Pareja «impulsada por la fe» adopta a 3 hermanos de acogida temporal convirtiéndose en familia de 8

Por Louise Bevan
05 de marzo de 2022 5:47 PM Actualizado: 05 de marzo de 2022 5:47 PM

Impulsada por la fe, una pareja de Texas con tres hijos biológicos adoptó a tres hermanos de un hogar de acogida, pasando de ser una familia de cinco a una de ocho.

Sin embargo, en medio de todos los momentos de caos que supone un hogar con seis hijos, el hogar de la familia Mills que vive en Abilene, Texas, está lleno de amor hasta la médula.

Los hermanos Xavier, de 10 años, Marie, de 9, y Cristian, de 8, se unieron a la familia de cinco —compuesta por los padres Jake y Erin Mills y sus tres hijos biológicos, Kennedi, de 13 años, Joshua, de 8, y Hannah, de 6— después de ser adoptados oficialmente el 23 de diciembre de 2021. La pareja dice que sabía que era para siempre, incluso antes de conocer a los hermanos que llaman cariñosamente «el trío».

(Izq. – Der.): Cristian, Joshua, Xavier, Jake, Erin, Kennedi, Marie y Hannah Mills. (Cortesía de Micah Schmidt/Double Knot Photography vía Jake Mills)

El matrimonio Mills aún estaba en proceso de convertirse en padres de acogida o adopción temporal con licencia en el estado de Texas cuando recibieron la llamada de su agencia de adopción.

«Los derechos de su mamá biológica acababan de terminar», explicó Jake a The Epoch Times, «y la agencia sabía que sería muy difícil encontrar a una familia que quisiera adoptar un grupo de hermanos de tres niños mayores. Pensaron que podríamos ser una buena opción».

Había poco tiempo, pero Jake, misionero y pastor desde hace 17 años, y Erin, profesora, misionera y ama de casa, tuvieron tiempo para orar y pedir consejo a amigos y mentores antes de tomar la decisión que les cambiaría la vida.

(Izq.-Der.) Delante: Cristian, Xavier, Marie; atrás: Hannah, Kennedi en la sala. (Cortesía de Micah Schmidt/Double Knot Photography vía Jake Mills)

Xavier, Marie y Cristian llevan toda la vida entrando y saliendo de hogares de adopción temporal. Su padre biológico estaba ausente, y su mamá biológica sufría enfermedades mentales y adicción a las drogas. Falleció por sobredosis unas semanas después de perder la custodia de los niños en el verano de 2021.

Sin embargo, a pesar de su impacto —los recuerdos de haber vivido en una casa rodante con su mamá biológica, de haberse quedado solos en casa durante días, de haber asistido a siete escuelas diferentes y a muchos hogares de adopción temporal—, los tres niños estaban «milagrosa y notablemente sanos», dijo Jake.

«Nos comprometimos a no causar más rechazo en la vida de estos preciosos niños, así que sabíamos que tendríamos que comprometernos plenamente antes de que se enteraran que estábamos interesados en adoptarlos», explicó la pareja. «Nuestra agencia organizó un fin de semana de «respiro» en el que llevamos a los niños, para dar un respiro a la otra familia de acogida. Sinceramente, en ese momento ya habíamos pensado que Dios quería que los adoptáramos».

La familia haciendo el juramento. (Cortesía de Micah Schmidt/Double Knot Photography vía Jake Mills)

Los hijos biológicos de Jake y Erin, Kennedi, Joshua y Hannah, estaban muy contentos cuando se enteraron de la adopción. Joshua, en particular, quería tener más hermanos.

«Hemos intentado criarlos para que vivan con los brazos abiertos y compartan sus vidas con los más necesitados», dijo Jake, «así que cuando les contamos la situación de los tres, se les salían las lágrimas y decían: ‘¡Tenemos que adoptarlos!'».

Un par de semanas después, la familia le anunció a los tres niños que habían encontrado un hogar definitivo. Erin, que fue adoptada cuando era un bebé en una maravillosa familia, compartió fotos del proceso oficial de adopción en Facebook, con la siguiente descripción: «Nos sentimos muy bendecidos (…) los niños son un regalo del Señor, no importa el camino que tomen hasta su casa».

Apoyo de la iglesia y la comunidad. (Cortesía de Micah Schmidt/Double Knot Photography vía Jake Mills)

Los ocho estaban muy emocionados el día del juicio, dijo Jake, y fue «un gran acontecimiento» para el feliz trío que les cambiara el apellido por el de Mills. Luego vino la tarea de integrar a los hermanos adoptados en su hogar familiar.

