Un gran incendio forestal en California, que lleva ardiendo más de tres semanas, arrasó una pequeña comunidad de montaña el miércoles por la noche, destruyendo negocios y casas mientras los intensos vientos alimentaban las llamas.
Un fotógrafo en misión para The Associated Press vio una gasolinera, un hotel y un bar en Greenville, en el norte de California, completamente calcinados. Según Plumas News, la biblioteca de la comunidad y un banco fueron destruidos por las llamas.
El histórico pueblo del Condado de Plumas cuenta con poco más de 2100 residentes.
«¡Si todavía está en el área de Greenville, está en peligro inminente y DEBE irse ahora!», dijo la Oficina del Sheriff del Condado de Plumas en Facebook a primera hora del miércoles. «Evacuen hacia el sur, hacia Quincy. Si se queda, es posible que los socorristas no puedan ayudarle».
«He estado aquí desde 1973 y nunca, nunca he pasado por algo como esto», dijo el supervisor Kevin Goss, que representa el área de Greenville y es dueño de un negocio en el centro, informó Plumas News.
El incendio, que lleva tres semanas, ha crecido hasta alcanzar más de 428 millas cuadradas (1108 kilómetros cuadrados) en los condados de Plumas y Butte. Los bomberos habían estado tratando de proteger el pueblo de 800 habitantes, a unos 450 kilómetros (280 millas) al noreste de San Francisco, despejando los escombros de las carreteras y señalando los peligros.
La destrucción se produjo en medio de un aviso de bandera roja emitido por los meteorólogos que advertían de condiciones de calor y sequedad con vientos de hasta 64 kph (40 mph). Eso podría impulsar las llamas a través de la madera, la maleza y la hierba, especialmente a lo largo de los lados norte y noreste del vasto incendio Dixie.
Los bomberos pudieron salvar casas y contener grandes tramos del incendio. Sin embargo, las llamas saltaron las líneas del perímetro en algunos puntos el martes, lo que provocó órdenes de evacuación adicionales para unas 15,000 personas al este del lago Almanor, dijeron los responsables de los incendios.
El calor de las llamas creó una nube de pirocúmulos, una enorme columna de humo que se elevó 30,000 pies (9100 metros) en el aire, dijo Mike Wink, un jefe de la sección de operaciones contra incendios del estado.
El incendio ha amenazado a miles de hogares y ha destruido 67 casas y otros edificios desde que estalló el 14 de julio. Estaba contenido en un 35 por ciento.
Pandora Valle, una portavoz del Servicio Forestal de EE. UU., dijo al San Francisco Chronicle poco después de las 8 de la tarde del miércoles que «los bomberos están luchando por la ciudad de Greenville». Añadió que no se disponía de inmediato de más información sobre el alcance de los daños del incendio.
Con información de Associated Press.
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