El gobernador de Ohio, Mike DeWine, trasladó a su Guardia Nacional para ayudar a los hospitales y centros médicos del sureste del estado, dado que el número de nuevos casos de COVID-19 sigue siendo alto.
DeWine anunció la decisión el 24 de enero mientras persistían en Ohio las condiciones de nieve y bajas temperaturas y en un momento en que el presidente Joe Biden está retirando su orden de vacunación para las grandes empresas que tienen 100 empleados o más.
Los recursos de los centros de prueba de detección de COVID que se cerraron en Ohio se desplazaron para apoyar a hospitales o misiones de la Guardia en otras partes del estado.
La Guardia está ofreciendo a partir del 26 de enero apoyo en todas las regiones de Ohio, ya sea para los sitios de prueba o para la asistencia de los hospitales.
DeWine desplegó por primera vez a los miembros de la Guardia Nacional de Ohio para ayudar en los hospitales a mediados de diciembre de 2021 y aumentó el número unas semanas después.
Hay un poco más de 2000 miembros de la Guardia en todas las instalaciones médicas para ayudar a aliviar la carga de trabajo entre los trabajadores de la salud del estado.
Los cambios en el despliegue de Ohio incluyen un nuevo apoyo a los centros de pruebas en Cincinnati y Springfield, después que recientemente se cerraran dos centros en el noreste.
Por primera vez se trasladó la Guardia al Hospital Miami Valley de Premier Health en el centro de Dayton, a las instalaciones del Hospital Infantil de Dayton en Springfield y a través de todo Cincinnati.
El recuento diario de pacientes de COVID-19 en los hospitales de Ohio –incluidos los de cuidados intensivos– por segunda semana consecutiva descendieron, un signo alentador de que la oleada de la variante ómicron está llegando a su fin, al menos en el noreste del estado.
Además, el recuento diario en las hospitalizaciones de Ohio descendió todos los días de la semana pasada.
Entre semana y semana el recuento del 22 de enero (5376) fue menor que el del 15 de enero (6285), con una disminución de 909 pacientes.
La Guardia y la Fuerza de Defensa del Estado mantienen su apoyo en todo el estado en respuesta a la pandemia, con casi 2500 miembros del servicio ejecutando 10 misiones activas, incluyendo vacunaciones y servicio en almacenes y prisiones.
«La Guardia continúa su misión de apoyo a los hospitales más afectados del estado, ya que las tasas de casos de COVID-19 se dispararon, llevando las hospitalizaciones y los ingresos en la UCI este mes a sus niveles más altos en toda la pandemia».
La variante ómicron sigue siendo alta en el estado (2154 casos por cada 100,000 residentes), excepto en el noreste de Ohio, donde ha descendido.
Por su parte los funcionarios de salud y la dirección de los hospitales expresaron su optimismo de que la variante ómicron haya alcanzado su nivel máximo en el condado de Cuyahoga, donde el 30 de diciembre lideraba en los casos con 3023 nuevas infecciones por cada 100,000 residentes, según el departamento de salud.
El 20 de enero, el departamento informó de una media de 2154.8 casos por cada 100,000 personas, superando los 1883.8 casos de la semana pasada.
El condado de Cuyahoga, que cubre el área del Gran Cleveland, registró 939.5 casos positivos por cada 100,000 personas, en comparación con los 1551 casos de la semana pasada.
Como resultado de la disminución de la demanda, los centros de pruebas detección COVID del recinto ferial del condado de Stark, en Canton y del Centro Walker, en Cleveland, cerraron el fin de semana del 22 al 23 de enero.
El centro de pruebas del condado de Summit en Akron cerró el 16 de enero.
Los cambios en el despliegue de la Guardia incluyen un nuevo apoyo a los lugares de pruebas de detección en Cincinnati y Springfield, después que los dos sitios en el noreste de Ohio cerraran recientemente.
El número de muertes del estado desde el comienzo de la pandemia, a principios de 2020, asciende a 31,987 hasta el 23 de enero, según las cifras del departamento de salud.
Esta cifra se dio a conocer después de un número de víctimas comparativamente grande, 1065, reportado la semana pasada. Las tres semanas anteriores, Ohio informó de 850, 625 y 727 muertes por COVID-19, respectivamente.
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