«Algunos de los momentos más sorprendentes han sido las cosas que los niños han dicho durante todo el proceso», explicó Jake a The Epoch Times. «Cuando les dijimos que íbamos a adoptarlos, y les explicamos lo que eso significaba, Xavier lloró y dijo: ‘¡Estoy muy feliz de no tener que ser un niño de acogida sin familia nunca más!’.

«El día que se mudaron, en la cena en la que hacíamos ‘altos y bajos’, Cristian dijo: ‘Mi alto es que vinimos aquí, y no es por una semana o un fin de semana; es para siempre. Estoy orgulloso de haber sido paciente, porque he sido muy paciente para venir aquí'».

Los Mills con el juez Rotenberry. (Cortesía de Micah Schmidt/Double Knot Photography vía Jake Mills)

Jake también se emocionó en algunos de los primeros momentos juntos, como la primera vez que Marie le preguntó si podía sentarse en su regazo durante una película, la primera vez que cada niño dijo que amaba a sus padres adoptivos y la primera vez que le dijeron que era el «mejor padre del mundo». Sin embargo, admite que en la adopción «no todo es como arco iris y algodón de azúcar»; aunque la gracia abunda, también hay muchos retos.

Por frustración o rabia, los hermanos adoptados han lanzado duras palabras hacia sus nuevas hermanas y hermano, a veces han dicho mentiras y han luchado por superar los mecanismos de supervivencia que habían tenido toda su vida.

Los Mills opinaron: «Con un historial de maltratos a sus espaldas, uno puede imaginarse por qué harían por defecto todo lo posible para evitar el conflicto y la confrontación. Estos preciosos niños no han estado antes en una familia como la nuestra; les ha tomado algún tiempo acostumbrarse a tener reglas y límites, aunque nunca han vacilado en su deseo de estar en nuestra familia».

(Izq. – Der.): Marie, Xavier, Kennedi, Joshua, Cristian y Hannah. (Cortesía de Micah Schmidt/Double Knot Photography vía Jake Mills)

La pareja asegura que el viejo adagio es cierto: se necesita un pueblo. Con el inmenso apoyo de sus padres y de su iglesia, han encontrado rutinas que les funcionan, en las que la contribución de los propios niños—que colaboran en las tareas— es fundamental.

Con su fe cristiana compartida, la familia Mills, conformada por 8 integrantes, también mantiene a Dios en el centro de su hogar y en todo lo que hacen. Leen la Biblia juntos todas las noches, se turnan para rezar durante la cena y asisten a la iglesia los domingos y los miércoles.

Firmes creyentes en lo que llaman «paternidad conectada», Jake y Erin trabajan para crear confianza con todos sus hijos, admitiendo que es «un poco más fácil con los niños que han estado en su casa toda la vida (…) con los adoptados, uno tiene que trabajar más».

(Cortesía de Katie Earls vía Jake Mills)

Una de las formas en las que la pareja fomenta la confianza es turnándose para acompañar a sus tres hijos, o a sus tres hijas, en una salida mensual a un restaurante favorito para pasar un crucial «tiempo a solas». Es una oportunidad para pasar tiempo de calidad escuchando y haciendo preguntas, explicó Jake.

Después de vivir en tres lugares diferentes durante 13 años —China, Wisconsin (donde nació su interés por la acogida) e Illinois— Erin y Jake regresaron a Abilene en 2021. Jake es parte del personal de la Iglesia Beltway Park, y Erin es Directora de Compromiso del Ministerio de Acogida y Adopción de Beltway, y de un nuevo ministerio llamado Foster325.

Hasta la fecha han acogido a seis niños.

(Cortesía de Katie Earls vía Jake Mills)

Después de una experiencia tan enriquecedora y gratificante, los Mills animan a otros a considerar la posibilidad de convertirse en padres de adopción temporal. «Nuestro mundo está lleno de niños que necesitan un hogar, es una crisis de proporciones épicas», dijeron, agregando que su propio proceso para llegar a la adopción nunca habría sucedido sin Dios.

«Nuestra fe es lo que nos impulsa a correr este riesgo, y es lo que nos da la fuerza para llevarlo a cabo», explicó Jake. «Dios está con nosotros en todo momento, en los días buenos y en los malos, cuando tenemos éxito y cuando fracasamos, cuando nos sentimos expertos y cuando nos sentimos unos completos inexpertos».

«No esperamos que Dios nos saque de los momentos difíciles», reflexionó el padre de 6 hijos; «esperamos que nos guíe a través de ellos, como familia, juntos».


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.