Militares colombianos capturan a 26 guerrilleros de ELN y a su jefe de finanzas y narcotráfico

Por Anastasia Gubin
31 de julio de 2019 3:29 PM Actualizado: 31 de julio de 2019 3:29 PM

En el marco de la Operación Escudo contra el crimen organizado en el Norte de Santander, la Fiscalía de Colombia informó el 30 de julio que Fuerzas Militares junto a la Policía Nacional capturaron a 26 integrantes de la organización guerrillera de extrema izquierda conocida como Ejército de Liberación Nacional (ELN), entre un total de 143 delincuentes.

Entre ellos figura un miembro de la directiva del ENL del Norte de Santander, conocido como «el Tanga», que de acuerdo a un mensaje en Twitter de la Presidencia, estaba a cargo de las finanzas y del narcotráfico del grupo armado en la región.

Durante la Operación Escudo, la Fiscalía precisó en un comunicado que «se golpeó a las organizaciones dedicadas al robo de hidrocarburos, minería ilegal y el narcotráfico, y permitió la incautación de cerca tres toneladas de cocaína”.

Se cree que el ELN ha mantenido su presencia territorial relativamente constante a través del tiempo «en áreas de explotación petrolera y alrededor de los oleoductos principales del país como el de Caño Limón–Coveñas, el Oleoducto Transandino y el Oleoducto Central», en zonas de frontera como «Arauca, Norte de Santander y Nariño», además de otras áreas del narcotráfico, de acuerdo a un informe  de Defensoría del Pueblo de Colombia.

Durante los 15 días que duró la reciente Operación Escudo, militares y policías colombianos realizaron 28 operaciones contra los Grupos Armados Organizados, resaltó el Ministerio de Defensa de Colombia.

Esto permitió capturar además del líder del ELN, a otros cuatro líderes de grupos armados organizados, el alias 06 y alias Tiburón del grupo armado Los Rastrojos; alias Cayeyo del grupo Los Pelusos, y alias Mechas, del Grupo Armado Organizado Residual 33.

Tanto el jefe del ELN como los otros cuatro dirigentes de grupos armados fueron acusados de «desplazamientos, homicidios selectivos y extorsiones a mineros y ganaderos, más otros cargos», dijo la Fiscalía en Twitter.

En conclusión, en total en 14 municipios se realizaron 26 capturas del ELN, seguida por miembros de la banda Los Rastrojos, con 13 capturas, 6 capturas de la banda Los Pelusos y 5 capturas del Grupo Armado Organizado Residual 33, dice el comunicado.

La Operación Escudo permitió incautar casi tres toneladas de droga y la Fiscalía dio cuenta en su Twitter de la intervención de cinco laboratorios de producción estupefacientes, uno en Sardinata perteneciente a Los Pelusos, que alojaba hasta 25 personas.

De esta manera «se evitó la circulación de 2.800.000 de dosis y que organización recibiera USD 18.000 millones», dice su informe.

La comisionada además recordó uno de los peores crímenes de la organización en su intervención a los oleoductos. «Los colombianos no podemos olvidar la masacre ocurrida el 18 de octubre de 1998, cuando un comando terrorista del ELN dinamitó al ‘Oleoducto Central de Colombia’ en el corregimiento de Machuca, municipio de Segovia (Antioquia)».

«La acción demencial», agregó la comisionada, «ocasionó un voraz incendio que acabó con la vida de 84 campesinos que habitaban en las inmediaciones del lugar donde ocurrieron los hechos», entre ellos decenas de niños.

Restrepo también mencionó el doble estándar que muestra la organización manejada desde Cuba.

«Voy a hacer un poco de historia. Esa guerrilla ha dicho que se opone a que empresas extranjeras participen en la exploración y producción de petróleo, gas y carbón, con el argumento manido de que las empresas extranjeras ‘se roban’ las riquezas naturales».

