MIAMI— Claudio Pairot, el CEO de Puntilla —una disquera cubana con sede en Miami— tuvo una cita el domingo 12 de enero junto a su madre Teresita Rodríguez, en el Adrienne Arsht Center for the Performing Arts en Miami, para disfrutar de Shen Yun Performing Arts.
Pairot compartió que le pareció «notable el esfuerzo que hacen por transmitir el mensaje que tienen como comunidad».
Desde la creación de Shen Yun en 2006, la misión de la compañía de artes escénicas es revivir 5000 años de cultura tradicional china que casi se pierde desde que el régimen comunista chino tomó el poder en 1949.
Su madre, Teresita Rodríguez, dijo que Shen Yun «me gustó mucho, de verdad», y expresó que el espectáculo «es un derroche de colores, de música y de técnica».
Comentó que principalmente le llamó la atención la pantalla digital de Shen Yun, la cual es una de las características únicas de la compañía, que permite a los bailarines entrar y salir del escenario como una proyección 3D.
«Todo ese juego que hacen en tercera dimensión (…) ¡De verdad que está muy bien logrado!», expresó Rodriguez, quien desde años atrás quería ir a ver el espectáculo y por fin «se cumplió».
Pairot es fundador y CEO de Puntilla, pionero en la gestión y monetización de los derechos de YouTube para importantes artistas latinos. Ha trabajado con diversos artistas y sellos discográficos latinos, incluidos: Marc Anthony, Gente de Zona, Fonseca, Magnus Music y Sony Music Latin.
Otra característica particular que muestra Shen Yun en cada presentación es una fusión única entre los instrumentos occidentales y tradicionales chinos.
Por lo que Pairot explicó que considera que «la mezcla de los instrumentos persigue como la realidad cultural, de que China está en el mundo entero», por lo que él percibió la fusión armónica de ambos tipos de instrumentos como «familiar, lo sentí natural».
Uno de los instrumentos tradicionales chinos que se muestran en Shen Yun es el erhu, un instrumento de dos cuerdas que tiene más de cuatro mil años de historia. En su registro bajo y medio, el erhu es especialmente conmovedor y melancólico, una cualidad especialmente adecuada para representar las emociones del pueblo chino, explica la página de la compañía.
Pairot y su madre coincidieron en la sensación que el sonido les evocó.
«Parece como un lamento. Parece como una voz… como un lamento», expresó Pairot.
«Es muy sentido. Es muy… Se siente más que tocar el violín, por ejemplo. El violín no transmite tanto como transmite este sonido», agregó Rodríguez. «Me transmitió un pesar. Muchos sentimientos de tristeza, de… eso, transmite más que nada tristeza. No sé por qué, como un quejido».
Shen Yun además presenta danzas basadas en historias reales que describen la persecución a Falun Dafa —también llamado Falun Gong— una disciplina espiritual y de meditación basada en principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. En 1999 el Partido Comunista Chino (PCCh) inició una persecución contra los practicantes de Falun Gong, y desde entonces ellos sufren encarcelamientos, torturas y abusos sin precedentes.
Es una situación con la que Pairot pudo identificarse bastante de acuerdo a la realidad que experimentan en Cuba.
«Yo me puedo relacionar bastante en el sentido que soy cubano y venimos de sociedades totalitarias, estoy seguro que cualquier persona que haya vivido ahí [Cuba, Venezuela, Rusia, China] puede entender qué es lo que ocurre», expresó.
«Al final creo que todo se resume a falta de libertad», dijo. «Alguien que haya crecido, que se haya formado un país donde haya libertad, quizás le cuesta más trabajo entender qué es lo que pasa cuando no hay libertad (…) Es un poco difícil de describir en palabras, creo que se describe mejor con una obra de arte».
Reconoció que frente a ese tipo de realidades Shen Yun «es un mensaje positivo».
Pairot, que suele meditar, dijo: «voy a hacer follow up con esta técnica de meditación [Falun Dafa] que no conocía para profundizar un poco».
Con reportajes de Pachi Valencia.
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