El mandatario chino Xi Jinping celebró el 5 de julio una cumbre por videoconferencia con la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emanuel Macron. En su cobertura del evento, los medios oficiales chinos afirmaron que tanto el líder francés como la dirigente alemana expresaron su apoyo a descongelar el Acuerdo de Inversión UE-China lo antes posible. Sin embargo, no se menciona dicho apoyo en las declaraciones emitidas tanto por Alemania como por Francia.
Los medios de comunicación oficiales del régimen chino, Xinhua y CCTV, vistos por cientos de millones de espectadores chinos, publicaron la misma transcripción oficial sobre la cumbre entre los líderes de Alemania, Francia y China. El reportaje citaba al presidente francés Macron diciendo que Francia se compromete a seguir avanzando en la cooperación con China de forma pragmática, apoyando la ratificación del acuerdo de inversión entre la UE y China, la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la comunicación con China en materia de cambio climático y biodiversidad. La transcripción también decía que las empresas chinas podían invertir en Francia.
Los medios de comunicación oficiales chinos también afirmaron que la canciller alemana Merkel citó las relaciones entre la UE y China como muy importantes, con mención a muchas áreas de consenso y cooperación. Las transcripciones chinas afirmaron que los países acordaron respetarse mutuamente y reforzar el diálogo para reducir las diferencias, y añadieron que Alemania es partidaria de volver a convocar reuniones bilaterales de líderes lo antes posible con la esperanza de que el acuerdo de inversión UE-China pueda ser ratificado lo antes posible.
Sin embargo, no se mencionó el acuerdo de inversión UE-China en el comunicado emitido por la Cancillería alemana sobre la cumbre. Solo se afirmó que las tres partes intercambiaron opiniones sobre las relaciones entre la UE y China, el comercio internacional, el cambio climático y la biodiversidad. Según Alemania, el diálogo también giró en torno a la lucha contra la epidemia, el suministro mundial de vacunas y cuestiones internacionales y regionales.
La declaración relativa a la cumbre emitida por el Palacio Presidencial francés no solo no mencionó el acuerdo de inversión entre la UE y China, sino que expresó una gran preocupación por los problemas de derechos humanos de China y una fuerte oposición a los problemas de trabajo forzado en China.
El afán del régimen chino por impulsar el congelado acuerdo de inversión UE-China se produce en un momento en el que Estados Unidos y los líderes europeos están reforzando la cooperación en materia de economía y seguridad regional para contener a la China comunista tras la cumbre del G-7.
El 20 de mayo, el Parlamento Europeo aprobó por abrumadora mayoría congelar el proceso de ratificación del acuerdo de inversión UE-China, con 599 votos a favor, 30 en contra y 58 abstenciones, hasta que el régimen de Beijing levante las sanciones de represalia que impuso en marzo contra miembros y entidades del Parlamento Europeo.
Las contra-sanciones del régimen comunista chino contra los representantes de la UE y del comité de derechos humanos de la UE se produjeron después de que sancionaran a varios funcionarios comunistas chinos por los abusos de los derechos humanos de los uigures en Xinjiang. La medida enfureció a muchos miembros del parlamento de la UE.
El acuerdo de inversión UE-China había sido defendido en la UE por Merkel por su promesa de abrir más sectores de la economía china a la inversión de la UE y por los beneficios propuestos para los fabricantes de automóviles europeos que fabrican fuera de China, a pesar de la oposición interna. Macron había apoyado los planes de Merkel a pesar de las objeciones de varios países de la UE, lo que también provocó una reacción interna.
El acuerdo se firmó en diciembre tras siete años de negociaciones, pero debe ser ratificado por el Parlamento de la UE para que entre en vigor.
Merkel dejará su cargo en septiembre, mientras que Macron se presenta a la reelección a finales de año.
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