«Lo que es realmente escalofriante es que los terroristas, para justificar su oposición, se hayan dedicado a lo largo de las últimas cuatro décadas a volar indiscriminadamente los oleoductos del país, causando un daño irreparable al medio ambiente».

El tema del petróleo o gasolina es además un producto manejado por otras actividades delictivas en Colombia. De acuerdo al informe de Portafolio del 29 de julio, el robo «sirve a los grupos ilegales para los laboratorios clandestinos en el procesamiento de fármacos. Estos son llevados a través de mangueras hasta las refinerías ilegales, donde se procesa de manera artesanal para convertirlo en insumo para la elaboración de pasta de coca».

El Ejército de Liberación Nacional surgió en 1964 en el municipio de San Vicente de Chucurí de Santander, “como iniciativa de un grupo de estudiantes universitarios formados en Cuba”, quienes se instalaron entre los campesinos junto a líderes de la guerrilla de la época conocida como La Violencia y trabajadores sindicalizados vinculados al sector petrolero en la zona del Magdalena Medio, de acuerdo al informe de la Defensoría del Pueblo titulado ‘Grupos Armados Ilegales y nuevos escenarios de riesgo en el posacuerdo’.

Además de su operación en el petróleo, el grupo armado también ha tenido presencia en torno a zonas de explotación minero-energética en el sur de Bolívar, nordeste de Antioquia y el Chocó; y de un tiempo hacia hoy, en zonas de producción cocalera, entre ellas Nariño, Norte de Santander, Chocó, sur de Bolívar, y también en el Cauca), añade el informe.

Guerrillero Eln observando los cuerpos sin vida de dos personas. Imagen de archivo de 2002. (MARIA DEL PILAR RUIZ / AFP / Getty Images)

ELN sin fronteras

Habitantes de los municipios venezolanos en la frontera con Colombia declararon con gran preocupación a la ONG Fundación Redes que el ELN tiene “amplia presencia en Venezuela” y participa en la distribución de cajas de comida del programa social del régimen socialista de Venezuela, informó la organización el 11 de julio.

Aunque las cajas de comida de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) son de distribución exclusiva del régimen de Nicolás Maduro, como parte del sistema de venta con subsidio de los alimentos básicos a la población venezolana, FundaRedes ha podido constatar que el ELN tiene control de ese reparto en aproximadamente 40 municipios de los estados venezolanos Apure, Zulia, Táchira, Bolívar y Amazonas.

Cajas CLAP ( Eva Marie Uzcategui/Getty Images)

“Forma parte de las acciones emprendidas por esta guerrilla para afianzar su presencia en Venezuela y fortalecer sus nexos con la administración de Nicolás Maduro”, señala FundaRedes, quien realizó entrevistas personales a la población afectada.

De acuerdo a las declaraciones, la distribución se hace como una especie de “labor conjunta” de los irregulares con la estructura gubernamental a plena luz del día sin que las Fuerzas Armadas impidan el desplazamiento de los hombres colombianos fuertemente armados en el territorio nacional.

Mata de Colombia y Venezuela (Wikimedia)

Secuestros y desapariciones

En 2018 el Director de la Fundación REDES, Javier Tarazona, denunció que grupos colombianos de las ENL además de las FARC y el EPL son responsables del incremento de secuestros y desapariciones del último año en Colombia y también en Venezuela.

“Hay 683 personas desaparecidas, de los cuales 105 ciudadanos venezolanos están en manos de las FARC, ELN y el EPL en Venezuela de la forma más descarada”, destacó Tarazona citando cifras hasta el 31 de mayo de 2018.

Las zonas fronterizas al Norte de Santander, en Táchira y Zulia, sufrieron 54 secuestros y 294 desaparecidos en un año, “algo que definió como una tragedia continuada que hasta la fecha no es posible detener”.

Guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), patrullan un camino secundario en Sarare, el 27 de febrero de 2000 en el Departamento de Arauca. (STR/AFP/Getty Images)

***

Video relacionado

Los valores conservadores ganan terreno en Venezuela

 

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.