Profesor peruano continúa dando clases conectado a tanque de oxígeno antes de morir por Covid-19

Por Celeste Armenta
20 de febrero de 2021 4:54 PM Actualizado: 01 de marzo de 2021 10:20 AM

La extraordinaria labor de un profesor peruano que daba clases virtuales conectado a un tanque de oxígeno, incluso los últimos días de su vida, se dio a conocer luego de que falleciera a causa de Covid-19.

El profesor Jorge Jesús Gavelán Izaguirre, era un profesor de 71 años, de la Facultad de Ciencias Contables de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Perú. Labor que realizó durante más de 35 años, ganándose el aprecio y respeto de sus alumnos.

“Gavelán fue uno de los docentes que tuvo la mayor dedicación en que sus alumnos comprendan [sic] lo que con mucho ímpetu transmitía en sus clases. Siempre admiré la vocación de servicio de quien en vida fue el profesor Jorge Gavelán”, relató un alumno, según El Comercio.

El profesor Gavelán continuó dando clases durante la pandemia del virus del PCCh, también conocido como Covid-19, incluso cuando él mismo se contagió en junio de 2020.

Debido a que el profesor padecía de una cardiopatía, tuvo que ser hospitalizado para que le colocaran un marcapasos. Esta fue la única razón por la que suspendió sus clases, mientras otro profesor lo reemplazaba.

«Pero mi papá se dio cuenta de que el profesor no había completado el sílabo ni pasado las notas de los alumnos al sistema. Entonces, regresó a dar las clases», recordó su hija, Fabiola Gavelán.

El profesor  Gavelán en su graduación de doctorado en abril de 2010. (El primero en la parte superior de derecha a izquierda. Cortesía: Fabiola Gavelán)

A partir de entonces, Gavelán se dedicó a dar clases de manera virtual, al mismo tiempo que pasaba la cuarentena con su familia, que también resultó contagiada.

Sin embargo, en febrero del presente año, el profesor manifestó un “malestar general”, pero había pedido a su familia que si la prueba de Covid-19 salía positiva nuevamente, no lo llevaran al hospital. Pidió que lo llevaran a casa «porque él no quería volver al área covid del hospital».

«Cuando estuvo en UCI el año pasado fue muy fuerte y vio morir a gente todos los días”, expresó Fabiola.

El profesor  Gavelán con su familia. (Cortesía: Fabiola Gavelán)

Su familia decidió seguir atendiéndolo en casa. Mientras tanto, Gavelán daba clases tres días a la semana a tres grupos diferentes, así que trabajó un promedio de seis horas cada día, a pesar de tener que utilizar un concentrador de 4 litros de oxígeno y luego de 9.

No obstante, cuando el estado de salud del profesor empeoró, no hubo más opción que regresar al hospital, donde finalmente falleció después de tres días.

La hija del profesor compartió las razones por las que su familia permitió que su papá trabajara a pesar de estar enfermo.

“Quizá se puede pensar… ¿Cómo le permitieron dictar clases así? Solo las personas que conocieron a mi papá podrán entender que no había fuerza o razón en este mundo que lo alejara de sus alumnos. Mi papito para mí, y por muchas razones más, siempre fue un héroe, el mejor hombre que he conocido”, comentó Fabiola en sus redes sociales.

“Fue un excelente docente, de los pocos que vivían su vocación. Priorizó nuestra educación sobre su salud, el legado que nos entregó será motivo para generar un gran cambio en el país”, expresó un alumno.

Comprometido hasta sus últimos días, el profesor Gavelán deja un ejemplo de compromiso profesional, muy necesario en estos tiempos donde se necesita un poco de inspiración.

El profesor y su familia en una visita a México. (Cortesía: Fabiola Gavelán)

Sobreviviente de COVID-19 dice que recitar estas palabras le ayudó a recuperarse

Osnat Gad, residente de Long Island , presentó síntomas de COVID-19 durante más de un mes en 2020.

El primer síntoma extraño que notó fue perder el sentido del gusto y el olfato. Dos días después, ni siquiera podía levantarse de la cama. Gad tuvo la sensación de que había contraído el virus.

Al día siguiente, al sentirse aún peor, Gad solicitó atención urgente en un hospital. Allí le dijeron que se fuera a casa y se pusiera en cuarentena durante dos semanas.

Gad hizo un seguimiento de sus niveles de oxígeno y temperatura, que se mantuvieron en niveles normales. Después de una semana, pensó que había mejorado. Entonces, un día, se levantó para lavar la ropa y comenzó un “segundo ataque”.

“No me podía mover”, dijo.

Osnat Gad de Long Island pasó casi seis semanas sufriendo los síntomas de COVID-19. (NTDTV)

Después de un tiempo, se recuperó y su médico le dijo en una videoconferencia que otros pacientes con COVID-19 tuvieron un segundo ataque después de una semana de retroceso de los síntomas.

Gad se sentía profundamente sola. Llamó a sus amigos para pedir ayuda. Algunos le aconsejaron respirar vapor, pero nada funcionó. Entonces, su amiga Anna, le dijo que dijera una frase en chino, pero la cabeza de Gad estaba tan borrosa que no pudo escuchar ni recordar la explicación.

Anna le dijo que simplemente repitiera estas palabras: “Falun Dafa Hao. Zhen Shan Ren Hao”. Estas palabras en chino se traducen como “Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia y Tolerancia son buenas”.

¿Qué tenía que perder? Ella dijo las palabras y sintió que el oxígeno volvía a entrar en su sistema.

“Confié en que mi amiga Anna tenía el mejor interés en su corazón. Sé que ella se preocupa por mí y quería que sanara. Su pasión y fuerza fue la razón por la que comencé a recitar [esas palabras]”, dijo.

Nunca imaginó que eso salvaría su vida. Cuanto más las decía, mejor se sentía.

“[Decir esto] cambió completamente mis niveles de energía», dijo. “Sé que esto me salvó, porque aprendí a respirar diciendo el mantra (…) Fue increíble”, agregó.

El efecto fue inmediato, pero ella quería seguir diciéndolas. Repetía las palabras al levantarse y antes de quedarse dormida.

Después de lo que pareció un milagro, Gad tenía que saber qué era exactamente Falun Dafa. Así que llamó a Anna para saber más.

Falun Dafa es una práctica espiritual que se introdujo al público en China en la década de 1990, promueve ejercicios suaves, meditación y vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para mejorarse uno mismo.

“Estoy leyendo sobre la fuerza interior que tenemos dentro de nosotros y solo depende de nosotros usarla siendo buenos humanos”, dijo Gad.

Gad continuó diciendo las frases todo los días y poco después, decidió comenzar a practicar Falun Dafa.

“Estoy extremadamente feliz de practicar e incorporar Falun Dafa a mi vida”, dijo. “Me ha mostrado una nueva manera de ver la vida”, agregó.

“Tengo que estar muy agradecida con Falun Dafa”, dijo. “Puedo decir que me salvó”.


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