El inmigrante ilegal que, según las autoridades, confesó haber violado a una niña en Ohio, vivía en la misma casa que la menor, según el testimonio que se presentó ante el tribunal el 27 de julio.
La niña, de 10 años, vivía con Gerson Fuentes, el inmigrante ilegal, cuando se sometió a una entrevista forense el 23 de junio después de ser violada, dijo el detective del Departamento de Policía de Columbus Jeffrey Huhn en el tribunal del condado de Franklin.
Los fiscales utilizaron el detalle para argumentar que Fuentes, a quien se le concedió previamente una fianza de 2 millones de dólares pero que no la ha pagado, sea detenido sin fianza.
«Se trata de una niña de 10 años que está en el centro de esto, que no pidió nada de esto, que fue criada por este hombre que está manteniendo a su madre y a su familia», dijo Dan Meyer, un fiscal, al tribunal.
«Si el Sr. Fuentes saliera en libertad bajo fianza, habría graves problemas de seguridad para esa niña», añadió.
Bryan Bowen, que representa a Fuentes, afirmó después que no había pruebas de que su cliente representara un peligro para ninguna persona en particular.
«No hemos escuchado ninguna prueba presentada sobre ningún peligro que el Sr. Fuentes suponga para ninguna persona en particular o para la comunidad», dijo Bowen, argumentando que se debería conceder la fianza a Fuentes.
La jueza del condado de Franklin, Julie Lynch, denegó la fianza.
«Este hombre vivía en la casa con esta niña. Permitirle volver a ese hogar, el impacto traumático y psicológico sería inmerecido para una presunta víctima», dijo Lynch.
El trauma por el que pasó la niña es suficiente para que no vuelva a estar cerca de Fuentes, añadió Lunch.
La madre de la niña defiende a Fuentes
Una mujer identificada como la madre de la niña por Telemundo dijo a la emisora que Fuentes es inocente.
«Todo lo que están diciendo en su contra es mentira», dijo la mujer.
También dijo que su hija «está bien».
Más tarde, Daisy Torres, una vecina de la zona, dijo a Telemundo que la mujer mantenía una relación con Fuentes, y que la mujer está esperando un hijo con Fuentes.
Los intentos de contactar con la madre de la niña no han tenido éxito.
Coincidencia al 99.99 por ciento
Fuentes está acusado de dejar embarazada a la niña alrededor del 12 de mayo, y de violarla al menos una vez antes.
La madre de la niña informó a los servicios infantiles del condado de Franklin sobre el embarazo de su hija, y los servicios infantiles alertaron a la policía el 22 de junio, han dicho los detectives.
La madre de la niña la llevó a un centro de salud a finales de junio para determinar la edad de gestación del feto, según declaró Huhn el jueves ante el tribunal. La niña viajó a Indiana una semana después para abortar.
Los detectives recuperaron el feto abortado y lo compararon con el ADN tomado a Fuentes, que renunció a sus derechos.
Los resultados de las pruebas mostraron una coincidencia del 99.99%, dijo Huhn.
La niña también identificó a Fuentes como el violador al «llorar y asentir con la cabeza», declaró Huhn.
Fuentes se declaró inocente el 25 de julio.
Proveedor de abortos bajo investigación
La doctora Caitlin Bernard, la doctora de la Universidad de Indiana que practicó el aborto, está siendo investigada por el fiscal general de Indiana, Todd Rokita, según su abogado.
Kathleen DeLaney, la abogada, dijo a los medios de comunicación esta semana que Rokita envió una notificación al equipo legal de Bernard, alertando de la investigación.
«Estamos en el proceso de revisar esta información», dijo DeLaney en un comunicado. «No tenemos claro cuál es la naturaleza de la investigación y qué autoridad tiene para investigar a la doctora Bernard».
DeLaney y Rokita no respondieron a las solicitudes de comentarios.
La niña viajó a otro estado porque la ley de Ohio prohíbe los abortos después de que se detecte el latido del corazón del feto. La ley, sin embargo, contiene una excepción si la salud de la madre está en riesgo. Algunos funcionarios de Ohio han dicho que el caso de la niña habría encajado en la excepción.
DeLaney envió previamente una notificación de demanda por agravio a Rokita, el primer paso para demandarlo por presunta difamación. Un portavoz de Rokita respondió, diciendo que el aviso era «parte de una narrativa divisiva y un intento de distraer del importante trabajo de la oficina, incluyendo el deber de determinar si los profesionales han violado las normas de la práctica en su profesión, así como las leyes federales y estatales».
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