¿Se está preparando China para conquistar la luna?

Por Rick Fisher
02 de febrero de 2021 6:24 PM Actualizado: 02 de febrero de 2021 6:24 PM

Opinión

Cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) inicie su programa lunar tripulado puede hacerlo a lo grande, ya que su objetivo es controlar el sistema Tierra-Luna para imponer su hegemonía en la Tierra y luego regular el acceso a la futura «economía espacial».

Esto significa que Estados Unidos debe aprovechar las ventajas temporales en tecnología y crear una presencia lunar dominante temprana para las democracias.

Durante la mayor parte de la última década, el régimen chino ha dicho que su programa lunar tripulado podrá comenzar cerca del 2030, el cual es ejecutado por la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC). Esto parece confirmarse por información china que dice que el principal vehículo de lanzamiento espacial de misión lunar (SLV), el Long March-9, no estaría en servicio hasta llegado el 2030.

Sin embargo, ahora es posible deducir que China puede llegar allí mucho antes del 2030. China comenzó a revelar una posible aceleración de sus planes lunares en noviembre de 2018, cuando reveló un nuevo SLV tripulado de 5 metros de diámetro con una configuración de tres impulsores paralelos, como el SpaceX Falcon Heavy, de 63 toneladas capaz de llegar a la órbita terrestre baja (LEO). En ese momento se revelaron pocos detalles, ni siquiera su nombre, por lo que los entusiastas del espacio en China lo llamaron el «cohete 921» en honor al «Programa 921» de 1992 para viajes tripulados del programa espacial chino.

Luego, en septiembre de 2020, un funcionario subordinado del Departamento de Armamento de la Comisión Militar Central del Ejército Popular de Liberación, que controla el programa espacial de China, confirmó oficialmente por primera vez que China tenía un programa activo para llevar tripulación a la Luna. También dijo que estaban desarrollando un nuevo módulo de aterrizaje lunar tripulado, y el nuevo SLV tripulado. Este es el cohete 921 diseñado para elevar unas 70 toneladas a LEO y unas 25 toneladas a la Luna.

Es posible que las versiones futuras de este SLV incluyan primeras etapas reutilizables como las del Falcon Heavy, lo que ayudará a China a reducir significativamente el costo de enviar personas y soportar cargas útiles a la Luna.

El interés y la atención prestados a este nuevo cohete hizo que algunos observadores chinos especularan que el programa Long March-9 posiblemente había sido abandonado. Pero esto fue descartado en un reportaje del 26 de noviembre de 2020, publicado en el China Daily, que decía: “la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China [CASC] ha estimado que se necesitarán alrededor de 10 Long March 9 cada año, desde 2030 hasta 2035, en China para responder a la fuerte demanda de cohetes de carga pesada de la nación”.

Esto significa que el régimen chino puede estar planeando construir 60 de sus vehículos de lanzamiento espacial súper pesados (SLV) Long March-9 durante un período de seis años. Lo cual dice mucho sobre las ambiciones chinas frente al desarrollo de una presencia dominante en la Luna y la posterior colonización de Marte.

Aunque no se sabe si el liderazgo del PCCh aprobó tales planes, CASC probablemente no divulgaría los requisitos para los SLV sin algún nivel de aprobación o aliento por parte de los líderes del Partido.

China Daily también declaró: “El cohete superpesado tendrá 93 metros de altura, un peso de despegue de 4140 toneladas métricas y una potencia de empuje de 5760 toneladas. Su etapa central tendrá unos 10 metros de diámetro… podrá transportar naves espaciales con un peso combinado de 140 toneladas a una órbita terrestre baja… también podrá colocar naves espaciales que pesen hasta 50 toneladas en una trayectoria de transferencia Tierra-Luna para expediciones lunares”.

Otras fuentes chinas indican que otras posibles versiones del Long March-9 podrían transportar cargas útiles de 65 toneladas a la Luna.

El centro espacial de Jiuquan en el desierto de Gobi, en Jiuquan, provincia de Gansu, noroeste de China, el 11 de junio de 2013. (AFP/AFP/Getty Images)

Estos datos, aunque limitados, ofrecen una idea de la rapidez con la que China podría poblar la Luna. Se podría estimar que China dedicará 40 de los posibles 60 Long March-9 a misiones lunares, y el resto se utilizará para apoyar una estación espacial de órbita terrestre baja de segunda generación que servirá para enviar las tripulaciones a Marte.

El módulo Tianhe, que tiene un interior de 50 metros cuadrados, 22,5 toneladas y puede albergar una tripulación de tres personas, se podría lanzar en abril para la construcción de la nueva estación espacial china. Quizás una base lunar de cuatro módulos de tamaño similar podría soportar una tripulación de seis personas. Suponiendo que un Long March-9 pudiera transportar a la Luna dos módulos de hábitat del tamaño del Tianhe, entonces 20 misiones Long March-9 podrían iniciar la construcción de 10 bases lunares chinas.

Las otras 20 misiones Long March-9 podrían transportar los rovers lunares, sistemas de energía, sistemas de comunicación, equipos de minería y sistemas de producción lunar que permitirían la plena explotación de los recursos de la Luna. Esto, a su vez, podría acelerar la ambición del régimen chino de construir satélites de energía solar muy grandes para lograr la independencia energética en la Tierra.

La ofensiva lunar china es motivo de preocupación porque también es posible que el hielo de agua, el recurso lunar más importante, esté disponible solo en un pequeño número de lugares en el Polo Sur de la Luna. Es bueno recordar que el PCCh es capaz de hacer «imperialismo» en la luna, tal como lo ha demostrado en el Mar de China Meridional.

En marzo de 2019, la administración Trump estableció el objetivo de llegar a la Luna para 2024, lo que no parece realista dada la renuencia del Congreso a proporcionar fondos adicionales. La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) de EE.UU. está desarrollando su SLV superpesado no reutilizable, el Space Launch System (SLS), que podría enviar de 27 a 46 toneladas de carga a la Luna. Es un programa clásico de la NASA adverso al riesgo, pero su costo de carga útil proyectado para la Luna es de aproximadamente USD 20,000 el kilogramo.

La Starship podría estar lista para las misiones a la Luna entre 2022 y 2023 y ha sido seleccionada por la NASA como posible alunizador para su programa Artemis de retorno a la Luna. Si las proyecciones son correctas, ofrece una ventaja estratégica asombrosa a la hora de transportar cargas útiles a la Luna por unos 2000 dólares el kilogramo.

Quizás los planes potenciales de China para construir una cantidad tan grande de Long March-9 puedan haberse llevado a cabo para competir con el Starship. Los SLV reutilizables parecen ser parte de esa competencia.

Esto redobla la necesidad de que el Starship tenga éxito para que Estados Unidos, sus aliados y socios puedan construir una presencia lunar adecuada antes de que lo haga China y así disuadir al PCCh del imperialismo y de las agresiones lunares. Las ventajas ofrecidas por el Starship, si son rápidamente explotadas por un liderazgo resuelto de Estados Unidos, podrían ayudar a frustrar las ambiciones hegemónicas del régimen chino.

Rick Fisher es investigador principal del Centro Internacional de Evaluación y Estrategia.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.