SAN FRANCISCO—Shen Yun da la bienvenida a nuevos y antiguos espectadores en todas las giras del espectáculo, pero Jim Sullivan es un espectador realmente fiel que ha vuelto a disfrutar del espectáculo cada año durante los últimos cuatro años.
«Me encanta el espectáculo. Lo veo todos los años. Creo que es absolutamente increíble. Es realmente una de las producciones artísticas más asombrosas, quizá la producción artística más asombrosa que he visto en mi vida», dijo.
Como sacerdote, el Sr. Sullivan pudo conectar con las escenas espirituales representadas por la compañía neoyorquina Shen Yun Performing Arts.
«Me encanta que la teología y la filosofía estén involucradas. Es simplemente edificante. Es edificante y me da esperanza para el futuro. Estos jóvenes artistas con talento están dando mucho», dijo.
Aunque la misión de Shen Yun es revivir 5000 años de civilización china, los espectadores suelen sentir que el espectáculo no se refiere solo a China, sino a toda la humanidad.
«Es un mensaje del cielo, sobre la dignidad de la raza humana, sobre la bondad de la raza humana, sobre la dignidad de cada persona humana, sobre el mal del comunismo y sobre nuestro hogar espiritual, nuestra herencia espiritual», dijo el Sr. Sullivan.
Señaló que a pesar de los esfuerzos de Shen Yun por restaurar la cultura china y compartir con el mundo la belleza de la China anterior al comunismo, Shen Yun no puede actuar en China.
«Me parece maravilloso (…) Y qué pena para el pueblo chino que se le niegue una expresión tan hermosa de su propia herencia. Espero que las cosas cambien. Espero que las cosas cambien en China», comentó.
Elogió a los artistas por transmitir ese mensaje con «tanta gracia, con tanta fuerza [en] las acrobacias y la danza, los vestuarios, el fondo. Es simplemente inspirador».
Los bailarines de Shen Yun están entrenados en la danza clásica china, una forma de arte con miles de años de historia. Son ligeros con sus pies y hacen que los movimientos más complejos parezcan fáciles.
«Es algo fuera de lo común. Nunca había visto una danza como ésta. No se ve esto en el ballet y no se ve en otras danzas étnicas», dijo el Sr. Sullivan. «El aire que consiguen estos chicos, ya sabe, se elevan tanto en el aire, las volteretas que hacen sin tocar nunca el suelo. Es una danza muy agotadora, muy atlética y acrobática».
Cuando le preguntaron qué le hace volver año tras año, dijo: «Supongo que es todo lo que he dicho que es tan inspirador, cubre tantas áreas que me interesan. Es decir, es teológico, es filosófico, pero es extremadamente artístico».
«Es un mensaje tan contracultural en la China contemporánea e incluso en el Estados Unidos contemporáneo», continuó. «Somos muy materialistas y hasta cierto punto ateos en esta cultura, y las referencias al cielo, son un recordatorio de que venimos del cielo y que ese es nuestro destino. Es inspirador. Siento que alimenta mi alma. Así que estoy aquí, soy un sacerdote católico, y siento que estoy siendo alimentado espiritual, artística y emocionalmente por Shen Yun».
El Sr. Sullivan compartió cómo describiría Shen Yun a aquellos que aún no lo han experimentado.
«Les diría que es impresionante. Les diría que fue inimaginable. Hay que verlo para creerlo. Les diría que es inspirador, les diría que querrán volver una y otra vez, como hago yo. Cada año, querrán ver».
Reportaje de Gary Du y Maria Han.
The Epoch Times considera a Shen Yun Performing Arts como el evento cultural más importante de nuestro tiempo y ha cubierto los comentarios del público desde la creación de la compañía en 2006.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
