El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció el 11 de diciembre el cuarto vuelo chárter en seis meses para deportar a ciudadanos chinos que residían ilegalmente en Estados Unidos.
El vuelo chárter de gran tamaño partió de Estados Unidos el 9 de diciembre, según un comunicado del departamento. El DHS dijo que la deportación de inmigrantes ilegales chinos se llevó a cabo en colaboración con sus homólogos en China y destacó su cooperación continua con otros países para prevenir la inmigración ilegal.
El DHS le dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que 119 personas estaban en este vuelo.
«El DHS y sus homólogos en la República Popular China también continúan trabajando juntos para contrarrestar las redes de tráfico de personas que facilitan la migración irregular», afirmó el DHS, en referencia al nombre oficial de la China comunista, la República Popular China.
«Nuestro mensaje fue claro: no crean las mentiras de los contrabandistas».
Según el DHS, más de 742,000 personas fueron expulsadas o devueltas entre el 12 de mayo de 2023 y el 12 de mayo de 2024. En noviembre, el DHS dijo que había realizado más de 660 vuelos de repatriación a más de 160 países desde junio.
El primer vuelo de deportación de 116 inmigrantes ilegales chinos se produjo en junio, y fue entonces el mayor vuelo chárter desde 2018. Posteriormente, el DHS expulsó a 131 inmigrantes ilegales chinos en octubre y a 109 más en noviembre.
El vuelo inicial de junio se produjo un mes después que Beijing reanudara la cooperación con Washington en la deportación de inmigrantes ilegales chinos encontrados en Estados Unidos. La embajada china dijo en un comunicado en mayo que la cooperación requeriría que Estados Unidos «preste atención recíproca» a las preocupaciones de Beijing.
El régimen chino suspendió toda cooperación bilateral desde 2022 luego que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, hiciera una visita oficial a Taiwán. Beijing suele negociar en varios frentes simultáneamente, como vincular cuestiones diplomáticas al comercio. El régimen suele aprovechar sus acuerdos internacionales para asegurarse el silencio sobre la democracia, Taiwán y los derechos humanos.
Durante ese período, Estados Unidos vio un aumento de la inmigración ilegal de ciudadanos chinos y un marcado aumento de las detenciones en la frontera sur.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvo a más de 24,300 ciudadanos chinos en la frontera sur de Estados Unidos durante el año fiscal 2023, lo que representa un aumento significativo respecto a las 2176 detenciones del año fiscal anterior. En el año fiscal 2024, el número de detenciones superó las 38,200.
En mayo, el Congreso celebró una audiencia sobre el tema, durante la cual el exfuncionario del servicio exterior Simon Hankinson explicó que la presencia de ciudadanos chinos en la frontera sur se debía a la política de exención de visas de Ecuador para los viajeros chinos, que les permitía continuar su viaje hacia el norte a pie.
Hankinson, investigador principal del Centro de Seguridad Fronteriza e Inmigración de la Fundación Heritage, testificó que la política de libertad condicional significó que la mayoría de los detenidos durante la oleada no fueron expulsados del país al momento de la detención.
«En el año fiscal 2023, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) expulsó solo a 288 extranjeros chinos, dejando hasta 100,000 todavía en los Estados Unidos, a pesar de las órdenes finales de expulsión», testificó.
Con información de Aldgra Fredly y Frank Fang.
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