Romeo, el hijo de David y Victoria Beckham, ha demostrado que tener epilepsia no es impedimento para ser feliz

Por Louise Bevan
03 de Septiembre de 2019 9:37 PM Actualizado: 04 de Septiembre de 2019 10:29 PM

David y Victoria Beckham, o “Posh and Becks”, como se les llamaba cariñosamente en la década de 1990, son celebridades de todo el mundo. A pesar de esto, la pareja de 20 años de casados se enfrenta a las mismas pruebas y tribulaciones de paternidad que el resto de nosotros.

Pero ningún padre espera tener que apoyar a su hijo a través de un diagnóstico médico devastador.

La joven estrella de fútbol y su amada Spice Girl se casaron el 3 de julio de 1999. Poco después dieron la bienvenida a cuatro hermosos niños: Brooklyn de 20 años, Romeo de 16 años, Cruz de 14 años y Harper de 8 años.

Sin embargo, la armonía de la vida en una familia en crecimiento golpeó tiempos difíciles antes de que Cruz y Harper nacieran; la salud de Romeo se deterioró.

Romeo en el estreno mundial de “The Class of 92” en Odeon West End en Londres, Inglaterra, en 2013. (Stuart C. Wilson/Getty Images)

El segundo hijo de los Beckham fue trágicamente diagnosticado con epilepsia en el 2006 después de varias estancias en el hospital, dice la revista People. Tenía sólo 4 años en ese momento.

La epilepsia es un trastorno neurológico común y puede causar convulsiones en personas de todas las edades, algunas manejables, otras graves y otras fatales. Las personas con epilepsia a menudo tienen que tomar medicamentos por el resto de sus vidas.

Su madre Victoria consuela a Romeo durante el Campeonato de Europa de Fútbol de la UEFA en el Estadio da Luz de Lisboa, Portugal, en 2004. (Ross Kinnaird/Getty Images)

El médico de familia de los Beckham confirmó el diagnóstico de Romeo, pero no pasó mucho tiempo antes de que la familia se viera obligada a hacerlo público. Durante un enfrentamiento con los paparazzi en el aeropuerto londinense de Heathrow, Victoria intentó impedir que los fotógrafos de Splash News tomaran fotografías con flash a su hijo.

Romeo se cubrió furiosamente la cara con las manos y Victoria razonó suavemente, pero una vez que ambos llegaron a su auto, la tranquila fachada de Victoria se quebró. “Tiene epilepsia”, dijo a los paparazzi, según People. “Todo ese parpadeo provocará un ataque epiléptico”, suplicó, “no puedes hacer eso”.

David y Victoria Beckham con sus hijos, (de izquierda a derecha) Cruz, Romeo y Brooklyn en el 27º aniversario de Sports Spectacular en California, 2012. (Alberto E. Rodriguez/Getty Images)

El dueño de Splash News, Kevin Smith, respondió apropiadamente, dando a conocer una declaración asegurando a los Beckham que su periódico ya no usaría fotografía con flash en la presencia de Romeo. “Ninguna foto vale la pena para poner en peligro la vida de un niño”, dijo.

A pesar del resultado compasivo, según Metro, a Victoria le preocupaba que hubiera estigmatizado a su hijo.

Sin embargo, con la vista puesta en el futuro, los Beckham decidieron proteger a su hijo y asegurarse de que sus ambiciones nunca se verían obstaculizadas. Romeo, reforzado por el apoyo de su familia, ahora maneja su epilepsia con medicamentos y no ha dejado que su condición domine su vida.

De hecho, está prosperando. En el 2014, Romeo se convirtió en la estrella de una exitosa campaña de moda “La primera Navidad de Burberry”. El año siguiente, Romeo corrió la carrera infantil en el Maratón de Londres; su alegre familia lo animó desde la banda con camisetas de “Team Romeo”.

Desde entonces, y después de una breve temporada jugando al fútbol como su padre, Romeo ha encontrado una nueva pasión deportiva: el tenis. El padre de Romeo, David, admitió a Hello! que estaba “devastado” y “aliviado” de que Romeo hubiera cambiado el fútbol.

“Tiene otras pasiones y eso me gusta”, dijo David.

El campeón de tenis Andy Murray habla con Romeo en el Campeonato de Aegon en el Queens Club de Londres, Inglaterra, en 2016. (Joel Ford/Getty Images)

Además de su actividad deportiva, el segundo hijo de los Beckham se siente muy cómodo frente a la cámara. Su hermano mayor, Brooklyn, de 20 años, es fotógrafo, y parece que su afición por la cámara se le ha contagiado a Romeo.

El adolescente tiene más de 2,3 millones de seguidores en Instagram.

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El joven de 16 años comparte regularmente fotos de su familia, viajes por todo el mundo e impresionantes acrobacias deportivas. Romeo está ahí fuera viviendo la vida al máximo a pesar de su diagnóstico.

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