Un funcionario ucraniano dijo que la ciudad de Mariúpol “ya no existe” después de que Rusia anunciara que la zona urbana está libre de tropas ucranianas.
“La situación en Mariúpol es tanto terrible militarmente como desgarradora. La ciudad ya no existe. El resto del ejército ucraniano y un gran grupo de civiles están básicamente rodeados por las fuerzas rusas”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, durante una entrevista en Face the Nation de la CBS.
El Kremlin anunció el sábado que no había tropas ucranianas en la zona urbana de Mariúpol, un campo de batalla clave en el este de Ucrania.
“Todo el territorio urbano de Mariúpol está completamente despejado de militantes del grupo nazi ‘Azov’, mercenarios extranjeros y tropas ucranianas”, escribió el ministerio de Defensa ruso en un posteo en las redes sociales.
Unos 2500 soldados ucranianos tienen bloqueada la salida de Azovstal, una de las mayores plantas metalúrgicas de Europa situada en el este de Mariúpol, por las tropas rusas que rodearon la planta, estimó el ministerio de Defensa ruso.
Varios funcionarios ucranianos dijeron que sus tropas siguen luchando en Mariúpol y desafiaron el plazo ofrecido por las fuerzas rusas para rendirse.
El ministerio de Defensa ruso dio plazo a los ucranianos que se encuentran en la gigantesca planta siderúrgica Azovstal de Mariúpol rendirse antes de las 1 de la tarde del 17 de abril, diciendo que aquellos que depongan las armas tendrán “garantizada la conservación de sus vidas”.
Las tropas ucranianas que se nieguen a rendirse en el puerto asediado de Mariúpol serán destruidas, advirtió el ejército ruso.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, amenazó con cortar todas las conversaciones con Rusia si las tropas ucranianas que quedan en Mariúpol son eliminadas.
“En realidad, cuanto más aparezcan casos similares al de Borodianka, no habrá ninguna posibilidad de que se celebren negociaciones”, dijo el presidente durante una entrevista con los medios de comunicación ucranianos. “La destrucción de todos nuestros chicos en Mariúpol —lo que están haciendo ahora— puede poner fin a cualquier formato de negociaciones”.
Borodianka es un asentamiento de tipo urbano situado a unas 37 millas al noroeste de la capital ucraniana, Kiev, del que las fuerzas rusas se retiraron recientemente. Zelenski dijo que las fuerzas rusas mataron a más de 300 civiles, de los cuales unos 30 fueron ejecutados.
Por su parte Kuleba indicó que Rusia y Ucrania no han tenido ningún contacto desde hace semanas a nivel diplomático.
“El único nivel de contacto es el equipo negociador, formado por representantes de varias instituciones y miembros del Parlamento”, dijo el ministro ucraniano.
A su vez restó importancia a las conversaciones sobre el alto el fuego calificando la iniciativa como “consultas a nivel de expertos”.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó una invasión a gran escala de Ucrania el 24 de febrero, que el Kremlin llama “una operación militar especial”.
Las Naciones Unidas afirmaron que, hasta el 15 de abril, 1982 civiles habían muerto e Ucrania y 2651 habían resultado heridos desde la invasión rusa, mientras que más de 4.8 millones de personas habían huido del país.
Recientemente, las fuerzas rusas se han desplazado hacia el sur y el este de Ucrania, donde se encuentran los territorios separatistas y regiones en disputa. Al parecer, el Kremlin tiene la intención de ocupar el corredor que conecta Crimea y Donbás, siendo Mariúpol una ciudad clave a lo largo del corredor.
El alto el fuego en esta zona parece estancado, ya que las dos partes han adoptado posturas irreconciliables.
La brecha entre las exigencias rusas y ucranianas parece insalvable en el tema de Crimea y Donbás. Ambas zonas fueron ocupadas de facto por Rusia o por separatistas prorrusos.
Putin exigió que Ucrania reconociera a Crimea como parte de Rusia, y a Donetsk y Luhansk como independientes. Por su parte Zelenski accedió a dejar posiblemente de lado las disputas por esos territorios, pero también se comprometió a no renunciar a ellos.
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