Un joven de 18 años del Reino Unido dijo que se le hizo una prueba de embarazo para determinar si tenía o no cáncer testicular.
“No sabían qué tipo de cáncer tenía”, dijo Byron según The Thelegraph. “Podría haber tenido cuatro o cinco tipos diferentes. El médico seguía diciendo cosas, pero en realidad no estaba funcionando”, agregó. “Salí de la habitación y me desmayé, creo que era el miedo a lo desconocido”.
Byron Geldard de Cambridgeshire, Inglaterra, se hizo la prueba de embarazo porque el cáncer testicular produce hCG, la misma hormona producida cuando un cuerpo femenino está desarrollando una placenta.
“Todo fue muy surrealista para ser honesto”, dijo a Caters News Agency. “Ahí estaba yo con una prueba de embarazo positiva y algo creciendo dentro de mí. Pensé que iba a terminar en un documental”.
Luego tuvo siete meses de varios tratamientos y más tarde el cáncer entró en remisión.
Contó al Telegraph: “Le di al hospital una muestra de orina, la prueba de embarazo dio positiva y empecé la quimioterapia el día después del diagnóstico”.
“Entraba cinco días consecutivos y me sometía a la quimioterapia constantemente”, dijo. “Realmente me sacó de quicio – mi cerebro estaba confundido y me costaba concentrarme en películas largas o libros”.
“A lo largo de mis ciclos de quimioterapia, el hospital controlaba la hormona del embarazo a través de análisis de sangre”, continuó. “La hormona había estado muy, muy alta, pero estaba disminuyendo gradualmente, lo que era una gran noticia, y los tumores en mis pulmones y abdomen se estaban encogiendo”.
El Dr. Danish Mazhar, médico consultor oncólogo de los Hospitales de la Universidad de Cambridge, dijo al Daily Mail que el cáncer testicular a menudo -pero no siempre- produce gonadotropina coriónica humana beta (hCG, por sus siglas en inglés), que se encuentra en la sangre y en la orina y que es producida por la placenta en desarrollo.
“La hormona del embarazo con frecuencia (pero no siempre) es producida por los tumores testiculares”, dijo.
“En los lugares donde se produce, puede utilizarse con fines de diagnóstico y control. En los casos en que el cáncer se ha propagado, el nivel de la hCG puede ser muy alto y si el cuadro clínico encaja con un cáncer de testículo, entonces una prueba de embarazo, que efectivamente es una prueba de hCG en la orina, se puede usar para hacer el diagnóstico”, explicó.
Geldard fue inicialmente al médico después de que un dolor persistente en su costado se hizo difícil de ignorar. Los escáneres mostraron entonces que tenía un tumor que se extendía a los pulmones, pero los médicos no estaban seguros de qué tipo de cáncer era.
El joven, que es comediante, está ahora incorporando lo sucedido a su rutina de chistes, para ayudar a educar a la gente.
“El cáncer ya no es una sentencia de muerte, y me gustaría difundir ese mensaje”, dijo también a The Metro.
A sus 18 años tuvo una extraña revelación.
“Fue una sensación muy extraña que me dijeran que estaba bien de nuevo: se espera que uno vuelva a la normalidad, pero mi forma de pensar cambió por completo. Antes de que todo esto ocurra, piensas que tu vida está garantizada hasta los 85 años, pero esto hizo que me diera cuenta de mi propia mortalidad. Tuve una especie de crisis de mediana edad”, compartió Geldard.
“Hay una cita que me ayudó a superarlo: ‘Ayer es historia, mañana es un misterio y hoy es un presente”, contó. “Puede que parezca salido de Kung Fu Panda, pero así me siento”.
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