La República Checa es el más reciente país en excluir a las empresas chinas de sus infraestructuras críticas por motivos de seguridad nacional.
Tras la decisión de Praga de prohibir a los gigantes chinos de las telecomunicaciones, Huawei y ZTE, participar en la red de telecomunicaciones 5G del país en 2019, los partidos políticos checos acordaron recientemente excluir a las empresas chinas de la licitación de un nuevo proyecto de central nuclear.
La embajada china en la República Checa dijo en respuesta que estaba «seriamente preocupada» y «firmemente en contra» de la decisión.
La República Checa planea construir una nueva planta en la central nuclear de Dukovany para reemplazar la actual, entre 2035 y 2037.
En 2019, el gobierno checo aprobó por primera vez el proyecto, y dispuso que el actual propietario y operador de la central, CEZ, se encargara de la licitación. CEZ es la mayor empresa de servicios públicos de Europa central y oriental, y el gobierno checo posee el 70% de sus acciones.
Según la información disponible públicamente, la nueva central nuclear costará al menos 7200 millones de dólares y podrá generar 1200 megavatios de potencia por hora tras su puesta en marcha. Se trata del mayor proyecto de la República Checa en décadas.
En enero, cinco empresas manifestaron su interés por el proyecto: Westinghouse de Estados Unidos, EDF de Francia, KHNP de Corea del Sur, Rosatom de Rusia y China General Nuclear Power (CGN) de China.
CGN es una empresa energética estatal y uno de los tres operadores de energía nuclear de China.
CGN fue fundada por el gobierno chino para construir la primera central nuclear moderna del país, la central nuclear de Daya Bay, en 1994.
El gobierno central chino esbozó cómo CGN celebró un acuerdo de cooperación con la empresa energética francesa Areva para «transferir» la tecnología de reactores de segunda y tercera generación necesaria para construir la central nuclear de Daya Bay, así como otras centrales nucleares en China. EDF adquirió Areva en 2017.
Desde entonces, los países se han vuelto más cautelosos a la hora de hacer negocios con empresas chinas, preocupados por la transferencia de tecnología sensible.
En agosto de 2019, CGN fue añadida a una «lista de entidades» de Estados Unidos después de que el gobierno estadounidense «determinara que la empresa actuaba en contra de la seguridad nacional o de los intereses de la política exterior de Estados Unidos», dijo el Departamento de Comercio en su anuncio.
Las empresas incluidas en la lista de entidades no pueden hacer negocios con proveedores estadounidenses, a menos que obtengan previamente un permiso especial del gobierno de Estados Unidos.
En junio de 2020, el productor estatal de energía nuclear de Rumanía, Nuclearelectrica, anunció igualmente el fin de las negociaciones con CGN para la construcción de dos nuevos reactores de energía nuclear, después de que el Ministerio de Economía del país citara motivos de seguridad nacional.
En la República Checa, los legisladores estaban debatiendo si excluir a la rusa Rosatom y a la china CGN debido a los riesgos para la seguridad nacional.
El 27 de enero, los partidos políticos checos acordaron que CGN y otros operadores nucleares chinos no deberían participar en el proyecto de Dukovany. Al cierre de esta edición, estaban debatiendo si excluir a las empresas rusas.
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