CLEVELAND, Ohio—»Es muy emocionante poder experimentar la verdadera China en Cleveland», dijo Alex Kuszewski, un abogado, que acababa de ver el espectáculo de Shen Yun el sábado por la tarde.
«¡Qué espectáculo!», dijo. «Muy fuerte; muy lleno de fe. Y creo que es muy interesante que, con los Juegos Olímpicos que se están celebrando en Beijing, la gente que estamos viendo en los eventos deportivos no pueda presenciar un espectáculo tan poderoso por parte de los actores tan poderosos que hay hoy en Cleveland».
Shen Yun es una compañía de danza y música clásica china originaria del norte del estado de Nueva York, conocida sobre todo por su colorida y elegante representación de la antigua China. Shen Yun ha realizado giras anuales por todo el mundo desde 2006, asombrando al público con un colorido vestuario, una narración creativa y unas historias inspiradoras basadas en la fe en lo divino. Por esta última razón, Shen Yun, a pesar de mostrar la gloria de la herencia china, no puede presentarse en la China actual, controlada por el comunismo.
Lo que Kuszewski vio en el escenario fue «toda la historia de la riqueza, la belleza y la libertad de la gente que quiere poder expresarse—y el impulso para conectar con su creador».
Añadió que el espectáculo lo dejó con «una gran elevación de sentimientos».
«Verdad, belleza y espiritualidad»
Tradicionalmente, los chinos se consideraban descendientes de lo divino y herederos de una cultura semidivina. Atribuyen su comida, sus celebraciones y sus tradiciones medicinales al conocimiento otorgado por los dioses, lo que hace que cada aspecto de la vida cotidiana esté conectado de algún modo con un poder superior. Las historias de Shen Yun ilustran esta característica poco conocida, o largamente olvidada, de la cultura china.
Esto es lo que encantó a Donna Rae Smith, fundadora de Bright Side, una empresa de consultoría de estrategia conductual.
«¡Me ha encantado! ¡Me ha encantado! Aprecié especialmente la esencia espiritual de los espectáculos de danza», dijo. «Me encantó el hecho de que Dios, nuestro Creador, estuviera realmente en el centro del espectáculo y, por esa razón, me pareció bastante impresionante».
«Lo que es realmente fascinante es que la gente no entienda lo oprimida que es una nación como China». — Donna Rae
Smith pasó una temporada en China y el Tíbet hace varios años.
«Lo que es realmente fascinante es que la gente no entiende lo oprimida que es China», dijo. «Cuando trabajé en China, había miembros del Partido Comunista que asistían a las reuniones—y no eran participantes, sino observadores, y eso me pareció muy revelador».
Smith tiene un amigo en Estados Unidos que escapó de la persecución en China, como muchos de los artistas de Shen Yun. Smith dijo que su fe y su bondad se reflejan en su trabajo.
Sentada bastante cerca del escenario, dijo que «pudo ser testigo de una plenitud que rara vez he experimentado. Había total confianza y unidad entre los bailarines y su movimiento, lo que significa que esa honestidad trascendía a un individuo y se daba entre todos los bailarines».
Al preguntarle si podía describir el espectáculo en una palabra, Smith dijo: «verdad».
«Si alguien quiere experimentar la verdad, y la belleza y la espiritualidad, y estar totalmente comprometido con ella transformado por ella, hipnotizado por ella, inspirado por ella, ¡venga a este espectáculo!».
Con reportajes de Michael Huang y NTD.
The Epoch Times considera a Shen Yun Performing Arts como el evento cultural más importante de nuestro tiempo y ha cubierto los comentarios del público desde la creación de la compañía en 2006.
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