Trabaje menos si tiende a postergar las cosas

Ya sea que trabaje demasiado o no trabaje lo suficiente, puede beneficiarte de estar mejor enfocado

Por LEO BABAUTA
18 de agosto de 2020 7:48 PM Actualizado: 18 de agosto de 2020 7:48 PM

Cuando se trata de trabajar, he descubierto que la mayoría de nosotros caemos en uno de dos campos.

O bien trabajamos demasiado duro, agitándonos constantemente, sin sentir que ya hemos hecho lo suficiente —o bien posponemos el trabajo, nos distraemos, sintiéndonos culpables por lo poco que hacemos.

Cualquiera de los dos campos resulta en largas horas de trabajo. Y nos agota. Nos deja con una sensasión de agotamiento, de no estar vivos.

No hay una solución simple para esto, por supuesto, pero me gustaría proponer algo aquí, para ambos campos:

  • Trabajar menos.
  • Hacer menos cosas.
  • Participar más plenamente en esas menos cosas.
  • Reconocer sus victorias.
  • Descansar más. Juegue más. Relaciónese más.

Veamos esto desde la perspectiva de cada campo.

Y tenga en cuenta: sé que no todos caen en estos campos, y no todos pueden cambiar el número de horas que trabajan. Tomen de este artículo lo que les pueda ser útil, tiren el resto.

El campo del trabajo duro

Este es el campo en el que he estado últimamente —tratamos de hacer todo. Cuando hay cosas que no se hacen (siempre las hay), sentimos que no hemos hecho lo suficiente.

Nunca sentimos que hemos hecho lo suficiente. Incluso cuando, según todos los estándares externos, estamos perdiendo el tiempo.

Así que trabajar menos parece algo imposible. Pero si reconoce que trabaja demasiado, entonces hay una solución obvia.

Trabajar menos significaría reducir el número de cosas que hacemos —lo que significaría centrarse en tareas de mayor prioridad.

Si hoy solo pudiera trabajar una hora, ¿qué haría durante esa hora? ¿Qué haría con el resto de las cosas de su lista?

Cuando nos hacemos estas preguntas, podría quedar claro que hay algunas cosas clave en las que podríamos dedicar más atención, y otras tareas que podríamos dejar de lado de alguna forma.

Entonces, después de reducir el número de cosas, podemos practicar el estar más comprometidos con esas cosas.

Entonces llamémoslo el día —un día victorioso, en el que se hicieron las cosas importantes.

Ahora hágase esta pregunta: si tuviera dos horas de tiempo libre en las que no pudiera trabajar, ¿qué haría con esas horas?

La mayoría de nosotros pasamos el tiempo libre trabajando más. O realizando nuestras diversiones favoritas. ¿Pero qué pasaría si usáramos ese tiempo para compartir con las personas que nos importan? ¿O para cuidarnos, leer, jugar, no hacer nada?

El campo de la procrastinación excesiva

Estuve en este grupo durante años. En este campo, no sentimos que la filosofía de «trabajar menos» se aplique a nosotros, porque ya sentimos que no trabajamos lo suficiente. Nos sentimos culpables por todo el tiempo que perdemos.

Bueno, comencemos por desechar esa culpa. Es tóxica. Amontonamos todo tipo de expectativas sobre nosotros mismos, y luego nos golpeamos cuando no cumplimos esas expectativas creadas. Arrojemos todo eso y empecemos de nuevo.

Con una pizarra nueva, ¿qué haría en su día? ¿Qué se sentiría como una victoria absoluta?

Para este campo, «trabajar menos» significa tener menos horas, pero ahora más enfocadas. Evitar pasar menos tiempo malgastando el tiempo, reducir el número de horas que trabaja y estar concentrado en las horas que quedan.

Así que si hoy solo va a trabajar dos horas, ¿qué haría en esas horas? ¿Qué tareas serían las más importantes a realizar? ¿Qué haría para que este día se sintiera victorioso?

Una vez que haya identificado esas tareas, reserve el tiempo, bloquee las distracciones y dedíquese a trabajar.

Puede ayudar realizar las actividades en secciones de 15 a 20 minutos, o para sesiones más largas puede hacerlocon una llamada a alguien más que también esté tratando de concentrarse en su trabajo importante. Ayudarse mutuamente a concentrarse y celebrar las victorias del otro.

Si pudieran trabajar menos horas pero más concentrado, esto liberaría tiempo para un verdadero descanso. Para el juego, la integración, el autocuidado. Y quizás, más que hacer las tareas en sí mismas, esta sería la verdadera victoria.

Leo Babauta es autor de seis libros, escritor de «Hábitos Zen», un blog con más de 2 millones de suscriptores y creador de varios programas online para ayudarle a dominar sus hábitos. Visite ZenHabits.net


Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.


Descubra

Una carta de SOS revela el lado oscuro de los ‘Made in China’

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.