Dos policías que se tomaron selfies sonriendo en un sitio conmemorativo de Elijah McClain, un hombre negro que murió bajo custodia policial el año pasado, fueron despedidos y un tercero renunció antes de que lo despidieran.
Un cuarto policía que vio la foto y respondió «jaja» en un mensaje de texto también perdió su trabajo, anunció el viernes la jefa interina de la policía de Aurora, Vanessa Wilson.
«No hay absolutamente nada divertido en esto», dijo Wilson a los periodistas en una conferencia de prensa.
Wilson dijo que en las fotografías que tomaron los oficiales ellos aparecían sonriendo en el monumento conmemorativo de McClain. Uno de ellos aparecía recreando un estrangulamiento que los oficiales usaron con McClain, quien murió varios días después de ser detenido.
«Estoy disgustada hasta la médula», dijo la jefe de policía.
Erica Marrero y Kyle Dittrich fueron despedidos por estar en las fotografías. Jaren Jones renunció antes de que lo despidieran, dijeron los oficiales. Jason Rosenblatt, uno de los oficiales que detuvo a McClain el año pasado, fue despedido por recibir la foto y responder con risas.
Los cuatro se hallaron culpables de conducta impropia de un policía.
Las fotografías fueron tomadas el 20 de octubre de 2019, unos dos meses después de la muerte de McClain. Su muerte está siendo investigada por el FBI, el Departamento de Justicia y la oficina del fiscal general del estado.
Un quinto oficial que recibió una de las fotografías pasó meses luchando para decidir qué debía antes de enviarla a los superiores.
Wilson se enteró de las fotografías el 25 de junio e inmediatamente ordenó una investigación de asuntos internos. Los policías recibieron una licencia administrativa paga mientras se llevaba a cabo una investigación acelerada.
Los policías fueron despedidos el viernes. Ellos se defendieron argumentando que intentaban animar a un amigo enviando las fotografías, según el jefe de policía.
Los policías no presentaron ninguna información a su jefa para su consideración antes de que ella los despidiera oficialmente después del período de espera de 72 horas. Ellos pidieron una junta de revisión de la investigación del caso, pero Wilson negó esa petición.
«Nada me iba a hacer cambiar de opinión sobre el despido, por lo que les negué su derecho a una junta de revisión de la investigación, y estoy legalmente capacitado para hacerlo», dijo Wilson.
Wilson describió las imágenes como «muy perturbadoras» y se detuvo durante la conferencia de prensa para recoger sus emociones. Dijo que retrasó la charla sobre el caso porque quería reunirse con la madre de McClain para mostrarle las fotos, una reunión que tuvo lugar el viernes anterior.
Wilson se disculpó con la familia McClain y con los departamentos de policía de todo el país, destacando cómo un oficial se presentó con las fotografías.
«Sabemos que hay policías que tienen integridad. Entienden el deber y entienden el honor. Estos cuatro no lo entienden», dijo.
Si algún policía no está de acuerdo con la decisión de despedir a los policías, añadió, ella aceptará con gusto sus renuncias.
La Junta Directiva de la Asociación de la Policía de Aurora dijo que la investigación interna se llevó a cabo «de una manera nunca antes vista», donde se le ordenó a los oficiales dar entrevistas con poca antelación, lo que hace difícil prepararse adecuadamente.
También se confiscaron los teléfonos de los oficiales y el proceso de revisión de archivos fue abreviado y defectuoso, dijo la junta del sindicato de la policía en un comunicado, calificando la investigación como una violación de los derechos de los oficiales al debido proceso.
«Un caso estándar de asuntos internos lleva varios meses. Este caso tomó nueve días. Esta investigación es un juicio apresurado», dijo la junta, pidiendo que Wilson sea retirado de la consideración de ser el jefe de policía permanente.
Cuando se le preguntó sobre las críticas, Wilson dijo a los periodistas: «Es mi prerrogativa, y el clamor público y la petición de justicia para Elijah, y solo lo absoluto —no merecen llevar una placa nunca más».
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