Las píldoras anticonceptivas pueden reducir el tamaño del cerebro, aumentar la ira y la depresión

Los impactos del control de la natalidad por vía hormonal han suscitado preocupación, aunque muchas mujeres no lo saben

Por GREENMEDINFO
04 de febrero de 2020 8:04 PM Actualizado: 05 de agosto de 2020 6:45 PM

Las píldoras e inyecciones anticonceptivas, recetadas con regularidad, tienen efectos secundarios conocidos que son poco discutidos. Las investigaciones han descubierto otras posibles consecuencias que aún no son oficiales, pero que suscitan serias preocupaciones.

Las mujeres que surten una receta de Ortho Tri-Cyclen, una forma popular de control de la natalidad por vía oral, notarán que el paquete de píldoras incluye un extenso folleto que detalla los riesgos graves, junto con los efectos secundarios que se consideran «no graves», como náuseas, vómitos, sangrado entre los ciclos menstruales, aumento de peso, sensibilidad en los senos y dificultad para usar lentes de contacto.

Un estudio sobre las píldoras anticonceptivas encontró riesgos que aún no se detallan en estos folletos, pero que son preocupantes. Presentado en diciembre de 2019 en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte, el estudio, aún no publicado, descubrió que las mujeres que tomaban píldoras anticonceptivas tenían un volumen de hipotálamo significativamente menor, en comparación con las mujeres que no tomaban la píldora.

Situado en la base del cerebro por encima de la glándula pituitaria, el hipotálamo es responsable de funciones corporales esenciales, como la producción de hormonas, estado de ánimo, apetito, regulación de la temperatura corporal, calidad del sueño y frecuencia cardíaca. Esta pequeña pero importante región del cerebro también es responsable de la regulación de las respuestas emocionales o del estado de ánimo, así como del impulso sexual.

Las píldoras anticonceptivas están relacionadas con la reducción del cerebro

En este revelador estudio, un equipo de investigadores encabezado por el Dr. Michael L. Lipton, profesor de radiología del Centro de Investigación de Resonancia Magnética Gruss de la Facultad de Medicina Albert Einstein y director médico de los Servicios de Resonancia Magnética del Centro Médico Montefiore de la ciudad de Nueva York, reunió a 50 mujeres sanas, 21 de las cuales tomaban anticonceptivos orales.

A las participantes se les hicieron resonancias magnéticas funcionales, lo que permitió a los investigadores analizar los efectos estructurales de las hormonas sexuales extrínsecas, como las píldoras anticonceptivas, en la materia gris del cerebro. De acuerdo con Lipton, en un comunicado de prensa se expuso: «Validamos los métodos para evaluar el volumen del hipotálamo y confirmamos, por primera vez, que el uso actual de píldoras anticonceptivas orales se asocia con un menor volumen hipotalámico».

En su presentación, Lipton anunció que se había encontrado «una diferencia dramática» en el tamaño de las estructuras cerebrales hipotalámicas entre las mujeres que tomaban anticonceptivos orales y las que no los tomaban.

Explicó además que hay una falta de investigación sobre los efectos de los anticonceptivos en esta «pequeña pero esencial parte del cerebro humano vivo», pero su estudio muestra «una fuerte asociación y debería motivar una mayor investigación sobre los efectos de los anticonceptivos orales en la estructura cerebral y su posible impacto en la función cerebral».

La historia de la píldora «peligrosamente insensible»

Los anticonceptivos comerciales tienen una breve y preocupante historia en los Estados Unidos. Las versiones iniciales de los dispositivos intrauterinos (DIU) y las píldoras anticonceptivas se introdujeron en la década de 1960 y posteriormente se retiraron del mercado debido a las preocupaciones de seguridad y a los desafíos legales de las mujeres que los utilizaban y se veían perjudicadas por ellos. Complicaciones tales como coágulos de sangre, infecciones e incluso muertes documentadas dieron lugar a demandas y posteriores reformulaciones de estos métodos originales de control de la natalidad en el mercado masivo.

