A partir del lunes, cualquier persona que entre en un centro comercial, un gimnasio, un salón de manicura, un teatro o un negocio similar de Los Ángeles deberá mostrar primero una prueba de vacunación contra el COVID-19, ya que la orden de vacunación de la ciudad entra oficialmente en vigor.
Algunos negocios dijeron a los medios de comunicación locales que intentarán hacer cumplir la orden.
«Intentaremos hacerla cumplir lo mejor que podamos», dijo Julian Andrei, fundador y socio gerente de Strada Eateria And Bar, a la NBC. «Si alguien, por alguna razón, olvida su prueba de vacunación, entonces podemos sentarlo en nuestro patio o en el patio delantero», añadió.
Antes de que al orden entre en vigor, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, afirmó que aumentaría las tasas de vacunación en el condado de Los Ángeles.
«Vacunar a más angelinos es nuestra única forma de salir de esta pandemia, y debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para seguir aumentando esas cifras», dijo Garcetti, según The Associated Press.
Los grupos comerciales dicen que la orden de la ciudad sembrará la confusión porque las propias normas de vacunación del condado de Los Ángeles —que se aplican a docenas de comunidades circundantes— son menos amplias. Las ciudades pueden aprobar normas más estrictas que las del condado.
«Hay una tremenda falta de claridad», dijo a Associated Press Sarah Wiltfong, directora de políticas de la Federación de Empresas del Condado de Los Ángeles. Por ejemplo, la mayoría de las tiendas están exentas. «Pero se incluyen los centros comerciales y las galerías comerciales, que por supuesto incluyen las tiendas», dijo.
El acoso a los trabajadores encargados de verificar la vacunación es la principal preocupación de los miembros de la federación empresarial, dijo Wiltfong.
«Esto pone a los empleados en una posición de posible conflicto, cuando no están necesariamente capacitados para manejar situaciones como esa», dijo.
Las nuevas normas surgen después de que el Ayuntamiento de Los Ángeles aprobara una ordenanza hace varias semanas. También afecta a restaurantes, bares, salas de conciertos, centros de convenciones, salas de poker, áreas de juegos, museos e instalaciones municipales. Las personas que declaren estar exentas por motivos médicos o religiosos podrán presentar un resultado negativo de la prueba por COVID-19 realizada durante las 72 horas anteriores.
Además de Los Ángeles, varias ciudades de California, incluida San Francisco, también han impuesto la obligación de presentar una prueba de vacunación para entrar en restaurantes, gimnasios, teatros y lugares similares. La ciudad de Nueva York se convirtió probablemente en la primera de Estados Unidos en imponer la vacunación, cuya aplicación comenzó a mediados de septiembre.
Los que se oponen a las órdenes de vacunación dicen que estos sistemas crearán una sociedad de dos niveles que castigará injustamente a los que decidan no vacunarse. Mientras tanto, varios estudios han demostrado que las personas totalmente vacunadas pueden seguir transmitiendo el COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), a otras personas totalmente vacunadas, aunque los funcionarios de salud pública han dicho que las vacunas pueden proteger a los receptores de sufrir una enfermedad grave o la muerte.
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