BOSTON – Joan Quinn Eastman, productora y expresentadora, tiene 25 años de experiencia en los medios de comunicación y se la conoce como una «trabajadora de la conexión». El 28 de diciembre, descubrió en Shen Yun Performing Arts el tremendo poder de la conexión.
Cuando se abrieron los telones y vio una escena inundada de color, la imagen del Creador y los orígenes de inspiración divina de 5000 años de China antes del comunismo, se inclinó para susurrarle a su amiga cristiana: «A mí me parece que es Navidad».
«Es un mensaje espiritual universal: todos estamos conectados por el espíritu, por el amor y por la fe. La fe es lo que nos distingue de los animales, es lo que nos establece, en realidad somos seres espirituales que tienen una experiencia humana, y ésta es una forma de elevar tu espíritu: ver este magnífico espectáculo», dijo Eastman en el Boch Center Wang Theatre tras la función.
Dijo que el mensaje que percibía era que «todos estamos conectados, que debemos tener fe y sobreponernos a nuestros miedos, y defender sin miedo aquello en lo que creemos, y en este caso concreto es la oposición al comunismo y la defensa de la libertad, y es un mensaje que Estados Unidos debería tomarse muy en serio ahora mismo, y aprender de lo que ha ocurrido en China».
Shen Yun fue establecida en Nueva York en 2006 por artistas en pos de la libertad de credo, y rápidamente se convirtió en la principal compañía de danza clásica china del mundo. Desde entonces ha crecido hasta contar con ocho compañías de igual tamaño y esta temporada visitará más de 180 ciudades de todo el mundo.
La Sra. Eastman contó que su amiga es profundamente espiritual, y cuando las dos salieron durante el intervalo, hablaron de las increíbles conexiones que permite Shen Yun.
«Los mensajes espirituales son universales para todas las creencias, no importa lo que creas, pero todos somos divinos por dentro, somos espirituales, todos estamos conectados y eso es lo más importante», dijo. «Es un verdadero regalo lo que están compartiendo: una actuación magnífica. Todos estos jóvenes son extraordinarios. Son tan atléticos y hábiles y precisos en sus expresiones y sus movimientos tan elegantes, tan hermosos, realmente me alegro de haber venido».
«Fue electrizante. Estábamos en la tercera fila por lo que pude ver las expresiones de cada uno de los bailarines, pude estudiarlos a todos, es una compañía magnífica. Y puedes ver que trabajan juntos con tanta precisión y habilidad que es algo magnífico de contemplar, realmente lo es», dijo.
«Los colores, la música, la sincronía, la precisión con la que se mueven todos los bailarines es realmente fenomenal. El nivel de habilidad es asombroso, y es un ejemplo maravilloso de cómo las personas pueden desarrollar su potencial», afirmó Eastman.
Compartió su agradecimiento a los artistas: «Es un regalo que compartan su don con nosotros: la gracia, la belleza, la música, las historias, el sufrimiento, la persecución. Es maravilloso que mantengan viva su cultura y la compartan con el mundo, porque es muy enriquecedor».
Shen Yun era un espectáculo que la Sra. Eastman había deseado y esperado ver durante años, después de escuchar recomendaciones de muchos, incluidos ciudadanos chinos en Estados Unidos.
«Estoy muy contenta de haberlo visto por fin. Me parece tremendamente conmovedor, muy enriquecedor», dijo. «La cultura hace que tu cerebro funcione a un nivel superior y ésa es una de las principales razones por las que es tan importante y valiosa, así que agradezco mucho que [Shen Yun] comparta [la] cultura».
The Epoch Times considera a Shen Yun Performing Arts como el evento cultural más importante de nuestro tiempo y ha cubierto los comentarios del público desde la creación de la compañía en 2006.
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