Las mujeres que recibían de las fórmulas originales de los anticonceptivos orales hormonas en dosis tan altas como 150 microgramos (µg) de estrógeno y 10 miligramos (mg) de progestina. En 1989, siguiendo una recomendación del Comité Asesor de Medicamentos para la Fertilidad y la Salud Materna, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. ordenó la retirada del mercado de todos los anticonceptivos orales cuyos contenidos de estrógeno eran superiores a 50 µg. Las formulaciones actuales usan de 20 a 35 µg de estrógeno y 1.5 mg o menos de progestina.

Si bien la eficacia de estos anticonceptivos de «baja dosis» es alta (generalmente menos de un embarazo por cada 100 mujeres/año), sigue habiendo un  riesgo potencial serio cuando se toman anticonceptivos hormonales. Las posibles complicaciones de la píldora incluyen cáncer de mama, coágulos de sangre, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, migrañas, presión arterial alta, diabetes y enfermedades hepáticas.

Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, el 12.6 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años, o aproximadamente 6 millones de mujeres en los Estados Unidos, utilizan actualmente la píldora como su método preferido de control de natal. Los anticonceptivos orales pueden recetarse para una variedad de usos no indicados en la etiqueta, como el acné, los períodos irregulares, los cólicos menstruales y el dolor asociado a la endometriosis, lo que indica que el número total de mujeres potencialmente afectadas por los efectos secundarios negativos es aún mayor.

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Los impactos emocionales y cognitivos de los anticonceptivos hormonales se están dando a conocer, al menos para los investigadores. (JerzyGorecki/Pixabay)

Los anticonceptivos hormonales alteran el estado de ánimo

Hubo otros hallazgos en el estudio de enfoque, que Lipton describió como «preliminares», que vinculan un menor volumen hipotalámico con estados emocionales negativos, específicamente el aumento de la ira y la depresión. Aunque la ciencia rigurosa dicta que la correlación no es causalidad, estudios médicos previos han acumulado evidencia que apoya los efectos negativos de alteración del estado de ánimo de los anticonceptivos hormonales.

Publicado en mayo de 2016 en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience, los investigadores concluyeron que los anticonceptivos hormonales suprimen las «respuestas de recompensa del cerebro» al rostro de la pareja romántica de una mujer, inducidas por la oxitocina.

Investigaciones anteriores de los autores de este estudio mostraron que la liberación de oxitocina en el cerebro de los hombres los predispone a percibir a sus parejas femeninas como más atractivas y provoca un aumento de la actividad en las regiones de recompensa neural, lo contrario de lo que su estudio posterior mostró que sucedía en los cerebros de las mujeres que tomaban anticonceptivos hormonales.

Una confirmación adicional de los efectos negativos del estado de ánimo causados por el control de natalidad hormonal llega a través de un estudio de 2019 publicado en la revista Current Psychiatry Reports, titulado «Efectos de los anticonceptivos hormonales en el estado de ánimo: un enfoque en el reconocimiento y la reacción de las emociones, el procesamiento de recompensas y la respuesta al estrés».

El documento revisado por expertos apoya estos inquietantes hallazgos, resumiendo: «La evidencia actual apoya un sesgo de negatividad en el reconocimiento de las emociones y la reacción en los usuarios de AH (anticonceptivos hormonales)».

En su informe se expone además que algunos datos indican «una tendencia a una respuesta de recompensa contundente y una posible desregulación de la respuesta al estrés en algunos usuarios de AH».

Finalmente, un estudio de 2018 publicado en Fronteras de la Neurociencia resume sus sombríos hallazgos en el nombre de su informe, titulado «Los anticonceptivos orales perjudican el reconocimiento de las emociones complejas en mujeres sanas». Los autores del estudio advierten que el creciente conjunto de pruebas que apoyan los efectos negativos de los anticonceptivos hormonales «debe tenerse en cuenta cuando se informa a las mujeres sobre los efectos secundarios del uso [de anticonceptivos orales]».

Hasta que se enseñen métodos naturales de control de la natalidad sin hormonas a todas las personas en edad de procrear, es imperativo ser consciente de los riesgos asociados a la anticoncepción hormonal. Manténgase al tanto de los peligros de las drogas farmacéuticas y los beneficios de la salud natural siguiendo a GreenMedInfo.com, la base de datos de salud natural más grande del mundo.

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