La supuesta prueba de Beijing de un misil hipersónico con capacidad nuclear en el verano no ha servido como una llamada de atención para Estados Unidos, y el dinero de inversión estadounidense continuará fluyendo hacia China mientras el régimen comunista chino busca construir un orden mundial bajo su mando, advirtió un experto sobre China.
“China ha avanzado tanto que me di cuenta de que eclipsará la primacía estadounidense. Son solo resultados sobre el terreno. Vamos a tener un orden mundial liderado por ellos”, dijo Michael Pillsbury, director de Estrategia China en el Instituto Hudson y autor de «El maratón de los cien años», al medio asociado de The Epoch Times, NTD.
El ejército chino probó al menos un misil hipersónico, informó el periódico Financial Times por primera vez en octubre. Beijing ha negado la acusación y dijo que era una «prueba de rutina de una nave espacial».
La supuesta prueba despertó la preocupación del general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, quien calificó la prueba como «muy cercana» a un «momento Sputnik«. El principal general estadounidense se refería al lanzamiento por parte de la Unión Soviética del Sputnik, el primer satélite artificial del mundo, en octubre de 1957, lo que generó serias preocupaciones de que Estados Unidos se estuviera quedando atrás de la Unión Soviética en el avance tecnológico.
Pillsbury dijo que compartía la preocupación de Milley, pero que «no era ni mucho menos una llamada de atención» para Estados Unidos. Incluso los estadounidenses que no confían en el régimen comunista estarían dispuestos a invertir en China o comprar productos chinos, agregó.
Pillsbury dijo que los estadounidenses realmente se darían cuenta de la amenaza que representa el régimen chino si hubiera algo como el ataque sorpresa de Japón contra Pearl Harbor.
«Así que, si China ataca directamente un portaaviones estadounidense, con unos 5000 marineros a bordo, entonces sí que sería una llamada de atención».
Sin embargo, admitió que era poco probable que Beijing llevara a cabo un ataque de este tipo, ya que «sabe evitar el conflicto directo y evita llamar la atención».
El hecho de que China será la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 muestra que hay una falta de preocupación sobre lo que hace, dijo Pillsbury.
“Mire el reclamo de genocidio de los uigures. Trump lo dijo. Biden dijo que es un genocidio. ¿Es ese el tipo de país con el que deberíamos tener los Juegos Olímpicos?»
La administración Trump determinó en enero que el régimen chino está cometiendo un «genocidio» y «crímenes de lesa humanidad» contra los uigures en la región occidental de Xinjiang. El presidente Joe Biden apoyó la designación de «genocidio» poco después de asumir el cargo.
El régimen comunista ha detenido a más de 1 millón de uigures en campos de internamiento, mientras los somete a esterilización forzada, aborto forzado, violación, tortura, trabajos forzados y la separación de niños de sus familias.
El grupo de defensa con sede en Washington, Campaña por los Uigures, se encuentra entre varios grupos que les piden a los gobiernos que boicoteen los Juegos Olímpicos de Invierno, que comenzarán el 4 de febrero de 2022.
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