Las familias modernas son cada vez menos numerosas y entonces los ancianos tienden a envejecer en soledad.
La muerte de quienes sobreviven en años a sus amigos puede llegar a pasar desapercibida y tener trágicas o extrañas consecuencias.
Esto sucedió con Amanda José, quien falleció años atrás y nadie supo de ella hasta que el pasado jueves la Policía Nacional española abrió la semana pasada su domicilio en una calle de Madrid, informó El Mundo
En su interior encontraron un cadáver momificado de la anciana de 83 años, quien se estima que falleció en el año 2014.
Todos estos años estuvo ahí sin siquiera esperar que alguno acudiera. Su sobrina de Israel tardó cinco años en extrañar su ausencia.
“Nadie la echó de menos hasta que su sobrina, que vive en Israel, dio la señal de alarma y avisó a los agentes al ver que pasaba mucho tiempo sin saber nada de ella”, según El Mundo.
Amanda José murió en su propiedad de la calle de Alonso Heredia, en el barrio de La Guindalera del distrito madrileño de Salamanca.
Cuando la policía llegó al domicilio encontraron la puerta cerrada y hablaron con los vecinos, quienes no la veían desde 2014, año en que hizo sus últimos pagos a la comunidad.
Pese a que el portero fue acumulando decenas de cartas todos estos años, los vecinos pensaban que la mujer se había ido a otra casa que tenía en el extranjero. Todas las persianas del departamento estaban cerradas.
La policía decidió entrar al domicilio, llamó a un cerrajero, y encontraron el cuerpo momificado de Amanda tendido en la cocina.
“Nunca se nos pasó por la cabeza que estuviese allí fallecida”, comentó un vecino, según El Tiempo.
“La autopsia reveló en principio que pudo morir de un ictus, descartó cualquier signo de violencia y situó la fecha de la muerte a primeros de 2014”, señala el informe.
Los científicos creen que la humedad colaboró en la momificación ya que ninguno de los vecinos sintió nunca algún mal olor proveniente de la habitación.
Según la Encuesta Continua de Hogares 2017 del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España “hay 4,7 millones de hogares unipersonales, de los que dos millones (el 42%) están habitados por mayores de 65 años”, reportó Gestión Dependencia en mayo de 2018.
La cifra es menor que en el resto de Europa, pero va en claro aumento, y en ello las mujeres tocan la peor parte.
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