Totalitarismos: pasado y presente de regímenes sin libertad

16 de Septiembre de 2013 10:00 AM Actualizado: 24 de Octubre de 2016 10:46 AM

Si bien los totalitarismos fueron característicos en el siglo pasado, aún al día de hoy continúan vigentes algunos de ellos. La decadencia moral y cultural forma parte de los denominadores comunes de las sociedades que los padecieron.

En la actualidad, la mayoría de los países no se rigen bajo este sistema opresivo pero lo cierto es que naciones como China, Cuba y Corea del Norte siguen manteniéndose en base a regímenes totalitarios.

La distancia geográfica y cultural con estos países no nos debería quitar la atención de lo que sucede con las millones de personas que son afectadas en su libertad. Adentrarse en las características propias de estos regímenes puede resultar conveniente para tratar de entender cómo es vivir bajo un sistema totalitario.

El periodista y politólogo argentino Claudio Fantini describió a La Gran Época el totalitarismo como “la dictadura absoluta”.

Uno de los rasgos principales que caracteriza este tipo de régimen es “la abolición del individuo, impidiendo que una persona tenga una vida íntima”, señala el académico, aclarando que se ejecuta mediante los grandes aparatos de espionaje.

“Otro de los rasgos es el absurdo. El totalitarismo es absurdo”, enfatiza Fantini. Él menciona que la disciplina que mejor supo describir este aspecto del totalitarismo no fue la politología ni el periodismo, sino la literatura. Y cita como ejemplos la reconocida novela de George Orwell, “1984”, donde “El Gran Hermano” es el ente omnipresente en todas las actividades sociales o las interminables instancias judiciales por las que tiene que pasar Josef K. en “El Proceso” de Franz Kafka.

Finalmente, cita como tercer rasgo la manipulación de la historia. Fantini aclara que “toda fuerza política tiene una versión propia de la historia, pero el totalitarismo es el que más descaradamente cambia la misma, y de formas, a veces, si se quiere, ridículas por lo visible”.

Vivir en un absurdo

Esta combinación de factores evidentemente genera efectos notables en el conjunto de la sociedad que los padece. Para Fantini el nivel de intimidación que logra este tipo de regímenes llega al grado que logra “convertir a la sociedad en una extensa red de delatores”.

Ricardo López Gottig, historiador y miembro del CADAL (Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina) señala justamente que la perversión es una de las características de este tipo de regímenes. “Todos son cómplices”, sintetizó López Gottig, remarcando que la propia dinámica del totalitarismo incentiva el involucramiento de muchos sectores sociales, lo cual refuerza la tendencia totalitaria del régimen.

“Una de las consecuencias de la disolución del individuo es que toda persona se convierte en delatora de su semejante”, continua Fantini. “Por lo tanto toda persona pasa a simular su vida, su pensamiento… pasa a simularlo todo”, dice el académico y añade “se llega a ese grado máximo del absurdo que es una sociedad escenificando, como si estuviera en un teatro, la perfección en la solidaridad humana, y sin embargo la realidad es exactamente lo inverso. La realidad es una sociedad donde todos desconfían de todos. Porque saben que el que está al lado puede ser su delator”, sentencia el periodista.

Lopez Gottig añade que se llega a establecer una doble moral: pública y privada. Por lo cual no existe la confianza en el otro. El historiador dice que en este tipo de sociedades, por ejemplo, se terminan las conversaciones sobre la vida privada.

Ante semejante escenario los regímenes se mantienen en base a una política de terror permanente. “Si una vez lo hicieron, ¿por qué no va a volver a ocurrir?”, señala el miembro de CADAL.

El Día del Listón Negro

El 23 de agosto se cumplió un nuevo aniversario del “Día internacional en recuerdo de las víctimas del totalitarismo”, que recuerda la firma del Pacto Mólotov – Ribbentrop, cuando la Rusia de Stalin y la Alemania de Hitler se dividieron entre ellos a Europa del Este.

En el evento organizado por CADAL en Buenos Aires, Lopez Gottig llamó a mantener la memoria de lo que ocurrió para que no vuelva a suceder. Pero además advirtió que siguen existiendo actualmente regímenes totalitarios (China, Cuba y Corea del Norte, citó), lo cual nos obliga a asumirlo para “vivir con la verdad”, ya que, como dijo el checo Václav Havel (1936-2011), “debemos hacer más por nuestra libertad y por la de los demás”.

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