Productividad esencial y significativa en su jornada laboral

Haga realmente lo que necesita hacer y con la energía que la tarea merece

Por LEO BABAUTA
29 de Julio de 2020 12:09 AM Actualizado: 29 de Julio de 2020 12:09 AM

No me importa ser eficiente y productivo solo para ser una mejor persona, para hacer más cosas, o para ser más asombroso. Producir más cosas por el bien de la productividad ya no me interesa como antes.

Hoy en día, me importa la productividad solo en la medida que afecta a mi misión.

Tengo la misión de cambiar el mundo, y si puedo estar más centrado, ser más eficiente y enérgico para hacerlo, entonces le sirve a mi misión.

Lo que no sirve a la misión es consumirme. Estoy en esto a largo plazo, y el descanso y el autocuidado son increíblemente importantes.

Tampoco quiero matarme trabajando. Me importa la experiencia que estoy teniendo mientras estoy en mi misión, tengo que ser enérgico, alegre, darle el nivel de importancia que se merece. No solo estoy haciendo que funcione todos los días.

Con ese contexto en mente, veamos lo que es esencial para este tipo de productividad, lo que yo considero una productividad esencial y significativa.

Esencial

Te concentras en lo esencial, no solo en el trabajo, no en lo que se siente urgente, no en lo que otras personas te piden, aunque lo esencial podría ser algo de los tres. Esto debería ser esencial para tu misión o algo increíblemente importante para ti, como por ejemplo tu salud, tus seres queridos, etc. Trabaja en lo que importa a ese nivel de importancia. Esto significa tener claro cada día lo que es esencial para ti.

Significativo

Esto no debería sentirse como lo siguiente en su lista de tareas, sino como lo más significativo de su lista de tareas. Incluso podría abrirte para sentir su verdadero propósito, su alegría. Esto es servir a alguien con amor, con devoción. Es como cuando hice la cena para mi esposa e hijos anoche, esto fue un acto de nutrirlos, de cuidarlos, de amarlos. Escribir este artículo me hace sentir así. De hecho, podemos dar ese tipo de significado a la mayoría de las tareas, si practicamos este tipo de devoción.

Productivo

En este modo de trabajo, estoy concentrado. No me alejo de la dificultad, la incomodidad o la incertidumbre. No corro a las distracciones o a las tareas más fáciles. Es importante, es significativo, es un acto de amor y por la gente a la que le sirvo vale la pena sentir esta incomodidad. Elimino las distracciones, y entro en modo de pantalla completa, dando a esto todo mi enfoque.

Como pueden ver, estas tres partes se superponen bastante. Cada palabra describe un aspecto diferente de la misma cosa, pero cada una es útil.

Entonces, ¿cómo se hace esto? Veamos las claves para hacer que esto ocurra.

Claves para la productividad significativa y esencial

En realidad, puedes hacer esto de infinitas maneras, pero aquí hay algunos elementos que he encontrado importantes en mi propia exploración:

Trabaje en lo que importa. ¿Sabes cuáles son tus tareas más importantes para hoy? ¿Para la semana? ¿Para el mes? ¿Para su misión o su vida? Esto es algo que hay que aclarar. No siempre tenemos que ser perfectos, pero la idea es saber lo que es esencial y concentrarse en ello más tiempo.

Estructure las jornadas. La mayoría de nosotros solo pasamos el día haciendo cosas al azar en momentos aleatorios, sin estructura. Algunas personas estructuran sus días tan rígidamente que no hay espacio para la espontaneidad o el descanso. El camino intermedio, que he encontrado, es crear jornadas estructuradas: 30 minutos para trabajar en una tarea esencial, por ejemplo. O tal vez son 90 minutos para escribir, o 15 minutos para procesar su bandeja de entrada o mensajes.

Aquí hay dos ideas para estructurar sus jornadas. Haga su tarea más importante durante 60 a 90 minutos al comienzo de cada día. Lo primero. Segundo, haga sesiones Pomodoro enfocadas (llamadas así por un temporizador de cocina Pomodoro) en las que haga 25 minutos de concentración en una tarea seis veces al día, todos los días.

Dedíquese a ello. Ponga significado y alegría en cada período. Bien, estás comenzando una jornada. Haga que sea una jornada significativa, primero, recuerde por qué esto es significativo para usted. Segundo, entréguese completamente, como si fuera lo más importante del universo. La única cosa en el universo.

Déjese llevar. Encuentre la alegría en lo que hace. Esfuércese por concentrarse y sentirse vivo mientras completa su jornadas de trabajo.

Vaya hacia adelante en lugar de hacia atrás. Sentirá incertidumbre, miedo o incomodidad en torno a algunas de sus tareas más importantes. Eso es lo que llamo “falta de fundamento”: la incertidumbre de no tener un fundamento sólido bajo tus pies. En lugar de abandonar, voltéese hacia esta tarea. Manténgase en la falta de fundamento, con la mente en alto. Esté presente con el miedo y la incertidumbre, pero no dejen que lo obliguen a abandonar. Deje que sea un acto de amor y devoción el permanecer en medio de la falta de fundamento mientras hace la tarea.

Coloque las cosas pequeñas en periodos específicos. Puede ser cierto que algunos correos electrónicos o mensajes individuales o mandados podrían ser esenciales, así que, según las pautas anteriores, puede que piense que nunca debe contestar esos correos o mensajes, nunca hacer mandados. Pero hacer mandados, pagar las facturas, responder a los correos electrónicos, todo esto es importante en cierto nivel. La fuerza de su misión se detendrá si nunca mantiene el motor. Así que la respuesta es agrupar las tareas menos importantes (pero aún necesarias) en períodos enfocados. Dedique de 15 o 20 minutos a procesar el correo electrónico, por ejemplo. Estos periodos por grupos se vuelven esenciales.

Hay otras formas de trabajar con estas ideas. Por ejemplo, puede pasar medio día, o una semana entera, enfocado completamente en algo realmente esencial. Podría estructurar su día de manera que estés haciendo ciertas tareas a ciertas horas —meditar y escribir por la mañana, mensajes, y reuniones y entrenamientos por las tardes, por ejemplo. Pero nada de eso es esencial para el propósito.

La idea principal es tener jornadas estructuradas para las tareas esenciales, volverse hacia lo fundamental, y verterse en ello con sentido y alegría. Es así de simple.

Leo Babauta es el autor de seis libros, el escritor de “Hábitos Zen”, un blog con más de 2 millones de suscriptores, y el creador de varios programas en línea para ayudarle a dominar sus hábitos. Visita ZenHabits.net.


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