WASHINGTON—El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), dice que él y el presidente electo Donald Trump están trabajando en una estrategia para los primeros 100 días del gobierno entrante dominado por los republicanos.
«He estado hablando a diario con la Casa Blanca entrante… El presidente electo Trump y yo hablaremos sobre esto en profundidad este fin de semana antes del partido entre el Ejército y la Marina», dijo Johnson durante una conferencia de prensa el 10 de diciembre.
Se refería al partido de fútbol que se jugará el 14 de diciembre entre las dos academias militares rivales en el estadio Northwest de Landover, Maryland. Trump y Johnson tienen previsto asistir al partido.
El equipo de Trump ha señalado que espera aprobar reformas legislativas sustanciales en temas como seguridad fronteriza, política energética y política fiscal a pocos días de que Trump asuma el cargo.
Johnson dijo que los republicanos están listos para comenzar a implementar “una agenda de Estados Unidos Primero… desde el principio” luego de la transición de poder en enero.
Eso incluiría una «agenda muy agresiva para los primeros 100 días», dijo Johnson, haciendo referencia al «manual proverbial de jugadas» que los republicanos han estado preparando durante más de un año para implementar la legislación rápidamente.
Johnson no abordó cómo manejaría el liderazgo su escasa mayoría en la Cámara, que caerá a 217 escaños (por debajo del umbral de mayoría para una Cámara completa) en las primeras semanas del 119º Congreso debido a las renuncias de los designados por Trump.
Una mayoría tan estrecha todavía da a los republicanos una ligera ventaja sobre los demócratas y requeriría un apoyo prácticamente unánime del Partido Republicano para cualquiera de estas propuestas.
La tarea sería más fácil en la cámara alta, donde los republicanos entran con una mayoría mucho más segura de 53 escaños frente a los 47 de los demócratas.
En general, los grandes cambios legislativos sobre cuestiones controvertidas se estancan en el Senado, donde la mayoría de las leyes requieren una mayoría de 60 votos para avanzar a una votación sobre su aprobación final. Esto ha dejado históricamente a la cámara alta estancada en los proyectos de ley importantes, y el sistema dificulta la aprobación de leyes de amplio alcance.
Sin embargo, el sistema de conciliación presupuestaria ofrece una alternativa tentadora.
Bajo la reconciliación presupuestaria, la legislación directamente relacionada con los gastos e ingresos federales puede eludir el obstáculo de los 60 votos de la cámara alta: la legislación de reconciliación requiere solo una mayoría simple en ambas cámaras para aprobarse.
Tradicionalmente, el proceso sólo es viable cuando un partido controla una trifecta de la Cámara de Representantes, el Senado y la Casa Blanca, una situación vista por última vez durante el 117º Congreso dominado por los demócratas que abrió el mandato del presidente Joe Biden.
Los republicanos de la Cámara de Representantes y el propio Trump están presionando para que los primeros 100 días incluyan la aprobación de un proyecto de ley de reconciliación presupuestaria integral que incluya políticas fronterizas, energéticas e impositivas, todos pilares de la campaña de Trump para 2024.
Stephen Miller, el próximo subdirector del gabinete de Trump, dijo que el equipo del presidente electo está trabajando con el líder entrante de la mayoría del Senado, John Thune (R-S.D.) y el senador Lindsey Graham (R-S.C.) para diseñar «la inversión en seguridad fronteriza más significativa en la historia de Estados Unidos».
En un posteo en X, Graham describió su «máxima prioridad» como «asegurar una frontera rota».
«El proyecto de ley será transformador, se pagará y se aprobará primero», dijo Graham, haciendo referencia al apoyo para aprobar la legislación fronteriza antes de pasar a otros temas.
Miller dijo que el proyecto de ley fronterizo incluiría «un aumento masivo de oficiales de ICE [Servicio de Inmigración y Control de Aduanas]» para llevar a cabo los planes de Trump para una operación de deportación masiva, «un aumento histórico de agentes fronterizos», un aumento salarial para ICE y agentes fronterizos, y fondos relacionados con una serie de otras inversiones fronterizas relacionadas con barreras, camas de detención, tecnología y personal.
Miller dijo que espera que dicho proyecto de ley pueda llegar a la oficina de Trump en enero o principios de febrero.
Posteriormente, dijo Miller, Thune planea avanzar «inmediatamente» hacia un proyecto de ley de reconciliación de reforma fiscal.
Esto incluiría disposiciones sobre la deducción de impuestos estatales y locales (SALT), a la que Trump ha expresado su apoyo, reformas en materia de impuestos corporativos y políticas comerciales, y en el sector manufacturero.
«Nadie está siquiera hablando o considerando retrasar» ese proyecto de ley fiscal, dijo Miller.
El objetivo, dijo, era aprobar estos proyectos de ley en tan sólo unos días después de la juramentación de Trump el 20 de enero.
Este enfoque de dos partes, respaldado por Thune —que tendrá un poder significativo sobre lo que se discutirá en el pleno y cuándo— y aparentemente por Trump, ha enfrentado cierto rechazo entre los republicanos de la Cámara de Representantes.
Eso incluye al presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Jason Smith (R-Mo.), quien dijo que los paquetes fronterizos e impositivos deberían aprobarse como una sola unidad.
El enfoque de «todo en uno» podría obligar a los posibles oponentes de uno u otro proyecto de ley a emitir un voto de todo o nada. Algunos dijeron que esto puede facilitar su aprobación.
Por otro lado, como los republicanos tienen sólo una pequeña mayoría entrante en la Cámara, incluso un puñado de desertores podría hundir los proyectos de ley si otros republicanos se unen a las demandas de Smith de un paquete todo en uno.
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