GUADALAJARA, Jalisco—Entre el alegre público que asistió a la primer función sabatina de Shen Yun se encontraban los sacerdotes católicos Luis Alfonso Martín Jiménez y Horacio Camarena.
El sacerdote Martín Jiménez quedó «impresionado y agradecido» de haber visto Shen Yun —el más importante espectáculo de danza clásica china— que describió como lleno de «mucha espiritualidad».
«Me provocó muchas sensaciones como paz, relajación, apertura a la trascendencia», expresó sobre su sentir tras ver el espectáculo cuyo nombre significa «la belleza de los seres divinos al danzar».
Al sacerdote Jiménez le parecieron «muy místicas» la danzas femeninas de las flores y de las mangas de agua. «Me pareció estéticamente muy relevante y muy relajante», dijo.
Desde su creación en 2006 en Nueva York, la compañía Shen Yun Performing Arts tiene la misión de revivir la auténtica cultura tradicional china, que el señor Martín Jiménez considera importante recomendar con amigos y familiares.
«Creo que vale la pena verlo y se los describiría diciéndoles sobre la capacidad que (los artistas de Shen Yun) tienen de convertir la experiencia humana, el sentimiento en danza, en colores, música… Me pareció que movió muchas emociones y experiencias en mí», expresó.
El sacerdote Martín dijo que el acto en el que la pianista acompaña al erhu —un instrumento de más de cuatro mil años de historia— movió muchos sentimientos en su interior.
«Me evocó la trascendencia… fue muy especial», agregó.
Consideró que Shen Yun, que se dedica a revivir los 5000 años de la auténtica civilización china, aporta mucho a la sociedad «porque promueve valores fundamentales y universales».
«Promueve el valorar mucho la cultura, la tradición, pero también la apertura a lo nuevo, al contacto con lo actual también y cómo buscan unirlo —ambas partes la tradición y el contacto con el presente».
Shen Yun «te lleva a lo divino»
El Sr. Martín asistió al show de Shen Yun en el Conjunto Santander de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara acompañado de su amigo Horacio Camarena, quien describió la experiencia de ver Shen Yun «como un remanso de paz».
«Mucha belleza, mucha armonía, color, música, perfección, juventud, alegría, deseos de espiritualidad —otro mundo— es prácticamente perfecta. ¡Felicidades!», expresó el sacerdote Camarena sobre el espectáculo.
Algo que destacó el Sr. Camarena, que pudo ver representado en el espectáculo, es la lucha entre el bien y el mal. La lucha «entre el valor, (de) la virtud contra la maldad y… muchas escenas se centran en cómo el bien triunfa», dijo.
El sacerdote Camarena dijo que encontró muchas semejanzas con el Cristianismo en los valores de Verdad—Benevolencia—Tolerancia que Shen Yun rescata.
«Y respeta a la persona, a la dignidad de la persona, resalta mucho», expresó.
El también profesor de filosofía reflexionó que estos valores que Shen Yun trae de vuelta son muy importantes actualmente en la sociedad.
«En nuestro tiempo hacen mucha falta (estos valores). El materialismo está ahogando y manipulando a la gente como piezas de una máquina», expresó. «Y [Shen Yun] eleva a que somos personas con dignidad y con aspiraciones a lo infinito con las cosas de aquí de este mundo».
Por ello considera que Shen Yun muestra al público «que hay algo más allá de las cosas materiales—del dinero, del placer y del poder… porque te lleva a lo divino».
El Sr. Camarena quedó maravillado con los bailarines de Shen Yun, expresando: «parece que son no humanos cómo manejan su cuerpo, parecen que ya están afuera de este mundo».
«Su cuerpo, su mente, su espíritu se eleva en el grupo también—es una perfección, ¡que pocas veces se ve esto!», agregó.
«Me voy muy alimentado, fortalecido e inspirado con la perfección que han logrado y aquí en Occidente es lo que nos hace mucha falta».
Con reportajes de Lily Yu.
The Epoch Times considera a Shen Yun como el evento cultural más importante de nuestro tiempo y ha cubierto los comentarios del público desde la creación de la compañía en 2006.
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