La industria manufacturera estadounidense perdió 26,000 puestos de trabajo en noviembre, según el último Informe Nacional de Empleo de ADP, que subraya los continuos retos para las fábricas de Estados Unidos a pesar de algunos signos emergentes de estabilización en otros informes recientes sobre la actividad manufacturera.
Los empleadores privados de Estados Unidos añadieron un total de 146,000 puestos de trabajo el mes pasado, según el informe de ADP, publicado el 4 de diciembre. La cifra global fue inferior a la previsión de los analistas de 150,000 nuevos puestos, con una debilidad evidente en las industrias productoras de bienes, que registraron una ganancia neta de solo 6000 nuevos puestos el mes pasado.
«Aunque el crecimiento global del mes fue saludable, el rendimiento de la industria fue desigual», dijo Nela Richardson, economista jefe de ADP, en un comunicado. «El sector manufacturero fue el más débil desde la primavera. Los servicios financieros y el sector del turismo también se mostraron débiles».
El sector de la construcción añadió 30,000 puestos de trabajo en noviembre y la industria minera y de recursos naturales aumentó su número de empleados en 2,000. Sin embargo, la industria manufacturera perdió 26,000 puestos de trabajo, ampliando la pérdida de 19,000 puestos en octubre y puso de relieve la contracción en curso en este sector en crisis.
El último informe de actividad manufacturera del Instituto de Gestión de Suministros (ISM por sus siglas en inglés) mostró que en noviembre el sector se contrajo por octavo mes consecutivo y vigesimocuarta vez en los últimos 25 meses.
«El 66 por ciento del producto interior bruto (PIB) manufacturero, se contrajo en noviembre, frente al 63 por ciento de octubre», declaró en un comunicado Timothy Fiore, presidente del comité empresarial manufacturero del ISM.
Aunque hubo algunos signos positivos en los datos del ISM —como el aumento de los nuevos pedidos por primera vez en ocho meses y la ralentización de los costos de los insumos— el panorama general fue de continua debilidad, incluida una reducción del empleo en las fábricas.
Las reducciones de empleo en las fábricas en noviembre, tal y como ponen de manifiesto los datos del ISM y de ADP, coinciden con las últimas cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), que mostraron un descenso en octubre tanto de las ofertas de empleo como de las contrataciones en el sector manufacturero. Además, el último informe de nóminas no agrícolas del BLS muestra que el sector manufacturero perdió 6000 puestos de trabajo en septiembre y que las reducciones de plantilla en octubre aumentaron hasta los 46,000 empleos.
Los datos de empleo de noviembre se publicarán el 6 de diciembre y los economistas encuestados por Reuters predicen que la economía estadounidense añadió 200,000 puestos de trabajo el mes pasado, tras sumar unos insignificantes 12,000 en octubre, la cifra más baja desde diciembre de 2020.
«En los últimos meses, hemos notado que el sector manufacturero parecía más o menos atascado en un patrón de espera, con un lento crecimiento económico mundial, costos de financiamiento aún altos y una perspectiva incierta para la política tributaria, regulatoria y comercial de Estados Unidos actuando como fuertes vientos en contra», escribió Richard Moody, economista jefe de Regions Financial Corporation, en una nota reciente.
«Aunque las elecciones quedaron atrás, las perspectivas políticas continúan siendo inciertas. Por lo tanto, el sector manufacturero se mantendrá en una posición muy vacilante en 2025, con un significativo resurgimiento más lejano de lo que nosotros y muchos otros habíamos anticipado».
Los servicios, en cambio, se comportan mucho mejor que el sector manufacturero en los últimos meses. El último informe del ISM sobre las industrias no manufactureras muestra que la actividad económica en el sector servicios se expandió por quinto mes consecutivo en noviembre, marcando la quincuagésima primera expansión en los últimos 54 meses. Aun así, la actividad del sector servicios se moderó, ya que el índice general bajó a 52.1 el mes pasado, tras subir a 56.0 en octubre. Las lecturas superiores a 50 indican crecimiento.
La caída en curso del sector manufacturero es una cuestión clave a la que se enfrenta la administración entrante del presidente electo Donald Trump, que presentó planes para reactivar el sector, entre otras cosas recortando las normativas y reduciendo los costos de la energía tanto para los consumidores como para las empresas.
A diferencia de los recortes de empleo de noviembre en el sector manufacturero, el empleo en el sector servicios creció el mes pasado, según datos tanto de ADP como del ISM. El índice de empleo del ISM se situó en territorio de expansión en noviembre por cuarta vez en cinco meses, mientras que las cifras de ADP mostraron 140,000 empleos añadidos en el sector servicios, liderados por los servicios de educación/salud (50,000) y comercio/transporte/servicios públicos (28,000).
A pesar del estancamiento del sector manufacturero, la economía estadounidense parece haber mantenido el impulso del tercer trimestre. La última estimación del PIB para el cuarto trimestre prevé que la economía crezca un 3.2 por ciento en términos anuales, por encima del ritmo de crecimiento del 2.8 por ciento del periodo julio-septiembre, según el Banco de la Reserva Federal de Atlanta.
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