SANT CUGAT, España–Dos amigos asistieron este lunes al espectáculo de Shen Yun Performing Arts en la ciudad española de Sant Cugat y expresaron que el mensaje de Shen Yun fue «revelador».
«Una auténtica maravilla que esto esté vivo», dijo Carlos Ruiz, investigador científico, sobre Shen Yun. «Es armonioso, es delicado, es poderoso, es una maravilla», agregó.
«En cuanto se abre el telón y se ven esos colores–ese juego, esa sincronía–es un mar de colores. No se puede describirlo de otra forma» dijo. «He estado desde el principio hasta el final con la lengua afuera y con los ojos abiertos».
Carlos contó que le gustó la combinación de la música en vivo; especialmente lo deslumbró las piezas de bel canto–una técnica tradicional de canto que se perdió tanto en Oriente como en Occidente–y las letras de la canción de la soprano.
«No solo es la belleza artística, sino que hay un mensaje muy profundo detrás de esta obra que es muy difícil expresar hoy en día–y más viniendo de China, que es un país con tanto tiempo de opresión», dijo. «Y que se pueda hacer una llamada a la revolución espiritual a través de la danza y de la música, que es lo que este mundo necesita, me parece maravilloso».
Shen Yun, con sede en Nueva York, lleva al escenario 5000 años de cultura china a través de la danza clásica china y la música orquestal en vivo. Es conocida en todo el mundo por sus vestuarios brillantes, su coreografía elegante y su narrativa creativa. La misión de Shen Yun es recuperar la cultura china inspirada en lo divino antes de que fuera sistemáticamente atacada por el Partido Comunista Chino (PCCh).
Para Carlos, que Shen Yun no pueda presentarse en China, tocó fibras de su corazón.
«Lo pensaba con pesar por el pueblo chino (…) Es trágico ver cómo no solo en China sino en el resto del mundo perdemos tradiciones que son tan arraigadas en nosotros, y que por la deshumanización y la virtualización en la que se sumerge Occidente, vivimos desconectados de nuestras raíces».
El investigador asistió a la segunda fecha de presentaciones de Shen Yun junto a su amiga Blanca de Planchard de Cussac, una abogada de profesión. Ambos aplaudieron el mensaje que transmite Shen Yun, ya que resonó con su fe cristiana.
«Ha sido muy revelador y totalmente inesperado (…) Yo personalmente no me esperaba que hubiera un mensaje tan profundo y especialmente enfocado en lo que estamos viviendo al día de hoy», dijo Blanca.
«Me gustó mucho también la cronología de todas las historias, los cuentos, las danzas; cómo ha terminado desembocando al final en la manifestación de la gran compasión. Pasando por el tema de Falun Dafa, y eso me ha impactado muchísimo. Me ha parecido providencial».
Los artistas de Shen Yun practican los valores espirituales de Falun Dafa. Ellos creen que cultivar el corazón es la manera en que podrán crear un arte bello y sublime.
Blanca dijo que esto pudo trasmitirse en el espectáculo.
«Se les nota mucho bailando porque su expresión se percibe desde la humildad. No se percibe una energía negativa, o que alguien quiera destacarse por encima de ningún otro», señaló. «Ha sido una delicia, una exquisitez; a la par de elegante, fino, fuerte».
La abogada dijo entre risas que «estaría dos horas más» viendo Shen Yun. «Es un mensaje universal que todo mundo debería ver. Cuando han dicho que cada año estrenan con nueva coreografía, nueva banda sonora…¡Es que habría que ir todos los años!».
Carlos añadió que aunque ambos son cristianos, el llamado es universal.
«La única solución es una revolución espiritual porque ni la tecnológica ni la humanística ni la científica ni la climatológica, incluso, puede salvarnos ya», dijo.
«Es inenarrable–hay que verlo, hay que sentirlo».
The Epoch Times considera a Shen Yun Performing Arts como el evento cultural más importante de nuestro tiempo y ha cubierto los comentarios del público desde la creación de la compañía en 2006.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.