Las hospitalizaciones por COVID-19 han aumentado significativamente en Pensilvania y en muchos otros estados, según las cifras del Centro de Recursos de Coronavirus Johns Hopkins. El aumento de los casos ha reducido la capacidad de los hospitales y de los centros de cuidados de larga duración.
En Pensilvania, las hospitalizaciones relacionadas con la COVID-19 alcanzaron un máximo histórico esta semana con 7488 casos el 10 de enero, lo que supone el doble de casos en comparación con el 22 de noviembre, cuando hubo 3774 hospitalizaciones.
La semana pasada, el 84 por ciento de las camas de los hospitales de Pensilvania estaban ocupadas.
En la actualidad, el tres por ciento de los hospitales de Pensilvania tienen sus camas de UCI y de pacientes hospitalizados a plena capacidad o por encima de ella, según la Asociación de Hospitales de Pensilvania.
«Los hospitales de toda Pensilvania están sometidos a una gran presión y muchos de ellos están al límite de su capacidad, o se acercan a ella, ya que tratan a más pacientes al tiempo que experimentan continuos problemas de personal», declaró a The Epoch Times Liam Migdail, portavoz de la Asociación de Hospitales de Pensilvania, quien añadió que los casos de COVID son uno de los diversos factores que llenan los hospitales. «Hay una mayor demanda de atención debido a las enfermedades estacionales y a las complicaciones relacionadas con el retraso de la atención en las primeras fases de la pandemia. Todo esto se ve agravado por una crisis de personal que era un reto incluso antes de la pandemia, pero que se ha intensificado significativamente durante el último año, ya que más médicos y personal de apoyo dejan sus puestos debido al agotamiento y la fatiga».
La situación de la dotación de personal se vio aún más comprometida cuando los hospitales y los centros de atención a largo plazo, amenazados con perder los vitales dólares federales de Medicare/Medicaid, siguieron la orden del presidente Joe Biden de exigir que todos los empleados se vacunaran. Muchos de los que no se vacunaron fueron despedidos.
El problema de la capacidad se ve agravado por la lucha para dar de alta a los pacientes de los hospitales y derivarlos a los centros de cuidados de larga duración, dice la Asociación de Cuidados de Salud de Pensilvania (PHCA), un grupo de defensa de los centros de cuidados de larga duración.
Estos son más que residencias de ancianos. Los centros de larga duración son también el lugar al que acuden los pacientes para recibir servicios de rehabilitación tras un traumatismo o una cirugía mayor. Cualquier persona que necesite una hospitalización prolongada, los adultos con discapacidades y cualquier persona que necesite cuidados las 24 horas del día necesita un centro de cuidados de larga duración.
Pero los proveedores de cuidados de larga duración se enfrentan a inmensos problemas de personal que les impiden aceptar nuevos residentes, dijo en una declaración Zach Shamberg, presidente y CEO de la PHCA. La PHCA planteó esta preocupación en octubre, cuando la asociación dio la voz de alarma sobre la disminución del acceso a los centros de cuidados de larga duración. En ese momento, dio a conocer los resultados de una encuesta que mostraba que muchas residencias de ancianos de Pensilvania estaban tan faltas de personal que no podían aceptar más residentes. En su lugar, los pacientes que esperaban salir del hospital eran incluidos en listas de espera y tenían que buscar una vacante, a veces a kilómetros de distancia de sus familias.
A medida que aumentan los casos de COVID, el problema de capacidad se agrava, ya que los pacientes que buscan cuidados de larga duración se quedan atascados en los hospitales, ocupando las habitaciones que necesitan los nuevos pacientes.
El Departamento de Salud de Pensilvania determina cuántas camas puede ofrecer un centro de cuidados de larga duración en función del número de personal. En la actualidad, los centros deben proporcionar 2.7 horas de atención directa al día a cada residente, concretamente por parte del personal de enfermería. Si un centro pierde personal, pierde camas.
La ayuda llega el próximo mes
La oficina del gobernador Tom Wolf emitió un comunicado de prensa el 7 de enero, anunciando que el estado está coordinando con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) la organización de sitios de apoyo regionales para hospitales y centros de atención de largo plazo, además de «equipos de ataque» para apoyar a los hospitales que enfrentan escasez de personal.
Estos sitios de apoyo estarán disponibles a partir de febrero, según el comunicado.
En un correo electrónico, The Epoch Times preguntó al Departamento de Salud de Pensilvania por qué se tardará un mes en hacer frente a las crisis de personal que se están produciendo ahora, pero el departamento no respondió.
Actualmente, la Guardia Nacional de Pensilvania cuenta con 110 personas que trabajan en algunos de los 1900 centros de cuidados de larga duración de Pensilvania para ayudar a la dotación de personal, según un reciente comunicado de prensa de la Guardia Nacional.
En busca de una solución a la escasez general de personal, esta semana la PHCA ofreció un «Plan de crisis de la capacidad asistencial» al Departamento de Salud y a varios miembros de la asamblea general.
«Comprendemos la importancia de un enfoque unificado para superar y combatir el último aumento de las necesidades de atención sanitaria a medida que la pandemia de la COVID-19 continúa», dijo Shamberg. «Todo el continuo de la atención sanitaria está soportando un reto monumental, pero aun así, colectivamente —con los expertos en atención sanitaria, los líderes elegidos y las agencias reguladoras— podemos desarrollar y aportar soluciones para garantizar que Pensilvania pueda salir airosa de este momento de prueba. Esa es exactamente la razón por la que desarrollamos e introdujimos un plan que, con apoyo, permitirá a los proveedores de cuidados de larga duración hacer su parte y llevar a cabo su misión: servir a los residentes más vulnerables de nuestra mancomunidad».
La PHCA ha solicitado más personal de la Guardia Nacional. Ha pedido al Departamento de Salud que proporcione un plan completo y ha solicitado 200 millones de dólares en fondos del Plan de Rescate Estadounidense que se utilizarán como primas de retención para que los centros de cuidados de larga duración mantengan el personal que tienen.
El plan también sugiere que Pensilvania se coordine con el gobierno federal para aumentar la asignación de anticuerpos monoclonales de Pensilvania y desarrollar un plan de distribución
«La distribución de anticuerpos monoclonales a los proveedores de cuidados de larga duración puede ayudar a limitar las estancias en el hospital y prevenir enfermedades graves entre una población vulnerable», dice el plan de la PHCA.
No ha habido ninguna respuesta pública al plan de la PHCA.
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