ATLANTA — Los tres miembros de la familia De Velasco lograron conectarse con sus raíces culturales el 26 de diciembre al ver Shen Yun Performing Arts en el Atlanta Symphony Hall.
Eduardo de Velasco, director jubilado en las fuerzas de seguridad y consultor de vinos, su esposa Barbara Palomino de Velasco, psicóloga forense y coordinadora de programas en la Walden University, y su hija china, Meihui, adoptada a los 18 meses, llevaban tiempo esperando para ver el espectáculo y por fin lo consiguieron. Ahora, puede que se convierta en una tradición familiar.
«Nosotros los veremos todos los años. Viajamos casi dos horas para venir a verlo», dijo el Sr. de Velasco. «Yo le pregunté a ella si quiere ir a verlo a Atenas otra vez, en marzo (… ) Esto me está gustando tanto».
La familia De Velasco suele frecuentar el teatro, pero aun así, los efectos visuales no se parecen a nada. «Nunca había visto nada igual», dijo el Sr. de Velasco.
La joven Meihui de Velasco dijo que fue «una experiencia de aprendizaje increíble, porque puedes experimentar algo que no tendrías en ningún otro sitio». En China, por ejemplo, a Shen Yun no se le permite actuar.
Shen Yun, la compañía de danza clásica china más importante del mundo, fue fundada en Nueva York en 2006 por artistas, muchos de los cuales habían abandonado China, en busca de la libertad de credo y expresión. Su misión es revivir 5000 años de civilización china, compartiendo con el mundo la belleza de la China antes del comunismo a través de la música y la danza.
«Es una experiencia asombrosa poder verlo, porque no había tenido la conciencia de esto antes», dijo Meihui.
La joven de Velasco creció asistiendo a campamentos culturales de verano, clases de mandarín y al centro cultural chino local, ya que los De Velasco han tratado de ayudarla a conectarse con su herencia —de formas distintas a un viaje a China.
«Adoptar a mi hija es lo mejor que he hecho», dijo el Sr. De Velasco, pero «yo no quería ir a China».
En concreto, dijo el padre, China sigue siendo un país comunista, y el Sr. de Velasco no podía estar de acuerdo con el régimen.
«Yo no estaba de acuerdo con el gobierno. Pero cuando estuve allí, la belleza del pueblo chino —hemos viajado por todo el mundo— nunca nos habían tratado tan bien. Y cuando ellos nos veían con ella paseando en cochecito, simplemente la calidez del pueblo chino me hizo querer aprender la cultura china porque ahora somos parte de China», dijo el padre.
La familia De Velasco entiende lo que en la práctica significa el comunismo porque la pareja tiene raíces cubanas.
«Yo vengo de Cuba, sé lo que es el comunismo. En Cuba nos lo quitaron todo, así que esa última escena fue significativa porque quiero que ella experimente la represión de un gobierno comunista totalitario y cómo ellos intentan lavarle el cerebro a la gente y como ellos no tienen esa libertad de expresión que muestran aquí. Así que estoy muy contento con esa última parte de la realidad de lo que ocurre en China, porque mucha gente en Estados Unidos no entiende el comunismo», dijo el Sr. de Velasco, refiriéndose a una danza basada en una historia ambientada en la China actual.
El Sr. de Velasco dejó Cuba para venir a Estados Unidos cuando tenía 6 años, y la Sra. Palomino de Velasco lo hizo cuando era solo una bebé.
«Nosotros tuvimos que dejar nuestro país y nunca pude volver a verlo, así que tengo una conexión con [Meihui] de que al menos ella podrá volver algún día. También fuimos a China y fue glorioso, pero nunca he visto a mi país en relación al comunismo. Así que entiendo la opresión y la tristeza de perder parte de nuestra cultura», dijo la Sra. de Velasco.
Para la Sra. de Velasco fue una experiencia conmovedora en muchos sentidos.
«El aspecto espiritual, la bondad, la compasión. Las volteretas que ellos hacen como si fuera sin esfuerzo, como si ni siquiera hubiera sucedido. Es tan elegante. (…) Su energía, incluso se puede ver. No sé cómo lo hacen. Hacen movimientos increíbles. Casi parece que ni respiran. Es simplemente increíble, absolutamente increíble».
«Es absolutamente increíble y absolutamente excepcional. Me encanta su belleza, sobre todo enseñársela a mi hija, que es china, mostrarle su hermosa, hermosa e increíble cultura, que ella nunca olvide su belleza, elegancia y gloria», dijo.
La Sra. de Velasco consideró que los artistas estaban dando y pidiendo al mundo algo positivo.
«Es precioso. Yo creo que lo que ellos están pidiendo es compasión y bondad y cuidado de nuestro mundo, que está muy atribulado por todo lo que tenemos ahora mismo, especialmente después de la pandemia», dijo la Sra. de Velasco, que dirige una organización de socorristas. «Ámense los unos a los otros y sean más respetuosos y amables con los demás, porque el hoy mismo es un regalo».
El Sr. De Velasco también sintió que había un tema y un mensaje de compasión en la representación. «Para mí, [esta] es la única salvación que tenemos para el mundo, volviendo a lo básico y creyendo que hay un Creador, hay un orden natural, y cuanto más lo honremos, más nos sentiremos nosotros mismos. Viviendo fuera de él es donde surgen las enfermedades, todo».
La Sra. De Velasco dijo que es un valor universal.
«No importa si uno es chino o cubano, o de cualquiera de las culturas. Debemos tratarnos con amabilidad y amor».
«Esto es algo que hay que mostrar a todo el mundo»
Linda Rusch, ejecutiva jubilada del sector sanitario, llevó a su nieta mitad china de 6 años a ver Shen Yun y dijo que la niña no salió de su asombro en ningún momento.
«Ella está muy impresionada», dijo la Sra. Rusch. «Se lo recomendaría a cualquiera, es absolutamente fascinante».
«Es tan conmovedor, y todo el tiempo he tenido escalofríos porque entre la música y la danza, es tan magníficamente hermoso que casi te hace llorar», dijo la Sra. Rusch.
Rusch apreció la auténtica representación de China que hizo Shen Yun, incluido el hecho de que bajo el actual régimen comunista no hay libertad religiosa, «porque es lo que está ocurriendo ahora mismo en China».
También dijo que ella misma practica meditación por su cuenta y que le interesó saber que los bailarines de Shen Yun también lo hacían. «Así puedo apreciar realmente la disciplina de los bailarines, porque ellos son tan perfectos que no hacen nada que no esté fuera de lo común. Uno puede observarlos y puede ver la perfección total de los bailarines».
El hecho que Shen Yun no pueda verse en China entristeció a la Sra. Rusch.
«Esto es algo que hay que mostrar a todo el mundo para que estén mejor informados al respecto», dijo la Sra. Rusch.
Con el reportaje de NTD Television y Frank Liang.
The Epoch Times considera a Shen Yun Performing Arts como el evento cultural más importante de nuestro tiempo y ha cubierto los comentarios del público desde la creación de la compañía en 2006.
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