Decida qué quiere ser y hágalo: Tome el control de su destino

Una de mis canciones favoritas es «Head Full of Doubt», de The Avett Brothers.

Una frase al principio de la canción dice: «Decida qué quiere ser y hágalo». Esa letra me acompaña desde años atrás y se convirtió en uno de los mantras de mi existencia.

Me conmovió tanto porque me tocó en un momento de mi vida en el que me sentía impotente y débil. Era como si el mundo me zarandeara y no me dejara elección alguna.

Por supuesto, era una ilusión. Cada uno de nosotros ejerce un poder increíble. Puede que no seamos agentes del poder, reyes o barones ladrones, pero tenemos el poder de ser el tipo de persona que queremos ser.

Aunque no podemos controlar las circunstancias y las acciones de quienes nos rodean, podemos ejercer autocontrol. Eso me basta.

Las letras de los Avett Brothers me obligaron a reflexionar sobre el tipo de persona que quería ser en este mundo y a pensar largo y tendido sobre lo que me impedía ser esa persona. A continuación comparto la visión de mi vida para inspirarlo a decidir qué quiere hacer con la suya.

7 cosas que me esfuerzo por ser

1. Un hombre de fe y sabiduría

Ser de fe representa a alguien que está arraigado en algo más grande que uno mismo y leal a una causa que no es la suya. Ese es el tipo de persona que quiero ser para que otros a mi alrededor puedan inspirarse en la dirección y el objeto de mi mirada.

2. Un marido reflexivo

Al final de mi vida, ¿qué pocas cosas importarán? Una cosa segura es que querré haber hecho feliz a mi mujer. Ella sería la persona en este mundo que significaría para mí más que nada, y esperaría ver en sus ojos que no la decepcioné con mi amor.

3. Un padre tierno y presente

Antes de tener hijos, no podía imaginar que quedara tanto espacio en mi corazón para amar a otras personas. Puede parecer un poco cursi, pero me parece tan profundamente real. Quiero que mis hijos se sientan queridos y apreciados más que ninguna otra cosa.

4. Profundamente curioso sobre el mundo

Una de las mejores formas que conozco de agradecer el don de la vida que se me concedió es estudiar y maravillarme ante su fascinante profundidad. Hay suficientes cosas que aprender como para llenar un millón de vidas, y yo sólo arañaré la superficie. De alguna manera, ese pensamiento me produce alegría, como si la vida fuera una historia maravillosa y continua de la que nunca llegaré al final.

5. Lleno de aventuras y dispuesto a correr riesgos

¿Jugar sobre seguro y seguir el guión? Esa no es la vida que me imagino. Tengo una vena contraria que me hace sentir más vivo cuando me opongo a la forma normal de ser y me lanzo en una dirección diferente. Me gusta esa cualidad mía y pienso aprovecharla al máximo.

6. Generoso y leal con mis verdaderos amigos

Me siento bendecido pues con más de lo que necesito, así que espero que mi vida refleje generosidad de espíritu con todos los que me encuentre, especialmente con mis amigos. Incluso más que posesiones materiales, espero darles mi lealtad, es decir, mi amistad en las buenas y en las malas.

7. Amigo de los débiles e impotentes

La idea de la bondad me atrae profundamente. Quiero saber lo que es bueno y perseguirlo. No se me ocurre nada mejor que ser amigo de los que no tienen amigos y defensor de los menos poderosos. Más que dar una mano y sentirme bien conmigo mismo, quiero estar en relación con los que no tienen nada que dar, lo que para mí es amistad en estado puro.

Puede parecer que estoy pintando un cuadro bonito de mí mismo para que me admire, pero no es eso lo que intento hacer. Quiero dar ideas de lo que quiero ser en la vida y animarlo a hacer lo mismo, y luego, a hacerlo.

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