Cuando un padre separado arrojó 80,000 monedas de peniques en el jardín delantero de una casa de Virginia como último pago de la manutención de sus hijos; su hija adolescente y su exesposa decidieron convertir el hiriente incidente en una experiencia positiva donando el dinero a un centro de maltrato familiar, lo que impulsó a otras personas a seguir su ejemplo.
Avery Sanford, graduada del Deep Run High School de Richmond, estaba en medio de una clase en mayo, cuando su padre se presentó frente a su casa con un remolque alquilado y comenzó a arrojar monedas de centavos de dólar por un total de 800 dólares.
Al principio, la madre de Avery, Raven Sickal, no sabía quién era la persona ni lo que estaba sucediendo, pero salió de la casa y se preguntó sobre el suceso. Solo cuando el hombre gritó: «Es su último pago de manutención», la madre de Avery finalmente se dio cuenta de quién era la persona, reportó WTVR-TV.
«No es solo a mi madre a la que está tratando de avergonzar, también a mí y a mi hermana y es molesto que no haya considerado eso antes de hacerlo», dijo Avery, refiriéndose al incidente.
Sin embargo, en lugar de responder con ira, decidieron donar los centavos que recogieron a Safe Harbor, una organización sin ánimo de lucro cuya misión es apoyar a las personas afectadas por violencia sexual, familiar y trata de seres humanos.
«Fue muy duro para mí ver eso», dijo a Inside Edition Cathy Easter, directora ejecutiva de Safe Harbor. «En lugar de sentirse derrotadas por un acto tan rencoroso, [ellas] trabajaron juntas y decidieron donarlo».
Cathy añadió que su personal estaba muy «agradecido» cuando madre e hija los contactaron. Cuando más personas se enteraron de su historia, se desató un espíritu de generosidad, y otros se animaron a hacer donaciones a la organización benéfica.
Mary Maupai, directora de desarrollo de Safe Harbor, reveló que las donaciones llegaron de todas partes. «Nuestra página de donaciones en Internet se disparó. Hemos recibido más de 47,000 dólares en donaciones a nivel local, nacional e internacional, hasta en Inglaterra y más allá», dijo Maupai, según ABC7 Chicago. «Esto será uno de los récords, sin duda».
Raven y Avery se emocionaron al saber que su respuesta positiva había tenido un impacto tan grande.
«Este alcance ha sido increíble y la consideración y los gestos amables han ido más allá de lo que esperábamos. Solo queríamos darle la vuelta a esto y eso es exactamente lo que hicimos», decía el comunicado de Raven.
Raven dijo que denunció el incidente a la policía de Henrico.
Avery, que está preparada para ser una estudiante de primer año en Virginia Tech, no ha hablado con su padre en años y dijo que no tenía interés en mantener el contacto con alguien que le falta el respeto a su madre.
WTRV-TV también se puso en contacto con el padre de Avery, quien admitió que su acción fue el resultado de una frustración de 18 años que tenía en su interior. Sin embargo, lo último que quería hacer, dijo, era poner una brecha más entre él y su hija.
Mire el video:
(Cortesía de Raven Sickal)
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