El máximo responsable de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo a los periodistas que el departamento «no tenía conocimiento de ninguna amenaza específica y creíble en este momento relacionada con el 6 de enero de 2022», un año después de que una multitud de manifestantes irrumpieran en el edificio del Capitolio.
«Pero, al mismo tiempo, estamos operando en un nivel elevado de vigilancia porque estamos en un nivel elevado de amenaza. La amenaza de los extremistas violentos domésticos es muy grave», dijo el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, a los periodistas en una conferencia telefónica del 4 de enero, obtenida por USA Today.
El jefe de la policía del Capitolio de EE.UU., Tom Manger, dijo a los periodistas el martes que, aunque la policía del Capitolio está al tanto de varios eventos previstos para el jueves, no hay «ninguna información que indique que vaya a haber problemas».
Manger también indicó que hubo «más de 8000» amenazas el año pasado, frente a las 4000-5000 de unos años antes, en forma de llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes en las redes sociales.
En un proyecto de ley aprobado en julio de 2021, el Congreso asignó 300 millones de dólares para mejorar las medidas de seguridad en el Capitolio. El presupuesto de 300 millones de dólares «se centró simplemente en ventanas y cámaras», según el arquitecto del Capitolio, Brett Blanton.
Con otro presupuesto se repararon las ventanas dañadas durante la irrupción del Capitolio el 6 de enero de 2021, a la vez que se colocaron refuerzos en las puertas junto con mejoras en la iluminación de seguridad y sistemas eléctricos para la detección de vigilancia, declaró Blanton.
La Policía del Capitolio fue objeto de críticas recientemente por «deficiencias graves en la planificación operativa, la inteligencia, la dotación de personal y el equipamiento», según el testimonio del jefe de policía el 5 de enero (pdf) ante el Senado.
De las 103 recomendaciones emitidas por el inspector general, la Policía del Capitolio «implementó y/o abordó más de 90 de ellas», dijo Manger a continuación.
Basándose en las recomendaciones del Comité de Reglas y Administración, la Policía del Capitolio pondrá en práctica mejoras en la formación y la comunicación, entre otras medidas.
Mientras que los legisladores demócratas han impulsado la narrativa de que la irrupción del 6 de enero fue una «insurrección» liderada por los partidarios del expresidente Donald Trump, el propio Trump, a través de sus abogados, ha negado que haya incitado a la violencia. Durante un discurso del 6 de enero de 2021, el exmandatario pidió a los manifestantes que «pacífica y patrióticamente se hicieran oír [sus] voces”.
Trump canceló su rueda de prensa en Mar-a-Lago, previamente programada para el jueves, cuando se cumple un año del incidente en el Capitolio.
«A la luz de la total parcialidad y deshonestidad del Comité no electo del 6 de enero de los demócratas, dos republicanos fracasados y los medios de comunicación de las noticias falsas, estoy cancelando la conferencia de prensa del 6 de enero en Mar-a-Lago el jueves, y en su lugar discutiré muchos de esos temas importantes en mi mitin el sábado 15 de enero en Arizona (…) ¡Será una gran multitud!», dijo en una declaración.
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