Precio del bitcoin se desploma en su primer día como moneda de curso legal en El Salvador

Por Tom Ozimek
08 de septiembre de 2021 8:48 AM Actualizado: 08 de septiembre de 2021 10:58 AM

La presión de venta continuó empujando al bitcoin a la baja el miércoles después que el día anterior sufriera sus mayores pérdidas en meses. Fue justo cuando El Salvador adoptó oficialmente la criptodivisa como moneda de curso legal, dándole un comienzo difícil.

El bitcoin se cotizó a USD 45,798 en Coinbase a las 5:09 a.m., hora de Nueva York, el 8 de septiembre, un 13 por ciento menos que el día anterior, cuando El Salvador adoptó oficialmente la criptodivisa como moneda de curso legal junto con el dólar estadounidense. Se trata de la mayor caída del bitcoin desde que se desplomó alrededor del 19% durante dos días, el 18 y 19 de mayo.

Los analistas dijeron que el retroceso se debió en parte a que los inversores que habían comprado con el rumor de las decisiones de El Salvador ahora vendían con los hechos.

«Creo que había una cierta anticipación antes de ese evento [El Salvador], similar a lo que vimos antes de que Coinbase cotizara en el Nasdaq», dijo Henrik Andersson, director de inversiones de Apollo Capital, un fondo de criptoactivos en Melbourne, Australia, en declaraciones a Reuters.

Mientras los precios del bitcoin caían el martes, el presidente salvadoreño Nayib Bukele, que ha sido un fuerte defensor de la criptodivisa, dijo en Twitter que su gobierno estaba «comprando en la caída», comprando 150 monedas adicionales, por valor de unos 7 millones de dólares. La tenencia de bitcoin del país asciende ahora a 550 monedas.

Miembros de organizaciones sociales protestan contra la Ley de Bitcoin aprobada por el gobierno en el Congreso con un cartel que dice ‘No queremos Bitcoin en El Salvador’, en San Salvador el 1 de septiembre de 2021. (Marvin Recinos/AFP vía Getty Images)

El experimento de El Salvador de adoptar el Bitcoin se vio empañado el martes por fallas técnicas que obstaculizaron su uso, mientras que en las ciudades estallaban protestas callejeras de usuarios desconfiados.

Un político de la oposición, Johnny Wright Sol, dijo a la BBC que el desplome del precio expuso un riesgo importante de la volatilidad del bitcoin.

«Ha sido un día muy malo para el presidente Bukele, su gobierno y su experimento con el bitcoin», dijo Wright al medio de prensa. «La mayoría de la población sabe muy poco sobre las criptodivisas. Lo que sí sabemos es que es un mercado muy volátil. Hoy eso seguramente se puso de manifiesto», agregó.

La adopción del bitcoin por parte del país centroamericano se produjo después de que los legisladores salvadoreños aprobaran en junio una ley que lo convierte en moneda de curso legal junto con el dólar estadounidense, al entrar en vigor el 7 de septiembre.

Según la nueva ley, las empresas están obligadas a aceptar el bitcoin para liquidar transacciones y los salvadoreños podrán utilizarlo para pagar impuestos.

Para facilitar la adopción, El Salvador lanzó una aplicación de la moneda bitcoin llamada Chivo, en la que los usuarios pueden registrarse con el número de identificación nacional salvadoreño y que viene precargada con 30 dólares de la criptodivisa. Según la BBC, la oleada de registros de usuarios hizo que los servidores se quedaran fuera de servicio. Por otro lado, más de 1000 manifestantes opositores a la adopción de la criptodivisa como moneda de curso legal se manifestaron frente a la Corte Suprema del país.

La opinión pública de los salvadoreños quedó dividida respecto a la adopción del bitcoin como moneda de curso legal. Casi el 68 por ciento de los ciudadanos del país estaban en desacuerdo con su adopción, según una encuesta (pdf) realizada por la Universidad Centroamericana. La encuesta también mostró que solo el 4.8 por ciento de los encuestados identificó correctamente el bitcoin como una criptodivisa, mientras que dos de cada diez nunca habían oído hablar de él.

Bukele dijo anteriormente que los beneficios del experimento se materializarían con el tiempo y enmarcó la adopción como un paso audaz hacia el futuro.

«El proceso de #Bitcoin en El Salvador tiene una curva de aprendizaje. Cada paso hacia el futuro es así, y no lograremos todo en un día, ni en un mes», escribió Bukele en Twitter. «Pero debemos romper los paradigmas del pasado».

Tienda en la ciudad de San Salvador, en El Salvador, el 1 de septiembre de 2021, que acepta bitcoin. (Marvin Recinos/AFP/Getty Images)

Las autoridades salvadoreñas esperan que la adopción del Bitcoin ahorre las tasas de transferencia de las remesas, es decir, el dinero que se envía a casa desde el extranjero. Según el Banco Mundial, las remesas a El Salvador ascendieron a casi 6000 millones de dólares en 2019, lo que representa alrededor de una quinta parte del producto interno bruto del país.

El gobierno también espera que al adoptar al bitcoin como moneda de curso legal impulse la inclusión financiera en El Salvador, donde alrededor del 70 por ciento de los ciudadanos carecen de acceso a los servicios financieros tradicionales, según la nueva ley de bitcoin.

Tanto los defensores como los detractores de la ley seguirán de cerca la puesta en marcha y controlarán su adopción y uso.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), que concedió un préstamo de emergencia a El Salvador el año pasado y está negociando otra ronda de préstamos, expresó su reticencia en torno a la adopción del bitcoin como moneda legal por parte del país.

La directora del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que la volatilidad del precio del bitcoin dificulta a las autoridades la toma de decisiones fiscales racionales.

«¿Cómo sabemos lo que recaudamos en impuestos cuando el bitcoin sube y baja? ¿Cómo planificamos los gastos? Recuerde que en abril, el bitcoin superó los 65,000 dólares y luego bajó a casi la mitad. Este es un problema con el que el ministerio de Finanzas va a luchar y no es fácil», dijo la directora del FMI, Kristalina Georgieva, a finales de julio.

El 29 de julio, en un posteo en su blog, en el que se anunciaban dos documentos de política sobre las monedas digitales, el FMI reconoció que «las oportunidades son inmensas» para las formas digitales de dinero, como el abaratamiento de las transacciones y la capacidad de impulsar la inclusión financiera.

«Un artesano local puede recibir pagos más baratos, potencialmente de clientes extranjeros, en un instante. Un gran conglomerado financiero puede liquidar las compras de activos de forma mucho más eficiente. Los amigos pueden repartirse las facturas sin necesidad de llevar dinero en efectivo. Las personas que no tienen cuentas bancarias pueden ahorrar de forma segura y crear historiales de transacciones para obtener microcréditos. El dinero puede programarse para que sirva solo para determinados fines y se puede acceder a él sin problemas desde aplicaciones financieras y de redes sociales. Los gobiernos pueden gravar y redistribuir los ingresos de forma más eficiente y transparente», señalaron los autores.

Al mismo tiempo indicaron una serie de riesgos, entre los que se encuentran las implicaciones para la estabilidad económica y financiera nacional, y el más trascendental, las implicaciones para la estabilidad del sistema monetario internacional.

«Los menos estables de todos, que difícilmente pueden calificarse de dinero, son los criptoactivos (como el bitcoin) que no tienen respaldo y están sujetos a los caprichos de las fuerzas del mercado», advirtieron los autores.

Con información de Reuters


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