Hoy en día, las palabras «hecho en China» conjuran imágenes de productos baratos, manufactura de mala calidad y tecnología defectuosa. No obstante, en tiempos pasados, China era conocida como la fabricante de seda, porcelana, jade y la inventora del papel.
Esta civilización de 5000 años de edad, con más de una docena de dinastías y tradiciones igualmente ricas, se ha convertido en inspiración para un grupo de artistas modernos en Estados Unidos.
«De una dinastía a la otra, la mentalidad de la gente y la forma de comportarse, el caminar, o, sabes, un gesto de manos, es diferente en cada dinastía», dijo Alex Chun, primer bailarín de Shen Yun.
Los chinos creían que su cultura les había sido otorgada por los dioses y que para ser merecedor de conservar esa cultura, uno tenía que pasar por un proceso de purificación llamado cultivación.
Mientras que esta tradición ha sido perdida en la China moderna, hay una compañía en Nueva York que está buscando revivirla. Esa compañía es Shen Yun Performing Arts.
«Shen Yun es cultura tradicional china. Esa es nuestra misión», dijo Angelia Wang, primera bailarina de Shen Yun. «Nuestra misión es revivir la cultura clásica china, la cultura clásica tradicional china, que también es creencia en Dios».
Todos los artistas, desde los músicos hasta los bailarines y cantantes, realizan una práctica de cultivación llamada Falun Dafa o Falun Gong.
«Falun Dafa, los principios de Falun Dafa, son tres cosas: Verdad, Benevolencia, tTolerancia», dijo Jared Madsen, maestro de ceremonias de Shen Yun. «Y de estos caracteres puedes ver que la Verdad está muy arraigada en el daoísmo, que es una creencia tradicional china. La Benevolencia está muy arraigada en el budismo. Así que estas son creencias que han estado en China por miles de años».
Los artistas meditan y hacen ejercicios de qigong suaves y lentos para limpiar la mente y purificar el cuerpo. De forma similar al budismo, la práctica enfatiza abandonar los apegos y ser una buena persona en la vida diaria.
«El pueblo chino siempre creyó en Dios, desde tiempos antiguos, incluso hasta la actualidad», dijo Wang. «Es solo que cuando los comunistas comenzaron [a tomar el poder en China], comenzaron a prohibir todas las creencias y religiones solo para reforzar su propio poder».
«Es un régimen que ha estado intentando activamente destruir la cultura tradicional china», dijo Madsen.
El Partido Nacionalista de China peleó contra los comunistas revolucionarios en una guerra civil que duró años y terminó en su derrota.
Luego que los nacionalistas perdieran la guerra civil en 1949, muchos se escaparon a Taiwán, conocido oficialmente como la República de China.
Pese a que comparte un idioma y una cultura común con China, Taiwán eligió la democracia por sobre el comunismo y la libertad personal por sobre el control estatal.
Es aquí que Falun Dafa, que según se estima alcanzó a tener 100 millones de adherentes en China, es practicado de forma libre, mientras que en China sus seguidores son perseguidos severamente desde 1999.
Es en este contexto es que Shen Yun, que hasta ahora nunca ha actuado en China, es bienvenido cálidamente en Taiwán todos los años. No es poco común que la presidente del país envíe flores y saludos cuando la compañía llega.
«La calidad del espectáculo es bien conocida por todos. Es de talla mundial», dijo Wu Shu-Chen, ex primera dama de Taiwán.
«En la sociedad libre de Taiwán, puedo disfrutar de todo sin preocupaciones. Hay un poder [divino] apoyando esto, que permite que esta cultura de 5000 años de edad continúe brillando», dijo Alexander Sung, premiado pianista y clavecinista.
«Se destaca. Es bastante impresionante en el mundo entero», dijo Huang Ying-hsiong, presidente honorario de la Asociación Artística de Guionistas de Taiwán.
«Creo que esta es la gloria de la nación china», dijo Huang Min-Chung, presidente del Consejo de China para la Política Económica e Industrial.
La mayoría de los taiwaneses son religiosos, muchos practican budismo, daoísmo y confucianismo.
Aunque Taiwán no tiene íconos culturales como la Gran Muralla China o la Ciudad Prohibida, se pude decir que lo mejor de la cultura china ha sido preservado en los corazones y las mentes de su pueblo.
«La cultura ha sido elevada a su nivel más alto», dijo Kang Mingyuan, presidente del Comité de Asuntos con China e Intercambio.
«Lo que es bastante conmovedor [de Shen Yun] es cómo representa la Benevolencia, la Benevolencia derrota al mal. Esta parte realmente conmueve mi corazón. Creo que Shen Yun puede sacar la bondad dentro de todos nosotros y eliminar el mal que existe en la sociedad», dijo la Sra. Wu Shu-chen.
Shen Yun cuenta historias de la China antigua hasta la actualidad. Esas historias transmiten los valores que guiaban a las personas en la antigua China y que perduran hasta el día de hoy.
«El antiguo pueblo chino creía que la moral jugaba un gran rol en la cultura china, en cómo funciona la sociedad», dice el bailarín Chun. «Si la gente no puede comportarse y no cree en la retribución, simplemente va a cometer crímenes».
«Ves a alguien haciendo algo malo en una historia china, entonces esa persona finalmente es descubierta, llevada a prisión y los buenos triunfan», dijo Madsen, maestro de ceremonias de Shen Yun. «¿Y a quién no le gusta una historia así? Todos quieren que el héroe gane».
«El espectáculo puede preservar la herencia de la cultura tradicional de China», afirma Chen Kun-huang, presidente honorario de las Asociación de Cámaras de Comercio de Asia-Taiwán.
«[Shen Yun] embellece el alma. Su beneficio a la comunidad es muy, muy grande. Es más importante que la educación y más educacional que la educación», dijo Xie Yontian, experto en caligrafía china.
Shen Yun estuvo actuando en teatros con entradas agotadas en Taiwán por más de una década. Este año dio 34 funciones en siete ciudades taiwanesas como parte de su gira mundial por más de 20 países y 150 ciudades en cinco continentes.
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