Legendario capo colombiano socio de Pablo Escobar es liberado en EE. UU. tras 25 años en prisión

Por Estela Hernandez
06 de diciembre de 2024 6:30 PM Actualizado: 06 de diciembre de 2024 6:30 PM

Un legendario narcotraficante, socio de Pablo Escobar y miembro de una de las familia de narcotraficantes más conocida en Colombia, los Ochoa Vásquez, fue liberado esta semana tras cumplir una sentencia de 25 años de 30 en EE. UU. por delitos de conspiración, trata de personas, delincuencia y distribución de cocaína.

Se trata del menor de los Ochoa, Fabio Ochoa Vásquez, miembro del Cartel de Medellín, quien fuera capturado en 1999 en Medellín, en una redada de la policía colombiana y las autoridades estadounidenses, para ser extraditado en 2001 a Estados Unidos y sentenciado a 30 años de prisión.

El excapo recuperó su libertad el martes 3 de diciembre después de purgar una condena de más de dos décadas por narcotráfico en una cárcel estadounidense y se espera que sea deportado a su natal Colombia, según el Buró de Prisiones de Estados Unidos.

El Cartel de Medellín fue una organización criminal de Colombia dedicada al tráfico de cocaína, terrorismo y diversas actividades criminales.

Fabio, Juan David y Jorge Luis Ochoa, junto con Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha (alias “el mexicano”) y Carlos Lehder fundaron en los años 80 el Cartel de Medellín. De 1978 a 1988, el cartel tuvo un gran crecimiento en los aspectos económicos, político y militar, según afirma una análisis de Carlos Medina Gallego.

Según el autor, las fortunas de los principales jefes del cartel crecieron de manera desproporcionada por las altas ganancias obtenidas del negocio del narcotráfico.

“Entre el 70 y el 80% del negocio de la coca lo controlaban los carteles de Colombia. Se considera que para mediados de la década de los ochenta el 10% del PIB provenía de recursos del narcotráfico”, informa el autor.

Cuando en 1999 el menor de los Ochoa fue capturado en Colombia, su familia comenzó con una serie de apelaciones judiciales para intentar demostrar que su hermano era inocente, no obstante todos los esfuerzos de la familia fueron en vano. El entonces presidente de Colombia, Andrés Pastrana, aprobó la extradición de Fabio a los Estados Unidos, informó The New York Times (NYT).

La familia del capo afirmaba que el menor de los Ochoa ya había pagado por sus crímenes pasados cuando se entregó voluntariamente a las autoridades colombianas bajo la premisa que no sería extraditado a EE. UU. y que Fabio era inocente de los nuevos crímenes que se le imputaban.

Fabio se había entregado en 1990 a las autoridades colombianas, mismo año en que el Cartel de Medellín comenzó a presionar de forma violenta al gobierno de Colombia para evitar la extradición de Pablo Escobar y otros líderes del narcotráfico, entre ellos los hermanos Ochoa, que en conjunto fueron conocidos como “Los extraditables”. Este grupo era responsable de los asesinatos de docenas de funcionarios gubernamentales y de sobornar a otros, informó la Administración para el Control de Drogas de EE.UU. (DEA) en sus anales de la primera parte de la década de 1990.

Poco tiempo después de que Fabio se entregara, en enero de 1991, su hermano Jorge Luis también se entregó a la Policía Nacional de Colombia (PNC). En febrero de 1991, el tercer hermano de los Ochoa, Juan David, también se entregó a las autoridades.

En julio de 1991, el Congreso colombiano finalmente aprobó una nueva constitución que prohibía la extradición de colombianos, esto resultó ser una gran victoria para el Cartel de Medellín, registra el mismo documento.

En 1996, Fabio recuperó su libertad tras beneficiarse de una reducción de su pena, cumpliendo con las condiciones establecidas al entregarse a las autoridades y admitir su implicación en el narcotráfico.

Una vez liberado, Fabio reanudó sus actividades ilegales de tráfico de drogas, según las autoridades estadounidenses. Fue detenido nuevamente en 1999 por una orden de Estados Unidos y extraditado dos años después.

En Colombia las autoridades han ocupado bienes inmuebles valuados en miles de millones de pesos que fueron adquiridos por Ochoa Vásquez con testaferros.

Richard Gregorie, un fiscal federal retirado que formó parte del equipo de la fiscalía que condenó a Ochoa en Estados Unidos, dijo que las autoridades nunca pudieron confiscar todas las ganancias ilícitas de la familia Ochoa por drogas y que espera que Ochoa tenga un bienvenido regreso a casa.

“No se jubilará como un hombre pobre, eso es seguro”, dijo Gregorie a The Associated Press.

Richard Klugh, un abogado de Ochoa en Miami, se negó a hacer comentarios.

Con información de The Associated Press

Siga a Estela Hernández en X: @HGLauraEstela


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí


Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.