Surge el pánico en la ciudad china de Wuhan, donde se desató el virus mortal

Por Eva Fu
24 de enero de 2020 6:27 PM Actualizado: 24 de enero de 2020 6:27 PM

El doctor Wei dijo que el pánico no se apoderó de él hasta el 21 de enero, dos días antes de que su ciudad natal quedara cerrada.

Cada mañana, alrededor de una docena de pacientes acudían en masa a la clínica comunitaria en la que trabajaba, todos presentando síntomas de fiebre o gripe.

Dijo que ha sido así durante el último mes y medio.

La neumonía viral, causada por un virus conocido como 2019-nCov (Nuevo Coronavirus 2019), infectó a su primer paciente en la ciudad de Wuhan, en el centro de China, el 12 de diciembre.

Desde entonces se ha extendido a más de 800 personas en todo el país.

Muchos residentes de Wuhan estaban desconcertados por la enfermedad hasta que las autoridades emitieron el 22 de enero un aviso para poner la ciudad en cuarentena y cerrar todo el transporte público. Tales medidas de cierre pronto se expandieron a otras siete ciudades en la provincia de Hubei, donde Wuhan es la capital.

Un trabajador médico (ctro.) caminando en el Hospital de la Cruz Roja de Wuhan con ropa protectora para ayudar a detener la propagación del virus mortal que comenzó en la ciudad, el 24 de enero de 2020. (Foto de Hector RETAMAL/AFP vía Getty Images)

No hay directrices claras

Mucho antes de que la ciudad entrara en acción, Wei dijo que había oído rumores entre sus compañeros sobre un virus en noviembre, pero no se atrevió a hablar por miedo a las represalias.

Cuando el brote ocurrió en diciembre, las autoridades de Wuhan no dieron directrices claras ni equipo adecuado para pequeñas clínicas como la suya, según Wei. Dijo que les faltaban mascarillas faciales y trajes para materiales peligrosos.

En el lugar de trabajo de Wei, no pusieron en cuarentena a los pacientes que exhibían síntomas similares a los de la neumonía.

Trabajando en tales condiciones, sospecha que algunos empleados pueden haber contraído el virus de los pacientes. Actualmente, cinco de los aproximadamente 50 trabajadores de la salud tienen síntomas de la enfermedad, pero aún no se han hecho las pruebas.

Su clínica tampoco tenía la autoridad para hacer mucho, más allá de la evaluación inicial. Si los pacientes parecían tener fiebre, les tomaba la temperatura corporal y les hacía un análisis de sangre. Aquellos con síntomas de neumonía viral eran referidos a uno de los 61 centros médicos aprobados para su tratamiento en Wuhan. Luego tenían que hacer cola junto con cientos de otros pacientes.

«Conocíamos las características clínicas de los pacientes, pero como las autoridades ocultaron los datos, no sabemos hasta qué punto se ha propagado [el virus]. Solo se hará más grande», dijo.

El propio Wei también tiene los síntomas: infección pulmonar, dolor de garganta y dolores de pecho. Pero no tiene planes de ir al hospital, donde dijo que la gente podría esperar desde la mañana hasta la noche. En cambio, tiene la intención de quedarse en casa en aislamiento.

Preocupaciones generalizadas

Las mascarillas se han convertido en algo común en las calles de Wuhan. Los ciudadanos están inundando los supermercados para almacenar alimentos, lo que ha provocado un fuerte aumento de los precios.

Según las fotos de Weibo (una red social china similar a Twitter), la coliflor costaba 40 yuanes (5.8 dólares) una pieza y la col 35 yuanes (5.05 dólares), es decir, cinco veces más que el precio normal.

Vídeos de Weibo también mostraban a la gente dándose codazos para alcanzar las verduras.

Una residente de Wuhan compra verduras en un mercado de la provincia de Hubei, China, en medio del brote de coronavirus, el 23 de enero de 2020. (Getty Images)

Xiao, residente del distrito Wuchang de la ciudad, dijo que se mantuvo alejado de áreas cercanas a hospitales y lugares públicos por temor a contraer el virus.

Contó que el 21 de enero su compañía comenzó a exigir que cada miembro del personal usara máscaras y tomara su propia temperatura corporal. «Fue entonces cuando supimos que se ponía serio», dijo Xiao.

Otro ciudadano de Wuhan de apellido Liu indicó que conocía muchos lugares de trabajo donde habían emitido avisos pidiendo al personal que no viajara de regreso a su ciudad natal para el Año Nuevo Lunar, una temporada alta de viajes en China que se celebra en estos días.

Hu, que vive en el distrito de Jiangan, dijo que las mascarillas en las farmacias se estaban agotando. Criticó a las autoridades por sus declaraciones contradictorias que condujeron al empeoramiento del brote.

«Es el clásico estilo burocrático. No ven la vida cotidiana de la gente como vidas», dijo. «A nadie le importaba antes de que las cosas se salieran de control».

Una enfermera del hospital Xiehe de Wuhan  dijo que algunos miembros del personal de su departamento se han enfermado y fueron aislados. Mientras que su marido se ha quedado con ella en la ciudad, han enviado a sus hijos y padres fuera.

«Estamos arriesgando nuestra vida en el trabajo», escribió en una carta enviada por correo electrónico y obtenida por The Epoch Times

«Es muy posible que con un solo aviso, no se me permita ir a casa y quede aislada en el hospital», dijo. «Es muy escalofriante. Nadie nos trata como una persona en esta sociedad».

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