aquellos que firmen exenciones que les impidan demandar a la ciudad por ser despedidos. El comunicado incluía un enlace al veredicto del arbitraje que, en la página 17, establece el requisito de renuncia. Pero varios maestros le dijeron a The Epoch Times que el DOE solo les informó explícitamente sobre la condición hace aproximadamente una semana, justo antes de que el mandato entrara en vigencia.
Según los datos de la semana pasada, varios miles de maestros y otros trabajadores escolares siguen sin vacunarse.
Un funcionario del Departamento de Educación de la ciudad (DOE) distanció a la agencia de la imposición del requisito de exención.
«Esta estipulación fue dada por un árbitro externo», dijo el funcionario a The Epoch Times bajo condición de anonimato. «Los sindicatos y el DOE lo aceptaron, el DOE no tomó esta decisión».
Pero el veredicto del arbitraje dice que sus fallos «reflejan» lo que las partes acordaron antes y durante la mediación, así como el «lenguaje» que las partes acordaron en respuesta a los fallos provisionales del árbitro.
El veredicto sugiere que las condiciones de la licencia sin goce de sueldo se dejaron en particular a las partes para que las resolvieran.
“Llegué a la conclusión de que las partes están más familiarizadas con la política del Departamento [de Educación] y sobre cómo se han administrado las licencias y los derechos según acuerdos previos”, dijo el árbitro.
El fallo dice que los empleados afectados tienen del 1 al 30 de noviembre para extender su licencia y los beneficios relacionados.
«El empleado debe presentar un formulario creado por el DOE que incluya una renuncia a los derechos del empleado a impugnar su renuncia voluntaria, incluyendo, pero sin limitarse a ello, a través de un proceso disciplinario contractual o estatutario», dice.
No está claro hasta qué punto el sindicato ha presionado contra este requisito y no ha respondido a una solicitud de comentarios.
El asunto subraya el descontento de los maestros no vacunados tanto con la ciudad como con el sindicato. Consideran que tienen justificaciones para rechazar la vacuna y creen que la ciudad los ha dejado de lado y el sindicato no los protegió, según varias de sus conversaciones con The Epoch Times.
Se sabe que las vacunas, desarrolladas en un tiempo récord y aún en proceso de ensayos clínicos, causan efectos secundarios graves como miocarditis, particularmente en hombres jóvenes, y coágulos de sangre, aunque las autoridades y los expertos dicen que son fenómenos raros y que presentan un riesgo menor que la enfermedad en sí. Las vacunas no necesariamente evitan que uno contraiga y propague COVID-19, pero los ensayos clínicos indican que minimizan los síntomas, que son principalmente una preocupación para los ancianos o aquellos con condiciones preexistentes.
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