MEMPHIS, Tennessee— Los brillantes trajes, los imponentes saltos que desafían la gravedad y la emocionante música son lo que inicialmente atrae a las personas a Shen Yun, pero, ¿qué hace a tantos de ellos devotos del espectáculo?
Más allá de la excelencia artística y estética que se muestra en el escenario, hay una causa sagrada que los artistas defienden: la protección de la libertad de creencia y la defensa de los que sufren persecución religiosa en la actual China. Muchos de los artistas son refugiados, pues son practicantes de Falun Gong, una popular meditación tradicional brutalmente perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
La exprofesora de enfermería, Gail Faust, asistió en Memphis a la función del 29 de enero junto con su familia. Ella apreció especialmente la parte de la representación en la que se destaca este tema.
«Realmente significó mucho para mí ver a los actores chinos representando sus pensamientos sobre su país». – Gail Faust
«Yo creo que hay mucha gente que ve a los chinos como si estuviera todo OK con el comunismo, cuando esa no es la realidad (…) por lo que creo que esto es valiente (…) y me rompe el corazón que ellos tengan que vivir y no ser libres (…) Realmente significó mucho para mí ver a los actores chinos mostrando sus pensamientos sobre su país».
Esto la inspiró a difundir la actuación. La Sra. Faust indicó que tiene unos 1000 seguidores de habla china en la aplicación de redes sociales Gettr.
«Al final del espectáculo pensé que no podía esperar a volver a casa y enlazar esta representación en Gettr para que más gente la conozca», dijo a continuación.
La Sra. Faust añadió que Shen Yun le ayuda a dar contexto a sus propias libertades.
«Ellos (los artistas) no solo actúan para ayudarnos a entender mejor su cultura», dijo. Su actuación «me ayudó a apreciar mi cultura y me siento muy, muy triste por ellos porque su país ahora mismo no es libre. Me hizo comprender todo eso».
«Se me saltaron las lágrimas un par de veces al pensar en lo que tuvieron que superar para venir aquí y hacer lo que hicieron y ocuparse de la forma en que lo hicieron hoy, tan bien», añadió la Sra. Faust.
La compañía de danza clásica china Shen Yun, que está en gira desde 2006, se ha convertido en un ritual familiar para muchos.
Es el caso de la señora Faust, su marido Rex, su hija Kelli y su nieta Mila. Los padres asistieron a la representación hace cuatro años y volvieron esta vez con la pequeña Mila, que está estudiando su segundo grado de danza.
El Sr. Faust, un excontable de Exxon, quedó impresionado por el erhu chino. El solo de erhu es la única pieza del programa de Shen Yun en la que un solo instrumento habla por sí mismo, con la única ayuda de un acompañamiento de piano. Además el erhu, a pesar de tener solo dos cuerdas, es increíblemente elocuente.
«Uno puede sentir por lo que ellos han pasado y por lo que están pasando y cómo aman lo que hacen y las luchas que han tenido y todo aquello. Es genial», dijo el Sr. Faust.
A Kelli Bastidas, una veterana, con maestría en administración de empresas y madre de familia, le encantaron los trajes y el movimiento de la danza china.
«A mi personalmente, me encantan las danzas folclóricas por lo que todo era tan hermoso», dijo la Sra. Bastidas.
Preservación cultural
Para la enfermera jubilada Janet Jensik, esta fue la segunda vez que ve Shen Yun. Asistió al espectáculo con su marido, el coronel retirado de la fuerza aérea Robert Jensik. Para ellos, Shen Yun es un esfuerzo de preservación cultural.
«Yo fui a China hace varios años y aprendí un poco sobre su antigua cultura y lo asombrosa que es por lo que me alegro mucho de que los jóvenes empiecen a verla», dijo la señora Jensik. «Ellos no la conocían y ahora la están aprendiendo de nuevo».
Durante la Revolución Cultural de las décadas de 1960 y 1970, se eliminaron grandes facetas de las tradiciones chinas; se demolieron templos y se quemaron libros y además se consideró a sectores de la población como indeseables y antirrevolucionarios. Hoy, la mayoría de los jóvenes chinos desconocen la profundidad de la herencia de sus antepasados. Shen Yun destaca episodios de los 5000 años de China antes del comunismo y los interpreta para un público internacional.
«Esto es color, es música, es movimiento en el contexto de la historia, y (es) renacimiento cultural o hacer que la gente que no lo conoce sea consciente de los diferentes tipos de culturas que hay y que normalmente no veríamos, especialmente porque el régimen actual de ese país nunca dejaría que se publicitaran», dijo el Sr. Jensik.
«Creo que es importante mantener vivas las lecciones del pasado».
The Epoch Times considera a Shen Yun Performing Arts como el evento cultural más importante de nuestro tiempo y ha cubierto los comentarios del público desde la creación de la compañía en 2006.
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