Nueva ley permite que los delincuentes actúen como jurados en California

Por CHRIS KARR
05 de diciembre de 2019 1:23 PM Actualizado: 05 de diciembre de 2019 1:23 PM

Una nueva ley estatal permitirá que los delincuentes actúen como jurados de California a partir del 1 de enero de 2020.

La ley, introducida por la senadora Nancy Skinner (D-Berkeley), no se aplicará a los delincuentes convictos que están actualmente en libertad condicional o a aquellos que están registrados como delincuentes sexuales.

Desde el punto de vista de Skinner, esta ley «asegurará que los jurados de California sean una muestra representativa de nuestras comunidades. Las personas con antecedentes penales tienen derecho a votar en California. No hay ninguna razón legítima por la que se les deba prohibir servir como jurado».

James Binnall, profesor de Derecho, Criminología y Justicia Penal en CSU Long Beach, expresó su apoyo a la legislación al intentar testificar antes en el Comité Judicial del Senado y el Senado del Estado de California.

«Mi experiencia personal es parte de mi testimonio», dijo a The Epoch Times, añadiendo que «probablemente no hay nadie en el país que sepa más de esto que yo».

Fundamentalmente, Binnall entiende el asunto desde ambos lados.

Antes de trabajar como abogado defensor en varios casos de homicidio en San Diego, antes de ser autor de una variedad de artículos de varias revisiones de leyes y revistas de ciencias sociales, y antes de ser reconocido como uno de los principales académicos sobre la exclusión de jurados de delitos graves, Binnall estuvo tras las rejas.

En 1999, Binnall fue condenado por homicidio en un incidente en el que iba conduciendo ebrio y que resultó en la muerte de su amigo y pasajero.

Durante su libertad condicional, asistió a la Escuela de Derecho Thomas Jefferson y se graduó la misma semana en la que cumplió su sentencia de siete años.

Cuando se le preguntó cuánto tiempo estuvo en prisión, Binnall no dudó en responder: «Cuatro años, un mes y seis días».

Pero en 2009, Binnall recibió una citación para formar parte de un jurado en la misma sala en la que regularmente cumplía con su deber como abogado defensor.

Mientras llenaba el cuestionario estándar, tuvo que revelar que había sido condenado por un delito grave. En el estado de California, esto significaba que se le prohibía servir como miembro del jurado, de por vida.

«Me tomó por sorpresa», dijo Binnall. «Estaba al tanto de las consecuencias colaterales, pero supongo que no era consciente de ésta».

El comisionado del jurado le aconsejó a Binnall que se pusiera en contacto con su congresista, pero en lugar de obtener una respuesta, él se enfrentó a un período de investigación exhaustiva.

«Revisé los estados donde se puede ser un abogado licenciado con una condena por delito grave y en todos los estados a donde vayas permanentemente serás excluido del servicio de jurado», dijo. «En ese momento, habían 29 estados del sistema federal [donde] tenías permitido ser un abogado con una condena por un delito grave (…) pero no te permitían volver a actuar como jurado, lo que me pareció increíblemente extraño».

Desde entonces, Binnall estima que ha realizado al menos ocho estudios independientes para investigar este tema en particular. Las principales conclusiones de más de una década de trabajo se presentarán en su próximo libro, «20 millones de Hombres Enojados: La exclusión de los condenados como jurados americanos».

En cuanto a las complicaciones potenciales de los criminales convictos al actuar como jurados, Binnall afirma: «No he encontrado ninguna».

Sin embargo, hay beneficios notables al tener exconvictos en los jurados, incluyendo la diversidad de perspectivas en el propio jurado y la «corroboración de la reforma», como dice Binnall, para el exconvicto.

«Esto les ayuda a superar ese pasado criminal en la medida en que se certifica que, de hecho, ya cambiaron y que son ciudadanos con el pleno derecho a actuar como tal», dijo. «Desde el punto de vista de la política, [excluir a los exconvictos de servir como jurados] realmente no tiene ningún sentido».

«Ellos pusieron la palabra ‘rehabilitación’ al final del Departamento de Corrección y Rehabilitación de California,» dijo Geri Silva, una organizadora de Proyecto de una Oportunidad Justa, a The Epoch Times. «Cuando la gente sale de la cárcel, no regresa a casa hasta que esté rehabilitado (…) Es extremadamente importante que se restablezcan sus derechos civiles, que se les permita actuar como jurados».

Según un estudio de 2017 realizado por CalMatters, uno de cada cinco hombres afroamericanos en California no puede actuar como jurados debido a una condena previa por un delito grave.

«Creo que al implementarse esta [ley] se va a tener un impacto en la composición racial de los jurados», dijo Binnall.

«Permitimos que una muestra representativa de la sociedad forme parte de un jurado», agregó Silva. «Algunas personas podrían ser objetables a que la policía esté en jurados, sintiendo que están en contra del acusado, y que están en jurados.»

«Permitimos que una muestra representativa de la sociedad forme parte de un jurado», agregó Silva. «Algunas personas podrían objetar que la policía esté en los jurados, porque sienten que están ellos están predispuestos contra el acusado, y actúan como jurados».

Desde la perspectiva de Binnall, este punto de vista es «equivocado» y no difiere de «usar un hacha de guerra donde probablemente deberías haber usado un bisturí».

«Siempre hemos aceptado que las personas con delitos menores actúen como tal, y nunca hemos cuestionado su aptitud basada en los delitos menores», dijo. «Por lo tanto, puedes extender ese argumento (…) hasta su conclusión lógica a cualquiera que haya tenido una citación por tráfico. No creo que sea una medida apropiada para saber si puede ser apto o no [para ser jurado]».

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