MIDDLETOWN, NY.– Angela Xiao es alguien de quien dirías que tiene un don especial. Los difíciles movimientos de danza y las complejas nuevas secuencias le resultan fáciles de hacer, a menudo en el primer intento.
Durante mucho tiempo, Xiao dice que no le dio tanta importancia; es una persona que sigue el curso natural de las cosas. Pero en los últimos años, descubrió que debajo de esa superficie casual habían muchos miedos. Y para ascender artísticamente al siguiente nivel, necesitaba enfrentarlos.
«Tienes que hacer tu mejor esfuerzo», dijo Xiao. «La mejor manera de abordar las cosas es que, durante el proceso, haces tu mejor esfuerzo y luego, sea cual sea el resultado, lo tomas ligeramente».
«A menudo, es bastante fácil hacer lo contrario: piensas en los resultados, pero no consideras tanto el proceso», dijo Xiao.
Xiao ha actuado durante muchos años con Shen Yun Performing Arts, la principal compañía de danza clásica china que ha conquistado el mundo en la última década. Bailar fue fácil y natural para ella, por lo que no pensó mucho en ello.
“En realidad, cuando era mucho más joven, amaba el piano. Pero un día el piano en nuestra casa ya no estaba y mis padres me preguntaron: ‘¿Quieres bailar?’ Entonces comencé a aprender danza china”, dijo Xiao. Ella lo aprendió casi con naturalidad, por lo que seguir el camino de ser bailarina profesional se convirtió en una decisión fácil también. No muchos pueden decir eso sobre esta selectiva industria.
La danza clásica china es una forma de arte con raíces de 5000 años de profundidad, con un conjunto completo de movimientos, y su propia estética cultural y metodología. Está a la par del ballet en términos de ser un sistema integral de danza.
Xiao creció con historias de la historia y mitología de la antigua China, y ser parte de Shen Yun significaba que estuviese inmersa en ello. Le encantan las escenas infinitamente bellas a las que da vida a través de la danza. Patios señoriales, grandes palacios imperiales, es como un segundo hogar para ella. Pero le requirió coraje el poder expresar este mundo a través de su arte.
Xiao recuerda sus primeros momentos como bailarina con un poco de vergüenza que luego es barrido por una honesta humildad. Ella recuerda haberse avergonzado cuando supo que tendría que actuar. Tenía que retratar a la Pusa Guanyin, conocida como la diosa de la misericordia, sola en el escenario. El instructor la criticó por no exudar esa etérea compasión asociada con la deidad, mientras ella pensaba para sí misma, ¿cómo podría una bailarina como ella sobre la misericordia celestial?
«Simplemente pensé que era muy raro», dijo Xiao. “Con el tiempo, me di cuenta, actuar es fácil. (…) Siempre estás pensando en cómo parecerte más al personaje».
Este fue el primer miedo que enfrentó. Xiao dice que en cierto modo, estar absorto en sí mismo también deriva del miedo. Cuando estás centrado en ti mismo, es fácil sentir que no puedes hacer algo o dejar que tus preocupaciones sobre lo que otros piensen de ti se interpongan en el camino. Al darse cuenta de esto, también tuvo que enfrentar el hecho de que, dado que la mayoría de los movimientos los realizaba con facilidad, descartaba los movimientos que no le resultaban tan fáciles. Tuvo que enfrentarse a los pensamientos autodestructivos directamente, aceptarse a sí misma y luego avanzar para poder hacer cambios fundamentales.
«Esa fue la razón por la que no pude mejorar algunas cosas», dijo. Desde entonces, descubrió que «se aprende más cuando te consideras un papel en blanco».
Desde el corazón
Estar rodeada de colegas que también buscan la excelencia en su oficio, con instructores y un equipo que la alentaban, hizo que Xiao cambiara su forma de pensar sobre todo.
«Cuando estás realmente absorto en lo que estás pensando todo el tiempo, realmente no te das cuenta de lo que otras personas han hecho por ti, toda la ayuda y el apoyo que nos brindamos mutuamente», dijo.
Cuando se sintió incómoda y avergonzada la primera vez que tuvo que actuar, fue porque sentía que estaba sola. “Pero incluso si estás haciendo algo solo, siempre hay personas que te apoyan, que están detrás tuyo. No estás exactamente solo. Y no se trata de ti».
Al reconocer a la comunidad que la rodeaba, Xiao comenzó a empatizar no solo con quienes la rodeaban, sino también con los personajes a los que representaba.
Ha sido una parte satisfactoria de su crecimiento. Para Xiao, la empatía y la imaginación son clave para dar vida a las figuras míticas, antiguas y de otros mundos.
«Hay que tener en cuenta qué personaje estás retratando y qué significa cada movimiento», dijo. El mismo gesto común que realiza un sabio taoísta no se parecerá en nada al movimiento cuando lo realiza una dama. “Es realmente importante poder entender lo que estás tratando de decir y lo que quieres retratar. Es importante tu imaginación. Tienes que pensar en cómo debería sentirse”.
Pero lo más importante para ella como artista es «bailar desde el corazón», dijo.
Con esto, Xiao se refiere a que pone todo su corazón en todo, porque para poder presentar algo inspirador y hermoso en el escenario, uno tiene que encarnar eso de alguna manera. Ella dice que hay un elemento de pureza en eso, y que trata de mantenerlo en su corazón.
La danza clásica china se trata de dar vida al mundo interior de los personajes, explicó Xiao. Es el aspecto más característico de este arte, y lo que lleva más tiempo comprender. Nada puede ser falso.
«Danzar es algo en lo que no puedes esconderte», dijo. «Para cada persona, tu personalidad se muestra en el escenario, no importa cómo intentes ocultarlo».
“Siento que hay mucho que aprender. Siempre hay algo por descubrir”, dijo Xiao.
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