Policía entra en shock al ver las terribles condiciones de un bebé en un auto

Por Robert Jay Watson - La Gran Epoca
14 de Junio de 2019 3:10 PM Actualizado: 18 de Junio de 2019 5:44 PM

Para los policías estatales que han estado en el trabajo por un tiempo, no hay mucho que no hayan visto. Desde terribles accidentes de tráfico debidos a la conducción en estado de ebriedad o el clima severo, hasta las heridas por arma de fuego y apuñalamiento, estos duros miembros de la fuerza policial no se ven para nada perturbados.

Pero para los policías estatales de Idaho que llevaron a cabo una parada de tráfico, en la Interestatal 90, en el condado de Shoshone, en diciembre de 2018, simplemente no pudieron recuperarse de lo que vieron ese día. Esto se debió a que la persona herida no era un conductor que había estado bebiendo o un ladrón de autos huyendo de la ley, era un inocente niño de dos años.

Cuando los policías se acercaron al vehículo, una camioneta minivan, hablaron con el conductor, una mujer. Cuando la policía, fueron a ver si había alguien más en el coche, se llevaron un terrible shock.

Había dos niños en el vehículo, un bebé y un niño pequeño, el mayor de ellos estaba en tan mal estado que conmovió a los policías. El policía estatal, Shane Grady, era uno de los policías en servicio y simplemente no pudo mantener la calma mientras describía el estado del niño a KHQ, en Spokane, Washington, a quien la policía estatal de Idaho solo identificó como “Baby J.”.

Image Ilustrativa. (Crédito: Shutterstock/Nick Starichenko)

Repetidamente estallando en lágrimas, su voz vacilante, Shane trató de transmitir a KHQ lo que vio cuando miró al niño pequeño. “Tenía moretones en la cabeza, múltiples laceraciones en el estómago. Sus brazos estaban atrapados en posición fetal y su ojo izquierdo no funcionaba correctamente”.

“He estado en muchos accidentes fatales […] fui a muchas situaciones de violencia doméstica, vi gente lastimada, gente herida, pero nunca había visto esto antes”.

Los policías sabían que el niño necesitaba dos cosas: primero, alejarse de los adultos demoníacos que lo estuvieron lastimando y segundo, obtener atención médica adecuada tan pronto como fuera posible. El oficial Grady llevó al niño hasta el hospital y en el camino se sorprendió al ver el aumento de la frecuencia cardíaca del niño y el llanto incontrolable.

Cuando llegaron al Hospital de niños Sacred Heart, en Spokane, el niño fue llevado a la sala de emergencias, donde recibió la atención que tanto necesitaba. Afortunadamente, los médicos y enfermeras pudieron estabilizarlo, aunque tuvo que permanecer en Cuidados Intensivos durante cuatro días.

Imagen Ilustrativa. (Crédito: Shutterstock/Nym_Pleydell)

Mientras tanto, la policía había logrado arrestar a José González Vergel por posesión de drogas ilegales (metanfetaminas, en este caso) y por tener un arma de fuego con él a pesar de una condena previa por delito grave. Aunque fue bueno ver que el abusador fue llevado ante la justicia, aún mejor fue el hecho de que servicios de sociales del estado lograron reunir a Baby J con su hermano pequeño.

Cuando la policía estatal de Idaho regresó al Sacred Heart para visitar al niño unos días después de salir de la UCI, se veía y se sentía mejor. Un emocionante tweet de la Policía Estatal de Idaho destacó: “¡Estaba sonriendo, feliz y hablando!” Los oficiales estaban tan impresionados con la recuperación del pequeño. El bebé J ” los hizo llorar como niños”, según el ISP.

Aunque el camino por delante para Baby J y su hermanito seguramente será difícil, la oportuna intervención de Shane Grady y la policía estatal seguramente les salvó la vida.

Mira el video a continuación:



Agentes salvan a un cachorro asfixiado en una estación de policía

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